Champions League - Las grandes remontadas europeas que debe el mejor Barcelona
El centrocampista azulgrana reclamó la "gran remontada" que le falta a su generación tras caer ante el Milan. Para ello, tendrán que aprender del pasado, ya que el Barcelona lleva años sin poder levantarse de una derrota como la última sufrida en Champions. Es hora de que este Barça escriba otro capítulo en su propia historia.
Eurosport – Hace 9 horas
Tras las últimas demostraciones de fútbol total en la
última década, el Barcelona más exitoso de todos los tiempos ya ha
demostrado que poco o nada se le puede reprochar. Fieles siempre a una
idea de fútbol que en los últimos tiempos retomó Frank Rijkaard para que
posteriormente Pep Guardiola apuntalara un proyecto de leyenda, los
azulgrana han mantenido siempre un gran nivel de competición que les ha
hecho pelear por casi todos los títulos posibles a lo largo de las
últimas temporadas, llegando en alguna de ellas a arrasar con todos como
en la famosa campaña del triplete.
Eso sí, tal y como reconoce el propio Xavi Hernández, la generación más exitosa de la historia culé todavía tiene pendiente una gran remontada que
dé un giro a alguna eliminatoria que empezó con mal pie para los
azulgrana. El pasado reciente con este tipo de necesidad está plagado de
grandes decepciones, de llantos que la afición culé espera no tener que
repetir tras el encuentro de vuelta contra el Milan en el Camp Nou.Temporada 2006-07. El poder de Anfield. Tomando como base de la generación a la que alude Xavi la temporada en la que el Barcelona se alzó con la que significó su segunda Champions League (05-06), es en la fase de octavos de final de la máxima competición europea de la campaña 2006-07 cuando llega la primera gran decepción de este nuevo Barça que recuperaba el ADN que instaló Johan Cruyff. Los azugrana, entonces dirigidos por Frank Rijkaard, cayeron derrotados en el encuentro de ida de esta fase europea ante un Liverpool que supo anular el gol inicial de Deco para cerrar el encuentro con 1-2. En el choque de vuelta, con el Barça volcado para intentar lograr el milagro, el estadio de Anfield acabó anulando la fuerza de un Barça que se marchó a Barcelona con la victoria (0-1) pero sin el premio final.
Temporada 2007-2008. Fin de ciclo. Una temporada más tarde, sería otro equipo inglés, el Manchester United, el que se encargaría de acabar con las ilusiones del Barça, que buscaba una victoria fuera de casa tras haber cosechado un triste empate a cero en el Camp Nou. Nunca llegó ese gol de la victoria, sino todo lo contrario, ya que desde bien pronto -minuto 14- Paul Schole se encargó de acabar con el sueño culé de meterse en otra final de la máxima competición europea. La derrota supuso el punto de inflexión definitivo en el periplo de Rijkaard como técnico culé.
Temporada 2009-2010. Pep es humano. Fue un 13 de enero del año 2010 cuando se confirmó que el Barcelona de Pep Guardiola también podía perder una eliminatoria. Después de una primera temporada en la que se ganaron todos los títulos, el Sevilla fue el primer equipo en eliminar al Barcelona a doble partido al conseguir evitar que los azulgrana cosecharan otra de esas remontadas que a día de hoy siguen esperando. La ida de octavos de Copa, que acabó con 1-2 en el Camp Nou, fue un escollo demasiado grande hasta para el Barcelona de Guardiola, que acabó venciendo por 0-1 en el Sánchez Pizjuán pero diciendo adiós a la competición sin ningún remedio.
Temporada 2009-2010. Mourinho hizo daño. En esta misma temporada llegó la que quizás ha sido la decepción más grande para la afición azulgrana en los últimos tiempos. Tras caer derrotados por 3-1 en la ida de semifinales de Champions League ante un Inter de Milán dirigido por el archienemigo José Mourinho al que ya habían sabido derrotar en la fase de grupos, toda la afición culé se conjuró en torno a su equipo para intentar dar la vuelta a la eliminatoria en el estadio azulgrana. Una caravana de hinchas, gritos de 'Remuntada' y eslóganes que no sirvieron para nada. El Barça solo pudo ganar por 1-0 y acabó perdiendo eliminado de una competición que se acabó llevando su verdugo.
Temporada 2011-2012. La espinita de Messi. Al mismo espíritu se encomendó el Barça en la última campaña de Pep Guardiola en el banquillo en las semifinales de Champions League. El 1-0 en contra ante el Chelsea cosechado en el encuentro de ida mantenía esperanzas en un Camp Nou que esperaba que este fuera el año de la gran remontada que faltaba. No lo fue, terminando el encuentro de vuelta con un empate a dos goles que dejó como instantánea de la decepción la imagen del esférico lanzado por Messi desde el punto de penalti estrellándose contra el larguero cuando el marcador era favorable a los azulgrana.
Esta es la historia de un equipo grande, de leyenda, pero que ha estado obligado a convivir con la derrota y las grandes decepciones incluso en su propio estadio. Por suerte o por desgracia, siempre alguna circunstancia especial ha acompañado a esas amargas derrotas, y quizás sea esa la razón por la que el Barcelona nunca ha dejado de competir pese a los éxitos cosechados. Ese penalti de Messi podría significar algo. Xavi, y con él toda la plantilla, lo tiene claro. A este Barça le falta el último retoque del disfraz de héroe para ser, de una verz por todas, el mejor Barça de la historia.
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