viernes, 7 de julio de 2017

Por qué será ?

Cuando una empresa compra otra, lo habitual es que sustituya al grueso de los directivos de la comprada por sus propios equipos. Sin embargo, Banco Santander ha mantenido en sus puestos a algunos de los primeros espadas del Popular para gestionar el banco, al menos en el periodo actual de transición. Por eso, llaman la atención algunas salidas, entre las que destaca la de Miguel Ángel Moral, secretario general técnico con Ángel Ron y con Emilio Saracho, ya que fue el hombre que intentó salvar el banco con la 'tercera vía' alternativa a la ampliación de capital o la subasta, que era la venta de activos.El expresidente del Banco Popular Emilio Saracho. (EFE)
El expresidente del Banco Popular Emilio Saracho. (EFE)
Esas dos opciones fueron las que planteó Saracho en la junta de accionistas de abril. Pero más tarde, el propio Saracho y su efímero consejero delegado, Ignacio Sánchez-Asiaín, dieron marcha atrás y se mostraron más partidarios de la opción de la venta de activos como fórmula de evitar una subasta que —como se supo después— no despertaba interés entre los potenciales compradores y una macroampliación muy dolorosa, 'a priori', para los accionistas. Pero el BCE no le concedió el tiempo necesario para realizar estas ventas (más allá de un par de operaciones pequeñas) y la fuga de depósitos y el desplome en bolsa precipitaron la resolución.
En esa estrategia, Moral era una pieza clave. Conocido dentro del banco como un 'killer' por su agresividad y pocos miramientos, tiene en su currículo dos de las operaciones corporativas más importantes de la historia reciente del Popular, que no dejaron nada contento al comprador: la venta de Aliseda, el gestor de los activos inmobiliarios del banco, al fondo Värde Partners en diciembre de 2013 con un beneficio de 710 millones (Santander ha recomprado ahora Aliseda por 180 millones tras un intento fallido de Ron el año pasado) y la colocación del 51% del negocio de tarjetas conjunto de Popular y Citi (que la entidad había adquirido previamente) también a Värde en 2014 con una plusvalía de 400 millones, para crear lo que hoy se llama WiZink.
Asimismo, Moral fue el que instrumentó la entrada de la familia mexicana Del Valle en el capital del banco y propuso varias posibles fusiones en la era de Ron, que fueron rechazadas por el expresidente. Pero el Santander tampoco ha tenido miramientos con él: no solo lo ha relevado de sus funciones directivas (como al resto de miembros del antiguo comité de dirección que no conservan su cargo), sino que lo ha despedido fulminantemente. Ya no es empleado del Popular. Las causas de esta decisión no han trascendido.

Ninguneo en los comités de integración

Estos despidos no son lo único que tiene soliviantados a los directivos del antiguo Popular. Según fuentes conocedoras de la situación, existe una gran indignación por el ninguneo al que los somete el Santander en los 'comités de integración' constituidos entre ejecutivos de ambos bancos para gestionar la integración. Esto se debe a que "los representantes del Santander no cuentan absolutamente nada relevante, ni de estrategia, ni de despidos, ni de organización, ni de nada. Se limitan a tratar temas absolutamente irrelevantes, con lo que estas reuniones son meras pérdidas de tiempo".
Los directivos procedentes del Popular tienen fresca en la memoria la compra del Pastor, para la que también se constituyeron comités de este tipo: "El Popular daba a los directivos del Pastor toda la información, se les contaban las intenciones del banco en todas las áreas y ellos eran los encargados de transmitirlas a la plantilla. Todo se hizo con gran transparencia, justo lo contrario de lo que sucede ahora con el Santander", añaden.

Los supervivientes del Popular

Rodrigo Echenique, presidente del Popular. (EFE)
Rodrigo Echenique, presidente del Popular. (EFE)
Frente a lo ocurrido con Moral y en estos comités, en el nuevo comité de dirección del Popular presidido por Rodrigo Echenique se mantienen los siguientes ejecutivos procedentes del banco intervenido, si bien algunos con funciones diferentes a las de la etapa anterior: Rafael Muñoz (Negocio), Diego Barrón (Negocios Especializados), Gema Perea (Transformación Digital), Samuel Serrano (Secretaría General Técnica), José Heraclio Peña (Legal y Cumplimiento), Victoria González (Comunicación, Marca y Relaciones Corporativas), Rafael Galán (Financiero) y Susana de Medrano (Recursos Humanos y Organización).
Por el contrario, el Santander ha puesto a los siguientes directivos en la cúpula del Popular: Álvaro Villagrán (Información Corporativa y Análisis), Carlos Garrachana (Negocio Inmobiliario y Transformación de Activos, el área que ha comenzado con más fuerza para desprenderse cuanto antes del ladrillo de la entidad), Aurora Fernández (Riesgos), Pablo Agote (Auditoría), Félix Ainsa (Intervención) y Juan Olaizola (Tecnología y Operaciones, y también presidente del comité, el nuevo hombre fuerte que pilotará la integración después de hacer lo mismo con Abbey en Reino Unido).

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