McLaren sigue siendo un equipazo
Lewis Hamilton pudo ganar el Gran Premio de Turquía por el cruce de cables de Sebastian Vettel, pero también porque McLaren ha vuelto a demostrar que es un equipo extraordinario desde todos los puntos de vista.
Como un perro de presa, como ese ciclista siempre en el grupo de cabeza, el equipo británico nunca se rinde ni afloja. Dentro y fuera de la pista. Si pasamos revista a las carreras que quedan para terminar la temporada, el pasado año algunas fueron para Lewis Hamilton y su escuadra. Y ello a pesar de que el comienzo fue miserable, incluso hubo momentos en los que se percibió claramente el desánimo de quien era el campeón del mundo. Pero sus responsables, sus técnicos, siguieron empujando en un extraordinario -y costoso- proceso de evolución constante. Ferrari ya había tirado la toalla a mitad de temporada con el F60 para concentrarse en el F10, al contrario que McLaren, que no cejó hasta final de campeonato. Y a pesar del 'hierro' con el que empezaron la temporada -que le pregunten a De la Rosa- Hamilton ganó tres carreras y logró varios podios frente a Red Bull y Brawn.
Si el pasado año el equipo británico mantuvo el tipo, este comenzó con un monoplaza no tan rápido como Ferrari o Red Bull, pero trabajaron a destajo durante el invierno y McLaren también dio un gran salto de competitividad en los últimos entrenamientos oficiales de Barcelona. Button, recién llegado al equipo, quedó impresionado por el ritmo de trabajo y de innovación que McLaren es capaz de aportar. Además, se mostraron extremadamente originales e inteligentes con el F-duct, que Ferrari están intentado copiar sin tanto éxito.
Y durante la presente temporada no se han quedado atrás, con una ganancia media por carrera de entre dos y tres décimas por circuito. Salvo Mónaco, el Mp4/25 va a más. Y el pasado Gran Premio de Turquía fue otro ejemplo de extraordinaria solidez técnica, a la que sumar la magnífica actuación de sus pilotos. En la carrera, McLaren sorprendió por su ritmo. En las rectas el MP4-25 era un disparo y lo suficientemente rápido en las curvas para que los Red Bull no se escaparan. La presión sobre Vettel y Webber no cedió en ningún momento, y por ello el piloto alemán tuvo que correr demasiados riesgos para superar a su compañero de equipo. Solo cuando se es competitivo se puede provocar el error al contrario, y a ello se dedicaron con éxito Hamilton y Button.
Los dos pilotos también estuvieron espléndidos. Hamilton no cometió ninguna locura en su acoso a los Red Bull, a pesar de su ya reconocida ansia por adelantar. Button, a la chita callando, se está convirtiendo en un aspirante al título. Ojo con el, porque, aún sin ser tan rápido como su compañero de equipo, está llevando a cabo una temporada muy inteligente y bajo la mejor escuela de Alain Prost y Jackie Stewart. Con su adelantamiento a Hamilton demostró no conformarse con el papel de escolta de su compañero. Eso sí, Lewis remontó la batalla psicológica entre ambos, y demostró una vez más que es un 'racer' de pura cepa. Es cierto que ambos se tocaron, pero controlaron la situación. El caso es que ambos pelearon entre sí limpiamente, y no rompieron el botijo del equipo como hizo Vettel.
En estos momentos, McLaren es el equipo más homogéneo del campeonato, tanto por su experiencia y capacidad técnica, como por el nivel del Mp4/25 y el talento de sus pilotos. Con las fisuras que Red Bull mostró en Estambul, y a pesar del RB6, si hubiera que apostar por un campeón, en estos momentos, habría que considerar muy seriamente poner nuestro dinero en Hamilton y Button. Echando un vistazo a la clasificación actual del campeonato, se ve claramente quién es el perro de presa...
JAVIER RUBIO / COMENTARISTA EUROSPORT TV
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