viernes, 5 de junio de 2009

El Corte Inglés en sus rebajas.

Economía de guerra en El Corte Inglés

: sin aire acondicionado, comedores hasta los topes, semana fantástica de un mes...
El Corte Inglés, crisis, recesión

Si usted se ha acercado últimamente por un centro de El Corte Inglés, habrá notado ciertos cambios. El más apreciable nada más entrar, en estos días en que los termómetros alcanzan los 30 grados en muchas ciudades, es que no hay aire acondicionado. De toda la vida, entrar en El Corte Inglés cuando apretaba la canícula en la calle era como llegar a un oasis en medio del desierto, e incluso era frecuente ver a gente parada en la puerta refrescándose. Pero este año eso no es posible, al menos de momento.

Otro cambio muy llamativo es que los dependientes poco menos que se tiran encima del cliente que anda curioseando el género para tratar de conseguir la ansiada venta. Antes de la crisis, era bastante difícil encontrar un dependiente en muchas ocasiones, en especial en época de rebajas. La crisis económica no respeta a nadie, ni siquiera al icono de la distribución comercial en nuestro país. Y como la necesidad aprieta, la dirección ha decidido poner toda la carne en el asador para tratar de maximizar las ventas. Es el caso de la 'semana fantástica', que en su origen duraba una semana como su nombre indica, ya fue de quince días en 2008 y este año dura un mes entero: del 28 de mayo al 30 de junio.

Más aún: El Corte Inglés está financiando a tipo cero prácticamente todos los artículos que vende, incluso algunos de secciones como la de textil. Y con plazos que llegan en ciertos casos a 24 meses. Una medida muy agresiva que tiene de uñas a toda la competencia, puesto que los demás se han visto obligados a seguir su ejemplo y a renunciar a los jugosos intereses que se añadían al margen comercial de cada venta.

Sin embargo, no sólo se trata de medidas de estrategia comercial. Como todo el mundo es consciente de cómo acaban los desplomes de las ventas -es decir, en EREs y despidos-, el absentismo laboral se ha reducido a la mínima expresión, según confirman fuentes de la plantilla. Ningún trabajador quiere dar a la empresa la más mínima excusa que pueda justificar un despido procedente, tal como están las cosas.

Otro fenómeno llamativo es que los comedores para empleados, donde se puede almorzar por 3 euros, están hasta los topes, algo que no recuerdan ni los más veteranos de la empresa. Tal es así que en algunos centros han tenido que poner límites al número de platos que pueden poner los trabajadores en la bandeja para evitar que, además de almorzar, se lleven la cena a casa a costa de la empresa.

Claro que todo esto tiene una lectura positiva para los clientes: ahora se pueden comprar articulos en El Corte Inglés a precios que no se veían en años (y además, financiados). Y encima, dentro de nada empiezan las rebajas de verano. Esperemos que, para entonces, ya hayan puesto el aire acondicionado.

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