jueves, 5 de febrero de 2009

En manos de los políticos, ni la historia...ni la economía.

Las Cajas vascas ,iniciadoras de los proyectos de fusión, andan despistadas a causa de la clase política y sus intereses.

Patxi López: “La fusión de las cajas vascas fracasó por las imposiciones del PNV”
Patxi López, cajas, País Vasco, ETA

El líder de los socialistas vascos, Patxi López, durante un mitín (Reuters).
@Alex Oviedo / Asier Martiarena.- 05/02/2009 06:00h Deja tu comentario (6)
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En el cara a cara es un hombre afable, cercano y apasionado de la música (atesora miles de discos en su casa). Tararea una canción mientras se pone en manos del fotógrafo. Se lamenta de la reciente pérdida de los cantautores Mikel Laboa y Joan Baptista Humet. Estuvo en el concierto del Boss en el Camp Nou, pero no ha conseguido entradas para el de AC/DC. Le gustaría seguir hablando de música, pero al ver la luz roja de la grabadora tuerce el gesto. Sabe que la economía y la política, y no la música, van a marcar los próximos minutos. Y más en tiempos de crisis.

¿Pactarían ustedes con el PNV?

El objetivo de los socialistas vascos es ganar las elecciones para que haya un gobierno de cambio. Y eso no va a ocurrir con Ibarretxe cuatro años más como lehendakari. ¡Si es que han tenido callado a Ibarretxe durante una temporada para que no hablase de consulta, ni de Lizarra! Pero en cuanto ha podido, ha vuelto a decir que la consulta estará cien años en el programa del PNV. Y se va a Sudáfrica y en vez de ir con empresarios para relanzar la industria lo hace con asesores a internacionalizar lo que él llama el conflicto vasco. Es que nos está diciendo claramente que si gana las elecciones va a volver a lo mismo. Con ese raca-raca soberanista de división y enfrentamiento. Por eso es necesario hacer las cosas de otra manera en Euskadi. Y eso sólo se puede hacer con los socialistas.

¿En caso de ganar en minoría, qué apoyos buscaría el PSE?

Iríamos al Parlamento con un proyecto de país y unas propuestas. Y que las avale el que quiera.

Antonio Basagoiti, líder del PP vasco, ha dicho recientemente que podría formar equipo con los socialistas en caso de que los resultados fuesen positivos…

Eso depende del día que tenga, porque también dice que nosotros vamos a apoyar al PNV; incluso hay veces que parece que son ellos los que van a apoyarlo. Nosotros no nos presentamos a las elecciones ni para gobernar con el PNV ni con el PP, ni para hacer política contra ellos. Creemos que la política ha de hacerse a favor del país y de los ciudadanos. No vamos a jugar a reeditar políticas de bloques o a pasar factura al gobierno saliente.

¿Una política de mano tendida?

Claro. En Euskadi hacen falta acuerdos y pactos entre diferentes. Ésta es la seña de identidad de los vascos. Nuestra propuesta se resume así en cuatro grandes pactos: el primero, por la libertad y por la paz; un segundo de refuerzo de la convivencia en virtud del Estatuto; un tercero de modernización del país recuperando el prestigio de nuestra sanidad o educación; y un cuarto que nos permita salir de la crisis. Por eso si los socialistas ganamos las elecciones intentaremos buscar el mayor número de apoyos para obtener así el mayor consenso.

¿Euskadi o Euskal Herria?

Son juegos artificiales. Pero no sólo eso. Solemos dejar que unos pocos se apropien de conceptos que son de todos. Y es que el Estatuto de Autonomía dice: “El pueblo vasco o Euskal Herria se convierte en Comunidad Autónoma…”

¿Es posible entenderse con quienes piensan que Euskadi no es España?

Sí, pero porque creo que han de entender que el proyecto de Euskadi está en nuestro ámbito natural, que es España y es Europa; y que cuando más hemos avanzado es cuando nos hemos puesto de acuerdo. No es posible avanzar dando la espalda al conjunto de España, tiene poco sentido hacerlo en pleno siglo XXI. Si queremos hacer que Europa se una no podemos convertirnos en una isla. Tiene poco sentido hacer la casa del siglo XXI con los ladrillos del nacionalismo del XIX. Pero esto también lo dijo Josu Jon Imaz y se lo cargaron.

Estamos hablando de unir, y uno de los grandes problemas de estos últimos meses ha sido la falta de unión de las cajas vascas.

Esa es la demostración palpable de que ha acabado el tiempo en el que el PNV, por su cuenta y riesgo, trataba de imponer su modelo a todos los demás, sin dialogar ni hablarlo con nadie, buscando no el beneficio del país sino el control político.

Pero os achacan la culpa del fallo de la fusión a dos (BBK-Kutxa).

Nosotros estábamos en contra de una fusión a dos mal hecha, pero a favor de la unidad de las tres cajas. Lo que no se puede pretender es que, en lugar de buscar el consenso y el acuerdo, aceptáramos el trágala del PNV para controlar la BBK y la Kutxa como si se tratara de un batzoki más. Para apostar por la fusión, que evidentemente es positiva para hacer una caja fuerte, lo primero es definir qué objetivos persigue. Primero definamos qué es o cuál es el modelo de negocio. No me sirve un modelo especulativo que busque comprarse no sé cuántas promociones inmobiliarias en vez de generar riqueza o empleo a la sociedad. Para lo primero ya están los bancos. Y habría que definir un equilibro territorial. Quizás los territorios deberían mantener su capacidad de decidir qué es lo que les afecta. Y habría que dar respuesta a la pluralidad de su asamblea, y que la pluralidad de la sociedad se viera reflejada en sus órganos ejecutivos y de control. Pactando todo esto lograremos buscar el mejor modelo para la fusión.

¿Y ETA?

La prioridad del país es luchar contra ETA. Euskadi evidencia un agujero negro de libertad si, como dice Gesto por la Paz, hay 40.000 ciudadanos directamente amenazados por la banda. Hoy en día esta prioridad se tiene que traducir en unidad de los demócratas, en el respaldo sin fisuras al estado de derecho para emplear todos los mecanismos que tiene a su alcance: eficacia policial, colaboración internacional... Pero es que a los políticos nos corresponde la labor de deslegitimar todos esos argumentos que han hecho que ETA sobreviva en el tiempo. No basta con decir esas frases de “un país no se puede levantar sobre la sangre de los inocentes” o “no hay ideas que se puedan defender con las armas”. No, hay que empezar a ser claro.

Esto de que la Ley de Partidos ilegaliza ideas en Euskadi es mentira. Que me diga alguien una sola idea ilegalizada en el País Vasco. Hay cuatro formaciones políticas que defienden abiertamente en el Parlamento vasco la independencia o la autodeterminación… Por tanto, no hay un sector de la población que se quede huérfano para poder defender sus ideas. En cualquier país democrático se combate a aquellos que hacen de la violencia un medio para defender sus ideas. La política no puede ser una tapadera de una banda terrorista, para darle cobertura, financiación o respaldo social. Con estas cosas no se puede ser ambiguo. Y el Gobierno vasco lo ha sido.

¿Un gobierno no nacionalista acabaría con esta ambigüedad?

Seríamos clarísimos al respecto, porque pondríamos toda la voluntad política para acabar con ETA. Juntos, porque cuando más unidos estemos, más débiles serán ellos.

¿Y eso que socialmente ya no tienen tanto peso?

La última detención de Txeroki, una noticia buenísima en sí misma, ha demostrado que no pasa nada en Euskadi si cae la cúpula de ETA. Hace unos años las manifestaciones abertzales habrían quemado media Euskadi... Pero es que hay una debilidad enorme en ese mundo y cada vez son menos los que creen que persistir en la violencia puede llevar a algún sitio.

Muchos padres se quejan de que la educación que se imparte a sus hijos deja de lado la Historia de España y sólo se centra en la de Euskal Herria.

Y en muchos casos una Historia inventada, a beneficio de la causa. La Historia no puede estar en manos de los políticos. Por eso estamos en contra del currículum vasco.

¿Cómo está la situación económica en Euskadi?

Es evidente que Euskadi ha aguantado mejor la primera fase de la crisis porque nuestra economía no estaba tan basada en el sector inmobiliario, en el ladrillo o en la construcción como en otras comunidades españolas, aunque esto es una característica fundamental de la cornisa cantábrica en su conjunto; pero esta segunda fase de la crisis, cuando cae la confianza y la demanda, y los bancos no prestan dinero, nos afecta con toda la crudeza. Prácticamente todos los días conocemos nuevos Expedientes de Regulación de Empleo. Lo que pasa es que partimos de tener un tejido industrial mucho más diversificado, más competitivo y que aguanta mejor, pero eso no quiere decir que no haya que hacer cosas.

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