La Cubana sigue comiéndonos el coco
CÓMEME EL COCO, NEGRO
Dirección y texto: Jordi Milán.
Intérpretes: Jaume Bosch, Xavi Tena, Meritxell Huertas, Ota Vallés, Meritxell Duró, Eduard Alejandre, Nuria Benetm Alexandra González, Roelkis Bueno, Jose Pedro García y Jordi Milán.
Lugar: Teatro Compac Gran Vía. Gran Vía, 66. Madrid
Teléfono: 91 541 55 69; tel-entrada 902 262 726.
Horario: M. y v., 21.30; s. 18 y 22.30h; d., 19h.
Precio: 25 a 38 €.
www.gruposmedia.com/granvia
Para aquellos que todavía no conozcan las muchas bondades de la compañía teatral La Cubana, llega a Madrid este espectáculo con el que celebran sus 25 años sobre las tablas. Cómeme el coco, negro es, sin duda, su espectáculo más emblemático, una función vendida como una revista musical con sorpresa en la que el público se convierte en un personaje más mientras no para de reír ante la multitud de ocurrencias que se van desplegando.
Y es que La Cubana se ha convertido en sinónimo de éxito gracias a espectáculos como Cegada de amor o Mamá quiero ser famoso, pero sin duda es éste su montaje más recordado. Su primera versión se estrenó en junio de 1989 y se representó hasta septiembre de 1991, por la mayoría de los 11 actores que formaron parte de esas representaciones ya no están con la compañía. De hecho, dos de ellos han acabado siendo muy conocidos gracias a la televisión y al cine: José Corbacho y Santi Millán.
Si acude a ver el espectáculo, le recomendamos que vaya media hora antes pues todo el asunto comienza antes de la hora programada con la representación de diversos y estrambóticos números de revista llenos de colorido y plumas. Y es que, como pronto descubrirán, el grueso del montaje lo conforma un análisis de lo que se cuece entre bambalinas: de las envidias, los divismos y los cotilleos varios que unos difunden de los otros. De esta forma asistimos a un verdadero viaje por la fauna de una compañía teatral en la que quedan perfectamente representadas todas sus especies.
Las interpretaciones, muy basadas en la interactuación con el público, son realmente sorprendentes, dejando al descubierto el grandísimo talento de actrices como Meritxell Duró, soberbia como Remedios del Río, una folclórica un tanto patosa; o Meritxell Huertas, genial como Piluca Sotomayor, una vedette cómica, o como la impagable Pepita ‘la sastra’. Pero es que el resto tampoco se queda atrás y demuestran sus muchas virtudes ya sea bailando, cantando o metiéndose tan en la piel de estos personajes creados con acierto por Jordi Milán.
Con un texto tan completo y un grupo de actores tan inspirado, las cosas no podrían salir mal. Imposible. Por eso no duden ni por un segundo de que si deciden ir a ver este espectáculo les espera una noche de teatro movidita. Déjense comer el coco por La Cubana.
LO MEJOR: El comienzo del desmontaje del escenario.
LO PEOR: Que no le guste la mortadela (y hasta ahí puedo leer
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