miércoles, 9 de diciembre de 2020
Correcta lectura....* Momentum * Ovetense...
Las sensaciones no eran tan equivocadas
RAMÓN JULIO GARCÍA
El análisis, el contexto y las claves de actualidad del Real Oviedo
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Las buenas sensaciones del inicio de curso eran vilipendiadas por los más resultadistas, pero parece que se van transformando en triunfo. Al final, las 'sensaciones' no eran tan equivocadas e importan.
La temporada del Real Oviedo avanza por aguas tranquilas con un suave viento de popa que hace que invita a la calma y a la esperanza. La calma de saber que los sufrimientos de la pasada campaña no parece que se vayan a repetir esta. La esperanza de que por fin se ponga en marcha un proyecto a medio plazo que dé al club estabilidad económica (para que Carso no tenga que acudir anualmente a ampliaciones) y deportiva, para sentar las bases de un equipo de futuro en el que la cantera gane cada vez más peso.
La victoria en Sabadell debe ser puesta en contexto, lo primero conviene no olvidar que el conjunto catalán no pasa por un gran momento. Sin embargo, la experiencia dice que los azules están especializados en reanimar equipos en problemas. Sin embargo, las bajas con las que llegaban los ovetenses eran un hándicap importante. El 'Cuco' volvió a las rotaciones, que tanto le gustan, y esta vez funcionaron a la perfección para suplir a jugadores de mucho peso en el equipo. El valor añadido es ver como en el once la presencia de jugadores de la casa fue mucho mayor de lo que se recuerda en muchos años.
Que Lucas, Jimmy, Javi Mier, Riki y Borja Sánchez tienen sitio en la plantilla oviedista es algo que parece más que claro. Incluso en muchas circunstancias tienen plaza en el once. Son fruto la mayoría de ellos de una de las épocas más difíciles del club azul. Porque el trabajo de cantera no surge de un día para otro y lo más importante es la paciencia. Francesc Arnau manteniéndolos en la primera plantilla y Ziganda poniéndolos a jugar, dieron un paso importante, pero detrás hay otro trabajo que no siempre da resultados y casi nunca es reconocido.
No falta en las últimas ruedas de prensa de Ziganda una pregunta sobre Riki, que el domingo fue titular después de haber estado inédito desde el primer partido de liga ante el Cartagena en el que jugó tres minutos. Está bien preguntar, pero también habría que haber preguntado, en su día, porque se tuvo que ir al Tineo, Marino y Langreo. Es un jugador con unas condiciones más que suficientes para jugar en Segunda que necesita continuidad, pero también tranquilidad.
La 'covidnavidad' llega con menos fuerza, sin reuniones y comidas, pensando en quien es allegado o no, igual que el mercado de invierno, que además de ser más tardío, presenta menos urgencias. Desde la tranquilidad de la mitad de la tabla, Arnau tiene más margen para buscar algo que le convenza a él y al entrenador. Nada que ver con lo que pasó la campaña pasada en la era cuestión de vida o muerte y salió bien.
Ahora restan tres partidos antes de que llegue esta 'versión reducida' de la Navidad, en los que los de Ziganda tienen la obligación de seguir adelante en la Copa del Rey, ante un rival de Tercera, y necesitan hacer acopio de puntos ante Tenerife y Ponferradina para transformar la tranquilidad en ilusión en que al final se pueda luchar por algo más que por una cómoda permanencia.
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