Harán todo los posible por no provisionar lo que deberían.
MAFO obliga a la banca a provisionar el 10% del valor de las casas que se 'come'... y quería llegar al 30%
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@Eduardo Segovia - 20/02/2009 06:00hDeja tu comentario (24)
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El problema del enladrillamiento masivo de la banca ha estado a punto de provocar una verdadera catástrofe en el sector. El Banco de España intentó obligar al conjunto de los bancos y las cajas a reducir en un 30% el valor de todos los activos inmobiliarios que están adquiriendo, lo cual desató todas las alarmas en el sector porque eso significaría la quiebra de unas cuantas entidades. Ante el rechazo frontal de las entidades, el gobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez se arredró y dejó el porcentaje en el 10%, un nivel mucho más asumible, según confirman varias fuentes del sector.
Como es de sobra conocido, los bancos se están quedando con incontables inmuebles antes de que dejen de pagar los créditos que pesan sobre ellos, porque así salen mejor parados tanto en términos de solvencia como de cuenta de resultados que si esperan a que entren en mora. Estos inmuebles se están valorando en general por el importe del crédito concedido, con la aquiescencia de las tasadoras -que cobran de los propios bancos-. Pero esta valoración es muy superior al precio real de mercado, en especial en los inmuebles adquiridos en los últimos años del boom y con un loan to value (porcentaje del valor de tasación que supone el préstamo) elevadísimo, que son los que no pueden pagar el crédito ahora.
De ahí la necesidad de reducir este valor y provisionar la pérdida teórica en las cuentas de la banca, que es lo que pretende el Banco de España, consciente de la grave situación del sector inmobiliario. El 30% no es un porcentaje elegido al alzar, sino la estimación actual del descuento medio que hay que aplicar a los inmuebles para poder tener esperanzas de venderlos. De hecho, la necesidad de aplicar descuentos todavía mayores para liquidar sus activos es lo que ha forzado la suspensión de los reembolsos del fondo Banif Inmobiliario.
Sin embargo, una provisión de esta magnitud sería inasumible para numerosas entidades que están cargadas hasta arriba de ladrillos y cuyos niveles de capital (es decir, de solvencia) no son en absoluto boyantes. No hay que olvidar que bancos y cajas ya se han 'comido' unos 10.000 millones de euros en inmuebles y que hay unos 300.000 millones de crédito promotor en el sistema cuya mora en próximos años es imprevisible (así como su valor de mercado, actualmente inexistente porque no hay mercado).
Ante la posibilidad de llevar a la quiebra a dichas entidades, MAFO decidió rebajar su exigencia hasta el 10%. El Banco de España tiene como principal objetivo en la crisis actual -reiterado esta misma semana por José Luis Malo de Molina- evitar que quiebre ninguna entidad española: de ahí la exigencia de que doten el máximo posible de provisiones a costa de reducir el beneficio, la tolerancia de una contabilidad imaginativa como la de Cajasur o, en último extremo, las fusiones para salvar entidades como la protagonizada por Unicaja y Caja Castilla La Mancha.
Va a resultados extraordinarios
Esta provisión del 10%, que ya empezaron a aplicar en el cuarto trimestre de 2008 algunos bancos como Santander, se aplica sobre el menor de dos valores: el importe del crédito que pesa sobre el inmueble o el de tasación actualizada. Dado que las tasaciones siguen dando en muchos casos valores superiores a los de la deuda, es éste el que se suele tomar. Formalmente, este 10% se dota en concepto de los gastos asociados a la venta del inmueble y a su conservación hasta que sea posible enajenarlo. De ahí que se considere una pérdida extraordinaria y que, en consecuencia, no figure en el beneficio recurrente de las entidades (que es el que ahora está de moda para ocultar la fuerte caída del beneficio neto).
No obstante, algunos bancos aseguran que están provisionando el 20% del valor de los inmuebles por criterios de prudencia, y en el mercado se conocen casos del 30% cuando se trata de activos muy deteriorados: normalmente suelo rústico comprado a precio de promoción terminada. Pero se trata de casos muy puntuales.
Una de las fuentes consultadas afirma que "a nivel sistémico, estas pérdidas no serán lo suficientemente importantes para poner en peligro los recursos propios o los resultados de las entidades". El gran perdedor será la economía española, porque se retrasa la necesaria limpieza del sistema financiero y del mercado inmobiliario para ajustarse a la realidad del mercado, lo cual aplaza la salida de la crisis.
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