sábado, 14 de febrero de 2009

Metiendo el gas en casa.

Generación de electricidad: hacia una mayor dependencia del gas natural

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En 2008, el 32% de la demanda se cubrió con las centrales de ciclo combinado.
Generación de electricidad: hacia una mayor dependencia del gas natural.

C. R.

El peso en la generación de electricidad en España del gas natural, energía de la que se alimentan las centrales de ciclo combinado, sube como la espuma. En el último año, el 32% de la demanda nacional se cubrió con luz producida en estas instalaciones, frente al 25% del año 2007. Sube también el peso de la eólica, hasta el 11%, y baja fuertemente el del carbón, que en 2008 aportó el 16% de la electricidad consumida en el país.

La tendencia es, además, imparable. Al margen de que en los meses de invierno su peso disminuya por el aumento de las lluvias o del viento, lo que inmediatamente provoca que se genere más luz a partir de la hidráulica y la eólica, lo cierto es que en España la apuesta es total por este tipo de tecnología.

El primer interesado es el Gobierno. Según el Informe de Planificación Energética del Ministerio de Economía, en 2011, la generación eléctrica en España con gas natural supondrá el 33,1%, la nuclear, el 19,4% y las renovables, el 28,4%.

Más centrales

Gracias a ese apoyo público, las empresas se han lanzado a construir centrales de ciclo combinado (instalaciones capaces de generar energía eléctrica mediante la combustión de gas natural). A diciembre de 2007 ya había en España 57, 13 más que en 2006, y la previsión es aumentar el número un 50% para 2011. Además, en los nueve primeros meses de 2008, la primera eléctrica del país, Iberdrola, había aumentado un 58% la generación de electricidad a partir de esta tecnología.


Las razones que han llevado a esta apuesta son varias. En primer lugar, medioambientales. Estas instalaciones emiten menos gases contaminantes que las térmicas o el carbón, como exige el protocolo de Kioto. En concreto, las emisiones se reducen un 60% en el caso del dióxido de carbono y un 70% en el de los óxidos de nitrógeno.


El segundo punto a favor es que es más rentable que una central convencional. En concreto, según cálculos de Gas Natural, al utilizar gas para generar electricidad se obtiene un doble rendimiento de una misma fuente de energía, cifrado en un 57%, superior al rendimiento de una central convencional, en alrededor de un 36%.


El tercer argumento a favor utilizado por los expertos es que será una de las formas más baratas de obtener electricidad. Para 2030, y según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), generar un megawatio de luz con gas natural costará entre 40 y 55 euros. ¿El resto? La nuclear, no apoyada por el Gobierno, entre 40 y 45 euros; el carbón, entre 55 y 70 euros, y la eólica, entre 28 y 170 euros. Pero esta apuesta por el gas natural tiene también su parte negativa para un país, incluso un continente, el europeo, que depende del gas extranjero: ruso en el caso de Europa y argelino en el de España.

Dependencia

Según los cálculos de la AIE, la dependencia de la UE del gas importando era del 57% en 2005, porcentaje que aumentará hasta el 84% en el año 2030. Además, no hay que olvidar que el precio del gas está indexado al del petróleo, por lo que controlar su precio es algo que está fuera de las manos del Gobierno. También influye el tipo de cambio entre el dólar y el euro.


Como dato, baste decir que, para 2011, más de la mitad del consumo de gas en España será para abastecer las centrales de ciclo combinado existentes.


¿Ciclo combinado sí o no? La respuesta de los expertos es que sí, pero cuidado con el suministro y con poner en manos extranjeras el abastecimiento de gas y electricidad en España.

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