viernes, 4 de agosto de 2017

Quatar rompe el Mercado y el Futbolín?

Millonada por Neymar: Catar lanza un serio aviso a la economía global


Finanzas.com
Neymar es ya el futbolista más caro de todos los tiempos, como así certifican los 222 millones de euros que el jeque catarí propietario del Paris Saint Germain, Naser Al-Khelaifi, intentó depositar ayer en la Liga de Fútbol Profesional y que finalmente fueron entregados al Barcelona. La cifra dobla lo que el Manchester United pagó el año pasado por Paul Pogbá, y establece un récord estratosférico difícil de superar. Pero más allá de la calidad del delantero brasileño, y del debate sobre si un futbolista vale o no esta cantidad de millones, lo cierto es que nos encontramos ante una gigantesca operación de márketing con ramificaciones políticas de mucho calado, en la que el estado catarí, el mayor productor mundial de gas natural licuado, se juega su futuro y su prestigio justo cuando más acorralado está por el resto de países del mundo árabe. 
Acusado de financiar el terrorismo, y sometido a fuertes sanciones, al estado catarí le quedaban pocas balas en la recámara; ¿pero quien quiere utilizar pistolas cuando puede liarse a cañonazos? Dicho y hecho. Aquí están los 222 'kilos' para traer a Neymar, calderilla si se compara con los 5.000 millones de euros que Catar pagará a Italia por la construcción de siete buques de guerra o con los 12.000 millones de dólares que abonará al pentágono estadounidense por 36 aviones de combate F-15. Y todos estos pedidos han sido encargadoso apenas unos días después de que el pasado 5 de junio, Arabia Saudita, Baréin, Emiratos Árabes Unidos y Egipto rompieron sus relaciones diplomáticas con Catar, al que acusan de apoyar a islamistas radicales, de desestabilización en la región y de acercarse al Irán chiita, gran rival del reino saudita sunita.
Al lado de estas cifras, el dinero pagado por Neymar es cosa de poco, de muy poco, pero los réditos publicitarios pueden ser muy importantes. Porque en el fondo, de eso trata todo esto, de desplegar una monumental estrategia de márketing para desviar la atención. "El fichaje (anunciado) de Neymar al PSG (propiedad de Catar) ha sido gestionado en la cúpula de Catar y ha servido, sobre todo, para desplegar una estrategia de comunicación que oculta a largo plazo el debatesobre cualquier otra cuestión, entre ellas la del apoyo al terrorismo", opina Mathieu Guidère, profesor de geopolítica árabe en París. "Eso ha permitido desviar la atención y centrarla en un tema consensual, el deporte", añade. 
Además de desviar la atención, la intención de Catar es mandar un mensaje nítido al mundo, en particular a sus vecinos árabes. Ni la crisis ni vuestro bloqueo han podido descarrilarnos, este es el corolario. "Catar no ha capitulado, está luchando, y la firma de Neymar es parte de esto", dice Simon Chadwick, profesor de empresas deportivas en la Universidad de Salford (Reino Unido). Es una ofensiva muy inteligente, como reconoce este experto, "porque lo último que querría Arabia Saudita es ver cómo todo el mundo está hablando de Catar".  Para Andreas Krieg, analista asociado en el King's College de Londres, el inminente traspaso de Neymar "envía una señal muy fuerte (de Catar) al mundo deportivo" y es un acto de "desafío" hacia Arabia Saudí y su principal rival, los Emiratos Árabes Unidos. 
Lo cierto es que no es fácil poner contra las cuerdas a Catar. El emirato, de 2,6 millones de habitantes, posee una gran riqueza gracias a sus reservas de gas y desempeña un papel creciente desde hace dos décadas en varios conflictos y cuestiones espinosas en el mundo árabe. Además, ha llevado a cabo una estrategia de influencia a través de gigantescas inversiones internacionales en el sector inmobiliario, los hoteles, la industria, el transporte aéreo, las finanzas, los medios de comunicaciones y el deporte. 
Los principales símbolos de ese "poder blando" son los canales de televisión Al Jazeera y BeIn Sports, además de la aerolínea Qatar Airways que fue el patrocinador en la camiseta del Fútbol Club Barcelona hasta el año pasado. Entre tanto, Catar continúa también los preparativos para organizar la Copa del Mundo de fútbol en 2022, a pesar de las numerosas polémicas surgidas desde su designación como país organizador.  En su único discurso desde el inicio de la crisis del Golfo, el emir de Catar, el jeque Tamim ben Hamad al Thani, insistió el 21 de julio en la necesidad de desarrollar las fuentes "de poder blando" de Catar a nivel internacional. 
La llegada anunciada de Neymar al PSG es, sin duda, un "golpe de comunicación" para Catar en un momento complicado para el emirato, consideran varios expertos. "De momento, los adversarios de Catar están paralizados frente a esa estrategia de rodeo porque ninguno de ellos posee un modo de comunicación tan potente en el ámbito del deporte internacional", explica Guidère. "Hace días que nadie habla de la imagen negativa, sólo se habla del traspaso de Neymar. En Occidente, la idea del deporte supera lo demás. Está claro que el deporte permite acabar con el aislamiento político de Catar", añade. 
Según Krieg, Catar "debe demostrarle al mundo que es fuerte" y que, a pesar de las acusaciones, es "el país más resistente de Oriente Medio". "Tiene la economía y la situación financiera más estables", al contrario de sus rivales árabes, con una condición: "no tiene que haber ninguna perturbación de las exportaciones de GNL (gas natural licuado)", del que es el primer exportador mundial, dice el experto. 
Para él, el fichaje de Neymar muestra al mundo que Catar tiene medios ilimitados para promover sus intereses. "Querían a ese jugador y usaron el dinero para comprarlo a cualquier precio", asegura. Pero tampoco hay que perder la perspectiva, por mucho dinero que tenga el estado catarí. Y es como explica Marc Ganis, presidente de la empresa de markéting Sportscorp, "la cantidad que se va a pagar por Neymar es sorprendente para todos los estándares". Incluso desde el punto de vista del negocio, "es un exceso", asegura.

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