miércoles, 30 de noviembre de 2022

Según una reciente Tesis Doctoral, ASsturias " a huevu " en estos casos...

SILENCIO ADMINISTRATIVO Rememorar críticamente la catástrofe del Prestige Una asociación recopila materiales gráficos sobre la tragedia con el objetivo de avivar la lumbre de la memoria y romper con el silencio administrativo Palmar Álvarez-Blanco 30/11/2022

Voluntarios limpian chapapote de una playa gallega.

Voluntarios limpian chapapote de una playa gallega. LASEXTA A diferencia de otros medios, en CTXT mantenemos todos nuestros artículos en abierto. Nuestra apuesta es recuperar el espíritu de la prensa independiente: ser un servicio público. Si puedes permitirte pagar 4 euros al mes, apoya a CTXT. ¡Suscríbete! El pasado 19 de noviembre se cumplieron veinte años del hundimiento del Prestige. Durante los días posteriores al hundimiento del petrolero, se vertieron al mar unas 50.000 toneladas de las 77.000 que transportaba. Se contaminaron miles de kilómetros de la costa del litoral español, francés y portugués. La enorme marea negra que provocó daños medioambientales y psicosociales de enorme magnitud fue primero ignorada y luego minimizada por el Gobierno de José María Aznar. Todavía hoy queda pendiente una revisión de la responsabilidad política de quienes debieron decidir el destino de un barco que estuvo a la deriva siete días por las costas de Galicia. A lo largo del mes de noviembre distintos medios de comunicación dentro del Estado español se han hecho eco de actos de conmemoración de la catástrofe. Entre el ruido de los actos conmemorativos que fijan el hecho en un pasado lejano, la Asociación Unha Gran Burla Negra se propone como reto hacernos rememorar lo ocurrido para actualizar su significado, adaptarlo a nuevas condiciones y declarar débitos, responsabilidades, legados y herencias. Rememorar significa también conmemorar, pero no siempre ocurre lo mismo a la inversa. Con el filósofo Walter Benjamin (1892-1940) en sus Tesis sobre la Historia y otros fragmentos se aprende que el acto de conmemorar acríticamente puede de hecho ser peligroso por lo que tiene de olvido fácil de lo que de veras está siendo rememorado; del mismo modo, una rememoración crítica apelará al lenguaje y a la conciencia legal, ética y política, otorgándole un sentido histórico y material en tiempo presente al conocimiento del hecho rememorado. El proceso de la rememoración crítica alumbra los puntos ciegos de las historias exigiendo justicia, reparación simbólica y material y, por supuesto, enunciación de la verdad. La Asociación Unha Gran Burla Negra se propone como reto hacernos rememorar lo ocurrido para actualizar su significado En este proceso de rememorar críticamente, lo rememorado deja de ser representado como inevitable o ajeno al presente precisamente porque su recuento se impregna de ese sentido crítico que suele estar ausente en el acto de la conmemoración. Ese suplemento crítico es lo que le otorga al relato el potencial necesario para hacer saltar el continuum de la historia (tesis XVI de Benjamin) ayudando a cortocircuitar la autoridad del relato oficial, su sentido fijo o la oficialidad de su historia. Esto es precisamente lo que ocurre cada vez que nos pasamos un tiempo escuchando atentas el rumor del Archivo Vivo curado por las personas de la asociación Unha gran burla negra. Una tarea, debo subrayar, totalmente autogestionada con algunas complicidades de la Universidad de Santiago de Compostela. Diecisiete años llevaban esas cajas de materiales guardadas en espacios particulares; como explican las personas de la Asociación: “Esto es una historia de personas que guardan ese material, que es de muchísimo valor; tienen conciencia histórica para identificar ese valor y lo guardan. Y luego llegamos nosotros, de otra generación, sin contacto con ellas, pero recibimos esa traslación”. Cada una de las exposiciones o talleres que organiza la Asociación es una excusa para avivar la lumbre de la memoria y romper con el silencio administrativo Unha Gran Burla Negra surge en el año 2018 asumiendo la tarea ingente de levantarse sobre la base de una contradicción de la que se nutre ese mismo Archivo Vivo. Se trata de dar luz a imágenes fijas y silentes del ayer porque sin ellas resulta imposible explicar la compleja situación de crisis del presente. Como diría la joven Martina, protagonista de la novela Deseo de ser Punk (2009) de Belén Gopegui, el relato colectivo de voces, carteles, poemas, vídeos, marchas y protestas conforma un “punto de no retorno” desde donde se dijo “Basta Ya” a sabiendas de que “el punto de no retorno no tiene que ver con lo que hagas el día que lo cruzas. Te has ido acercando y resulta que al dar un paso más, un paso que parece bastante normal, sin embargo, lo has cruzado”, ¿Qué se ha hecho de ese punto de no retorno? ¿Quién se hace cargo del siguiente paso? ¿Qué condiciones sistémicas y estructurales lo provocaron? El Archivo Vivo es también lugar de acceso libre y se compone de todo tipo de materiales cedidos por las personas que fueron testigo activo del discurrir de la catástrofe. Funciona como caja de resonancias, como lugar de pregunta y de recuento, como casa de quien se sabe pueblo y que no olvida las razones que lo destinan a ese lugar. Cada una de las exposiciones, encuentros, talleres, visitas a las aulas, etc., que organiza la Asociación es una excusa para avivar la lumbre de la memoria y romper con el silencio administrativo. Desde la Constelación de los Comunes, otro archivo vivo de comunidades autogestionadas en torno al eje de lo común, queremos rendir homenaje al trabajo que vienen realizando las compañeras de Unha Gran Burla Negra. Y lo queremos hacer cerrando el mes de conmemoraciones con la noticia de un espacio para la rememoración. Dejamos aquí testimonio en primera persona del plural para quienes quieran escuchar una melodía distinta a la oficial. A veces solo hay que seguir el hilo rojo de las historias.

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