Oferta irrechazable...
La apuesta por el crecimiento
Telefónica acaricia la victoria en Vivo con una oferta de 6.500 millones
El triunfo está a la vuelta de la esquina. El órdago lanzado por Telefónica está a punto de vencer los recelos financieros y nacionalistas de Portugal Telecom (PT). La pócima mágica ha sido una nueva oferta con 800 millones más en el cheque de compra de la mitad de Vivo, que sube a 6.500 millones. PT ha tirado la toalla y se preparaba ayer para convocar junta para que decidan los accionistas.
Inés Abril - Madrid - 02/06/2010
No se ha ganado todavía, pero la victoria está más cerca. A cinco días de que caducara la oferta lanzada por Telefónica el pasado 6 de mayo para comprar a Portugal Telecom su mitad de la operadora brasileña de móvil Vivo, la española ha dado el tiro de gracia que ha forzado la rendición a plazos de la compañía portuguesa.
La clave del cambio ha sido la mejora de la oferta. Como adelantó CincoDías el 12 de mayo, Telefónica se guardó desde el principio un as en la manga: la posibilidad financiera de aumentar el precio propuesto. Y así lo ha hecho. Ayer comunicó a Portugal Telecom que está dispuesta a pagar 6.500 millones de euros por el 30% de Vivo que está en manos de PT, frente a los 5.700 millones anteriores, según fuentes conocedoras de la situación. Con pocos apoyos ya entre sus accionistas, sin armas con las que luchar en contra y con unas finanzas muy debilitadas, la operadora lusa rindió al fin sus armas. Eso sí, estuvo apunto de ser una rendición inmediata e incondicional, pero no lo fue. Esta vez, el consejo de Portugal Telecom ha preferido no tener sobre sus espaldas la responsabilidad para la historia de decidir en solitario la venta de sus posiciones en Brasil.
Nada más recibir la oferta, el consejo de PT se reunió de urgencia. La cita seguía al cierre de esta edición, pero las mismas fuentes aseguraban que su decisión sería dar voz a los accionistas y que sean ellos los que carguen el peso. Será la junta la que decida.
La nueva oferta de Telefónica supone 800 millones más que en la propuesta inicial y conforma un argumento poderoso para los gestores y los accionistas de Portugal Telecom. Pero realmente la victoria comenzó a cimentarse mucho antes.
Telefónica estuvo años estudiando su relación con la operadora lusa, probó todas las vías para mejorar su posición en Brasil y conseguir hacerse con la totalidad de Vivo. Incluso apoyó una opa hostil sobre PT en contra de los gestores con los que firmó su alianza.
Nada funcionó. Ni la compra de la totalidad de Vivo, ni la búsqueda de alternativas para que la portuguesa pudiera invertir en otras operadoras en Brasil, ni las iniciativas para, al menos, fusionar Vivo con la otra filial de Telefónica en Brasil, Telesp, y dar a PT una participación en la empresa resultante.
Agotadas todas las opciones, Telefónica estudió el momento, la forma de plantear la propuesta, el precio, el argumentario, la situación de los accionistas, de las cuentas de PT... El pasado día 6 de mayo lanzó el órdago.
La oferta multimillonaria sobre Vivo cayó en Portugal Telecom como una bomba, sobre todo porque esta vez tenía posibilidades de salir adelante..., y los gestores lo sabían.
La crisis financiera mundial ha hecho mucho daño en Portugal y en sus bancos. Y entre los principales accionistas de PT están las grandes entidades financieras del país, incluida una caja de titularidad pública. La tentación de un dividendo extraordinario en estas circunstancias debía ser tenido en cuenta.
Pese a ello, el consejo de Portugal Telecom rechazó de forma unánime la propuesta de Telefónica. Fue el pasado día 11 de mayo y la mayoría de los socios portugueses de la operadora dio un paso en público para defender la importancia estratégica de Vivo y respaldar a los gestores. La semilla, sin embargo, ya estaba sembrada.
Con el trabajo hecho en el frente nacional, Telefónica se ocupó del foráneo.
Si los bancos portugueses estaban necesitados de fondos, no lo estaban menos los bancos de inversión internacionales accionistas de PT. La venta de Vivo estaba llamada no sólo a generar algún dividendo extraordinario, sino a disparar el valor en Bolsa de Portugal Telecom. La posibilidad de hacer plusvalías multimillonarias en un entorno de recesión y de conseguir ingresos extras vía dividendo supuso una poderosa llamada para unos accionistas a los que les da igual el futuro de PT sin Vivo, porque su inversión estará ya en otro lado.
Telefónica llevó a sus primeros espadas financieros a lidiar esa batalla. Hubo reuniones con los grandes fondos y bancos de inversión en Nueva York, Londres y Fráncfort. La postura favorable a la oferta de Telefónica se sintió en todas las citas. Una mejora del precio y el respaldo sería seguro, comunicaron varios, entre ellos el más importante, Brandes, con casi el 8% del capital de PT.
La gira internacional no hizo que la española olvidara el frente nacional. El pasado miércoles le hizo saber a PT lo que sería de ella en el futuro si impedía la compra de Vivo. Una opa hostil estaba en el primer lugar de la lista, seguida del estrangulamiento financiero de la operadora lusa al impedir el reparto de dividendos de la brasileña.
Portugal Telecom se vio arrinconada. Perder Vivo es malo para ella, pero no peor que una opa hostil con un enemigo con la capacidad financiera de Telefónica. Ganar a Sonaecom es una cosa, pero sobrevivir a un segundo envite y con otro contendiente sería distinto. Los gestores de la portuguesa diseñaron un contraataque a la desesperada: acudir a los fondos soberanos de Oriente Medio para que le financiaran una oferta por la parte de Telefónica en Vivo. No hubo suerte. Sin esa vía de defensa, Portugal Telecom se quedó sin nada que ofrecerle a sus accionistas. Tampoco podía tentarles con más dividendos. Fue lo que hizo para ganar a Sonaecom y desde entonces está ahogada por este compromiso. Imposible subirlo más. Mientras, Telefónica ofrecía un dinero equivalente al 80% de la capitalización bursátil de PT, a los beneficios de 8 años de la operadora lusa y a los dividendos de 11 ejercicios.
La Bolsa también ayudó. PT se disparó en el mercado, cuando el índice de su país y el resto de las operadoras europeas iba en dirección contraria.
Para ganar, Telefónica sólo necesitaba un gesto: subir la oferta. Brandes lo pidió, igual que otros bancos de inversión. Telefónica logrará al menos 2.800 millones en sinergias al fusionar Vivo con Telesp. Tanto sus cuentas como los beneficios de la operación le permitían pagar más, a juicio de los analistas.
En un último intento de salvar la cara, Portugal Telecom también pidió una oferta mejorada para poder rendirse con causa. Ayer la tenía encima de la mesa. La fecha no es inocente. Hoy es la junta de Telefónica y quiere llegar con una victoria.
Vivo y PT celebran el movimiento en Bolsa
La nueva oferta de Telefónica se conoció con los mercados europeos ya cerrados. Ni Telefónica ni Portugal Telecom lo cotizaron en sus Bolsas de origen. Vivo, en cambio, lo celebró en directo. El parqué de São Paulo estaba abierto y la brasileña se disparó un 16,44% al cierre. La subida se debe tanto a la previsión de mejoras en la compañía por una posible fusión con la filial de telefonía fija de Telefónica, Telesp, como a la oferta por una parte del capital que va a hacer la española si triunfa la compra de la participación en manos de PT.
También la Bolsa de Nueva York estaba abierta y se vio el efecto en Telefónica y Portugal Telecom. La representatividad no es la misma que el mercado local, pero PT llegó a subir más de un 17% para cerrar con un alza del 8,52%, con los accionistas dando por hecha la victoria de Telefónica. La española bajó un 2,02%.
La cifra
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