martes, 21 de febrero de 2023
Lugares con encanto...* En el corazón de Oviedo *
Los jardines de La Rodriga, un tesoro oculto en pleno corazón de Oviedo
Esther Rodríguez
Esther Rodríguez REDACCIÓN
LA VOZ DE OVIEDO
Jardines de La Rodriga
Jardines de La Rodriga
Se trata de uno de los parque más desconocidos de la ciudad, pero cuenta con una historia de lo más interesante
15 feb 2023 . Actualizado a las 09:51 h.
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Aunque el parque de Invierno, el campo San Francisco o el monte Naranco son los más conocidos, la capital asturiana cuenta con un sinfín de zonas verdes donde tomarse un respiro y desconectar del caos de la ciudad mientras se disfruta de la naturaleza. Concretamente, el concejo de Oviedo cuenta con 586 espacios ajardinados, lo que supone una superficie de más 2.211.000 metros cuadrados de áreas verdes. De todos ellas, una de las menos conocidas son los jardines de La Rodriga. A pesar de estar situados en pleno corazón de la ciudad, «ocultos» entre las calles Campomanes y Leopoldo Alas y el Seminario Metropolitano, muy pocas personas han transitado este jardín secreto que cuenta con una historia de lo más interesante.
Los jardines de La Rodriga y el gran edificio del Seminario de Oviedo. La calle que se ve a la izquierda es Campomanes
Los jardines de La Rodriga y el gran edificio del Seminario de Oviedo. La calle que se ve a la izquierda es Campomanes GOOGLE MAPS
Primer cementerio de la ciudad
En primer lugar, parte del también conocido como parque de La Rodriga dio cobijo al primer cementerio de la ciudad. Por aquel entonces, las zonas bajas de la colina de San Cipriano —nombre original de la loma donde posteriormente se ubicaría el Seminario Metropolitano— estaban ocupadas por varias líneas de viviendas construidas desde los siglos XVI y XVII. «Era un barrio de extramuros especializado en la transformación y la venta de lana procedente de Castilla, ya que por ahí pasaba la histórica carretera que iba de Oviedo hacia Madrid. Pero en 1806 todo cambia. Debido a las epidemias y de acuerdo a la normativa a nivel nacional impuesta por el rey Carlos III de que hubiese cementerios en lugares sanos en vez de cerca de las iglesias, se empieza a construir el primer cementerio de Oviedo», asegura el arqueólogo e historiador Alfonso Fanjul, antes de detallar que el camposanto fue levantado entre el muro que separa hoy en día los Jardines, en la parte alta del mismo, y la institución diocesana.
Para ascender al cementerio, que fue bautizado como el de San Cipriano, había que hacerlo por el antiguo camino homónimo, que fue construido en 1809 y que ocupaba parte de la superficie del actual parque de La Rodriga. Un camposanto que fue utilizado durante la Guerra de la Independencia Española para enterrar los restos mortales de las víctimas. Sin embargo «con la llegada de la industria se quedó pequeño como cementerio municipal y se determinó que había que trasladarlo a su ubicación actual, en San Esteban de las Cruces, a pesar de que los vecinos estaban en contra, puesto que era más caro transportar los féretros en caballo hasta allí». No obstante, no es hasta 1860 cuando este se cierra «por completo».
Vuelo militar en Oviedo en 1934. Se ven los jardines y el antiguo cementerio
Vuelo militar en Oviedo en 1934. Se ven los jardines y el antiguo cementerio Alfonso Fanjul
Casa de un senador y lugar de duelos a muerte
A partir de 1865 se construye la actual calle de Campomanes, ubicándose en ella el palacio del marqués de La Rodriga. «Pertenecía a un empresario asturiano que se dedicaba a hacer dinero en Cuba y que después se convirtió en senador en Madrid. Quería tener aquí un lugar de residencia para cada vez que volvía a la región. Como apenas tenía familia, se lo dejó a su sobrina para que se encargara del mantenimiento del mismo», cuenta Alfonso Fanjul. En la parte trasera de esta mansión había un amplio espacio destinado a jardín. Limitaba al norte con la ladera del antiguo cementerio de Oviedo y se construyó sobre las antiguas huertas que se situaban en ladera, en la parte trasera de las viviendas periurbanas de época moderna.
El parque fue durante el siglo XIX un lugar de citas para duelos a muerte por cuestiones de honor, tal y como se ha podido concluir de las excavaciones arqueológicas —realizadas por el Ayuntamiento y en donde ha participado Alfonso Fanjul— en las que se encontraron sobre el viejo camino varias balas de plomo de pistola de avancarga, dos sin impactar. Un hallazgo que parece respaldar los comentarios manuscritos de Coello sobre el campo de San Cipriano, cuando se refiere a que las tapias del cementerio fueron el lugar elegido para «justas» o duelos por algunos ovetenses del siglo XIX.
Los duelos de honor tuvieron su edad dorada entre mediados y el último cuarto del siglo XIX en España, bajo la influencia de los ideales románticos. Aunque era considerada una práctica ilegal, el rechazar un duelo, dentro de la alta sociedad de la época, era considerado un deshonor. Bajo sus propios códigos, como el «lance entre caballeros» publicado por Julio Urbina y Ceballos-Escalera, se reglamentaban los duelos, hasta el punto de que aquellos que asumían el desafío también aceptaban que el litigio no llegase jamás a los tribunales.
Jardines de La Rodriga
Jardines de La Rodriga
Trinchera de la Guerra Civil
Además, durante la Guerra Civil española, el palacio del marqués de La Rodriga sirvió de cuartel y de refugio de algunas familias. Por su parte, «la zona baja del edificio se convirtió en un hospital» y a partir de él se creó una trinchera que «conectaba con los muros del cementerio abandonado, que se convirtió en una fortificación, y con el convento de las Adoratrices». Durante meses la zona fue bombardeada y la mansión de la calle Campomanes sufrió grandes desperfectos. «Los jardines fueron destruidos y en 1940 el Ayuntamiento de Oviedo decide arrasar el cementerio, ya que con los bombardeos las tumbas estaban abiertas y eso no era nada saludable», apunta el historiador y arquéologo.
A partir de ese momento, el palacio del marqués de La Rodriga «pasa a una corporación religiosa que lo convierte en colegio, hasta que en 1975 acaba siendo demolido». Tras su cesión por el Arzobispado, los jardines fueron acondicionados en el año 2003 por el Ayuntamiento de Oviedo. A día de hoy del edificio real apenas queda rastro, pero «lo más significativo es que el teatrillo aún se conserva», resalta Alfonso Fanjul, quien también es el encargado de realizar las visitas guiadas del programa «Conoce tus Parques» de la concejalía de Parques y Jardines del gobierno local. Una iniciativa «pionera en España» con la que se pretende «dar a conocer uno de nuestros grandes activos, los parques del municipio y su valor histórico y natural».
A la izquierda la entrada a los Jardines de La Rodriga desde la calle Campomanes y a la derecha desde el Seminario Metropolitano
A la izquierda la entrada a los Jardines de La Rodriga desde la calle Campomanes y a la derecha desde el Seminario Metropolitano
¿Cómo y cuándo se puede acceder a los jardines?
Los Jardines de La Rodriga cuentan con una superficie total de 7.966 metros cuadrados. Un espacio idóneo para gozar de la soledad, ya que por lo general el parque no suele estar muy concurrido y aunque esté situado en plena zona urbanita de Oviedo apenas se escucha el ruido de los coches. Cuenta con varios bancos que animan al descanso, así como varios árboles que no solo permiten respirar aire puro sino también regocijarse del sol. Las especies predominantes son los tilos, las acacias, los arces, los castaños, los laureles, los magnolios y los eucaliptos. Además, se puede disfrutar de unas bonitas vistas sobre la ciudad y observar monumentos como la Catedral.
Vistas de Oviedo desde los Jardines de La Rodriga
Vistas de Oviedo desde los Jardines de La Rodriga
En el caso de los Jardines de La Rodriga, las visitas guiadas comienzan a las 10.00 horas y el punto de encuentro es la entrada inferior del parque, situada en la calle Campomanes. Al igual que el resto de parques, la salida tiene lugar todos los jueves y domingos desde el mes de mayo hasta septiembre. En caso de lluvia o fuerte viento, la actividad queda cancelada.
La entrada al parque de Los Jardínes de la Rodriga es totalmente gratuita. Se puede acceder por el pasadizo que hay en el número 23 de la calle Campomanes. Tras cruzar el edificio se encuentran unas escaleras bastante empinadas, que dan acceso al parque, así como un ascensor que sube hasta el mismo. No obstante, a tan solo unos pasos del Seminario Metropolitano de Oviedo hay otra entrada al recinto. No está permitido el acceso a mascotas y el horario de apertura es de 9.00 a 22.00 horas durante los meses de abril a septiembre, y de 9.00 a 20.00 horas, entre octubre y marzo.
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