domingo, 8 de agosto de 2021
La Indeleble huella Romana...Pomarius ( Pumarín ) entre ellas...
El curioso origen los nombres de barrios y pueblos de Oviedo
G. GUITER
OVIEDO
Fuente romana encontrada en las excavaciones del Museo de Bellas Artes de Asturias en Oviedo, muy cerca de la CatedralFuente romana encontrada en las excavaciones del Museo de Bellas Artes de Asturias en Oviedo, muy cerca de la Catedral
Varios estudios de historiadores apuntan a las raíces romanas de los topónimos que se conservan aún hoy en día
08 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.
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Cambiar el nombre de los lugares es difícil. Una vez que las sociedades adoptan una denominación, esta se transmite, se aferra al terreno y se resiste a dejarlo durante generaciones. Es, al parecer, el caso de muchas denominaciones de barrios y espacios de la ciudad de Oviedo.
Que los romanos pasaron por lo que hoy es la capital asturiana parece ya indudable para los investigadores, pese a la tradicional teoría de la fundación medieval de la ciudad. Y uno de los legados más poderosos de la cultura latina fue, precisamente, la lengua y, con ella, los topónimos.
Así lo señala, entre otros, un interesante estudio de la historiadora Cristina García-Sampedro, que en Origen y fundación de la ciudad de Oviedo (Gallaecia nº28, 2009), realiza una relación de denominaciones de lugares de la ciudad y su origen romano.
«Los testimonios que aporta la toponimia que son muchos y bastante claros en este sentido y se extienden por todo el término municipal», salvo en ocho de las 31 parroquias del municipio, «confirmándonos la importante presencia romana en la zona», dice García-Sampedro.
La potente huella romana en lugares muy cercanos a Oviedo como Las Regueras, donde un grupo de investigadores está excavando la villa de San Martín de la Estaca con importantes hallazgos, confirmaría la colonización del territorio y un asentamiento más o menos disperso.
Uno de los investigadores de ese yacimiento, Juan Ramón Muñiz, era muy rotundo al afirmar la huella romana en Asturias: «Aún no se ha encontrado en Asturias una gran urbe, pero sí campamentos romanos, minas, vías, villas rurales… tenía que existir un gran mercado para mover esa riqueza». Los ricos propietarios y, por tanto, sus trabajadores, vivían en toda la zona del actual municipio ovetense.
Fuente romana encontrada en las excavaciones del Museo de Bellas Artes de Asturias en Oviedo, muy cerca de la Catedral
Oviedo, muy noble, leal... y romana
D.R.
Precisamente, para García-Sampedro, los ejemplos de topónimos son muy numerosos, seguramente «derivados de poseedores romanos y, por consiguiente, originados en torno a la ocupación y puesta en explotación de la tierra y al régimen de propiedad de la misma». Así, Pumarín vendría del nombre propio Pomarius o Pomerius, aunque otras fuentes asocian el nombre a la palabra asturiana pomar o campo de manzanos.
Siempre según la historiadora, Vallobín vendría de Lupinus, «encontrándonos con un posible vallem lupini, latino o leovini, germánico», mientras que Caces sería Cattius o Caccius; La Carisa, Carisius; Olloniego vendría de Ollenius y Aecus; y Alperi surgiría por unión de ager, agri: campo y Petrus: el campo de Pedro. Existen numerosos trabajos sobre toponimia asturiana que parecen confirmar la teoría de la propiedad romana de los terrenos de lo que hoy es Oviedo. Algunos autores como Alarcos o Fernández Mier estudiaron y debatieron el tema anteriormente.
La misma autora abunda más en otra publicación, Contribución de la toponimia al debate sobre el origen romano de Uviéu, (Lletres Asturianes, 2011). Aquí señala que la formación de nombres de «fundos o villa romanos» se habría dado en tres fases: una más primitiva en la que la posesión «recibía el nombre de su dueño sin modificación alguna, siendo adjetivado en -ius, o -ia, en concordancia sobrentendida con el término fundus o el término villa»
También empieza a imponerse una segunda forma, «el nombre de los posesores se sufija en -anus, -ana, (…) pero en este caso preferentemente con el sustantivo villa (Lloriana: villa Lauriana; Poyana: villa Poliana)». María del Carmen Bobes en La toponimia romana de Asturias (Emérita, 1960-1961) ya también afirmaba esta teoría y citaba a su vez a otros autores anteriores como Serra o Pabón.
La tercera y última fase, afirma la investigadora, «predominó en los últimos momentos de la época romana y continuó a lo largo del período visigodo, quedando como único procedimiento válido durante el período romance: A villa, se le añadía el nombre del possesor en genitivo (…) tal y como ocurre en el caso de Villaperi: la villa de Petrus».
Imágenes de una excavación minuciosa
El misterio de una espectacular villa romana
GUILLERMO GUITER
Con una paciencia infinita, retirando tierra y barro gramo a gramo, el equipo principal de arqueólogos lleva dos años descubriendo lo que fuera una rica casa romana de unos 600 metros cuadrados. Puede que lleve más de quince siglos durmiendo plácidamente bajo unas tierras de labranza, pero en su momento de esplendor se trató de una gran casa de un poderoso terrateniente.
Que los romanos tuvieron mucha presencia en Asturias, en contra de lo que pensaba hace pocas décadas, no solo es cierto: cada día se demuestra más. Así lo piensa el equipo científico codirigido por el profesor Elías Carrocera y Juan Ramón Muñiz, que está sacando a la luz espectaculares vestigios de una villa romana de finales del siglo II en La Estaca (Las Regueras), a menos de 15 kilómetros del centro de Oviedo.
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