El P.P. confirma la O.P.A. hostil sobre C, s ...

El PP ahonda en la crisis de Cs al sumar a la defenestrada Roldán LAS ELECCIONES CATALANAS Los populares se definen “casa común” del constitucionalismo ante el giro naranja El PP ahonda en la crisis de Cs al sumar a la defenestrada Roldán 30122020 Acto de Lorena Roldán con Alejandro Fernández. Roldán se pasa al PP Colaboradores CARMEN DEL RIEGO | BARCELONA / MADRID, SERGI QUITIAN | BARCELONA / MADRID 31/12/2020 00:01 10 En un día de mucho viento y trasiego político en Catalunya, no solo el PSC cambió cromos. También el PP catalán movió ficha, incorporando a su candidatura a la hasta ayer portavoz parlamentaria y senadora de Ciudadanos Lorena Roldán, que será la número dos de la lista por Barcelona haciendo tándem con el presidente regional del partido, Alejandro Fernández. Un golpe de efecto con el que los populares catalanes pretenden impulsar su marca como “casa común” del constitucionalismo ante el declive electoral con el que las encuestas amenazan a la formación naranja. El PP tendió la mano durante meses a Cs para tejer una alianza a escala estatal, España Suma, que tuviera su eco en Catalunya para las elecciones autonómicas, pero hoy, ya enterrado el proyecto de reconstrucción del centroderecha –que solo cristalizó en el País Vasco, con decepcionante resultado–, los populares catalanes han adaptado el guion sumando a la que hasta agosto era la candidata liberal para los comicios tras ganar unas primarias que luego el partido enmendó. En este sentido, en la puesta de largo del tándem Fernández-Roldán ayer en el hotel Grand Marina de Barcelona, los dos protagonistas hicieron hincapié con insistencia en la ambición del PP catalán de “aunar” y “revitalizar” el constitucionalismo en torno a su candidatura. Lejos queda el 2017, cuando Cs obtuvo su mejor resultado –primera fuerza, con 36 escaños– mientras el PP sufría su mayor varapalo –séptimo partido, con cuatro representantes–. Las encuestas trazan hoy dos líneas en sentido opuesto, con la formación naranja perdiendo más de la mitad de su fuerza y los populares doblando cifras. Una tendencia que aún sitúa a Cs por encima pero que el PP catalán quiere acelerar para convertirse en la referencia del centroderecha en el Parlament. Silencio en Génova para subrayar la autonomía de Alejandro Fernández para formar equipos y tomar decisiones En este empeño, el PP marca distancias con la estrategia que Inés Arrimadas está imprimiendo en su formación de acercamiento y negociación con el Gobierno de Pedro Sánchez. De hecho, Roldán, que renuncia a todos sus cargos públicos y orgánicos en Cs, acusó a la ejecutiva naranja de tomar en los últimos tiempos decisiones “unilaterales” y de actuar como “sostén” de los que “dan alas a quienes pretenden romper el país”. En este sentido, la hasta ayer portavoz parlamentaria de Cs en Catalunya y miembro de la mentada ejecutiva estatal, contrapuso el viraje de Arrimadas a la oposición de Pablo Casado –de quien alabó su discurso en la moción de censura de Vox– para reivindicar que el PP representa hoy el proyecto donde “el constitucionalismo encuentra una defensa sin tapujos, no solo a nivel autonómico, también estatal, contra la complicidad del PSOE con Podemos y separatistas”. En la misma línea, Fernández remató subrayando la necesidad de “rentabilizar el voto constitucionalista” para construir una “alternativa” no solo al independentismo, sino también al “sanchismo”. Con estas coordenadas, Roldán se acordó en más de una ocasión del expresidente de Cs Albert Rivera, que apostó por una oposición más dura de los naranjas al PSOE. Ciudadanos no rehusó esta brecha entre la estrategia naranja y la popular, y su actual cabeza de cartel para el 14-F, Carlos Carrizosa, vio “normal” que “cualquier persona que no se sienta reivindicada por el centro y que se sienta de derechas se vaya a un partido de derechas”. “Algunos se empeñan en hacer desaparecer del mapa político el espacio del centro y hacernos creer que solo existen la derecha y la izquierda, los rojos y los azules”, siguió, cogiendo la bandera de la “moderación” y la “sensatez”. Cs tapa agujeros y trata de hacerse fuerte en el rumbo dictado por Arrimadas desde Madrid frente al aciago horizonte electoral que le auguran las encuestas y las bajas que ha ido sufriendo el partido. Anteayer, Rubén Viñuales, hasta entonces portavoz de Cs en el Ayuntamiento de Tarragona –donde Roldán y Fernández coincidieron unos meses en el 2015–, fichó como número dos del PSC por Tarragona. Populares y socialistas aspiran a sacar tajada de un eventual descalabro naranja para atraer a parte del más de un millón de votantes que obtuvo Cs en el 2017, mientras que desde el sector crítico de la formación naranja ayer aprovechaban la salida de Roldán para dar un toque de atención a la dirección y exigir que en adelante se respeten las primarias. La hasta agosto candidata naranja a las elecciones catalanas afea el acercamiento de Arrimadas al PSOE Por su parte, la dirección nacional del PP guardó un significativo silencio sobre el fichaje de Roldán, que quiere subrayar que la operación no es algo urdido desde la sede de la calle Génova del PP, por Pablo Casado, sino que responde a una gestión personal del líder de los populares catalanes, Alejandro Fernández. Y es que el presidente del PP quiere demostrar que Fernández tiene autonomía para formar sus equipos, tomar sus decisiones e incluso elaborar su programa para las elecciones del 14-F, sin la intromisión del PP de Madrid. De hecho, desde la dirección nacional se apunta que Fernández será el presidente del PP catalán con más autonomía en una carrera electoral. Es una decisión muy meditada por parte de Casado, que ha comprendido que el PP de Catalunya tiene que tener una personalidad propia. Así se lo ha trasladado a Alejandro Fernández, según fuentes de la dirección nacional, con una frase simbólica: “Lo que se decida en Catalunya lo aceptaré”. El propio Casado ha reconocido que son palabras que pueden recordar a las que le dijo José Luis Rodríguez Zapatero a Pasqual Maragall sobre el Estatut. Pero el presidente del PP está convencido de que esta vez no tendrá que arrepentirse.