Cuando todo se mueve en la dirección contraria, eliminación o al menos recorte,en los medios periodísticos tradicionales, sale un fondito radicalmente especulador y se dedica a recuperar cadáveres.
Harbinger, el fondo buitre, se pone largo en el ‘New York Times’
@Elena Herrero-Beaumont.- - 23/08/2008 06:00h
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Philip A. Falcone, el nuevo ‘hombre de hierro’ del mundo de los Hedge Funds, ha decidido apostar por el afligido New York Times. El otrora agitador de la industria del papel ha realizado en los últimos días una serie de operaciones financieras que reflejan su apuesta por una subida en la cotización de las acciones del Times. Según cuentan sus colegas de profesión, Falcone es una superestrella, un ganador nato. El futuro de su última apuesta confirmará esta percepción, y también el destino de una industria al borde de la extinción.
El presidente de los dos fondos buitre que integran Harbinger Capital Partners está acostumbrado a ganar. Apuesta por industrias aparentemente decadentes y consigue hacerlas renacer. Su última apuesta por el emblemático Times será probablemente la más documentada de todas. Sus víctimas, los periodistas, están siguiendo muy de cerca cada movimiento del extravagante ‘trader’.
El último movimiento de Falcone ha consistido en una compleja operación de swaps, en la que su contraparte –cuyo nombre aún se desconoce- se compromete a abonar a Harbinger el importe acordado en caso de que suba la cotización de las acciones del Times a lo largo de un periodo de tiempo. Los actuales precios de referencia están entre los 12.75 y los 13.90 dólares por acción. El importe a pagar por la contraparte a Harbinger sería la diferencia entre los precios futuros y los precios de referencia, según reveló este miércoles la Securities Exchange Commission, o SEC, la institución que supervisa el mercado de valores norteamericano. Este viernes el valor de la acción cerró a 13.21 dólares, con un alza de 0.92% en relación con el valor de cierre del día anterior.
La última operación de Falcone forma parte de un entramado mayor, que comenzó en enero de este año, cuando el famoso 'trader' y su colega, Scott Galloway, el presidente del Hedge Fund Firebrand Partners, anunciaron un acuerdo de colaboración en el que se comprometían a actuar como ‘accionistas activistas’ en el Times. Su activismo iba dirigido a romper con la estructura accionarial dual del periódico neoyorquino, gracias a la cual la familia Sulzberger, que tan sólo tiene un 20% del accionariado, cuenta con un 70% de los derechos de voto.
Falcone y Galloway, que juntos cuentan con casi un 25% del accionariado del Times (20% Falcone y 4.9% Galloway), expresaron sus intenciones en una educada carta dirigida a Arthur O. Sulzberger, el presidente y editor del periódico, y a Janet L. Robinson, su consejera delegada. “Queridos Arthur y Janet: Espero que estén ustedes bien…”, comenzaban y continuaban expresándoles su deseo de colocar a cuatro directores en el seno del Consejo de Administración que la compañía celebra todos los años en abril. “Creemos”, escribió Galloway, “que es necesario un cambio de enfoque de cuáles han de ser los activos esenciales, y también un despliegue de capital que permita acelerar la adquisición de activos digitales. Ello creará la plataforma apropiada para poder competir en el actual panorama mediático”.
El Times se resistió al principio, ordenando a sus accionistas que votaran en contra del nombramiento de los nuevos cuatro directores. Pero finalmente dieron su brazo a torcer para evitar una batalla interna. Decidieron aumentar el consejo y nombraron a dos de los cuatro directores propuestos por el dúo Harbinger-Firebrand. La penetración de estos dos activistas en el consejo del Times determinará algunas de las próximas estrategias de la compañía, probablemente dirigidas a transformar al bastión de la prensa impresa en un potente medio digital.
La sagaz visión de negocio de Falcone no ha pasado desapercibida en el mundo financiero de Wall Street. En los cinco primeros meses del año, los activos de su fondo Harbinger aumentaron en un 30%, pasando de 19.000 millones de dólares a 25.000. Un porcentaje impresionante si se compara con el 1% que alcanzó de media el sector, según el índice Barclay’s Hedge Fund. Uno de sus compañeros de industria comentó al New York Post que Falcone, “siempre ve la jugada antes que nadie”.
Con su brillante jugada del 2007 consiguió unas ganancias de 1.500 millones de dólares, convirtiéndole en el segundo ‘trader’ de Wall Street por volumen de facturación. El antiguo operador de bonos basura apostó ese año por el hierro, materia prima poco cotizada a principios de 2007, pero que a lo largo del año aumentó su valor en nada menos que un 107%. Sería un sueño para muchos periodistas ver la misma evolución en las cotizaciones de las acciones del Times.
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