miércoles, 1 de febrero de 2023

Siempre nos quedará...PODEMOS.

o sigo creyendo en Podemos Asturies Sensatez, generosidad y altura de miras: el mensaje para el sector de Daniel Ripa y para el de Sofía Castañón Por Paco Álvarez 1 febrero 2023 Sofía Castañón y Daniel Ripa. Voy con la verdad por delante: soy votante de Podemos en los tres escenarios territoriales: Unidas Podemos, Podemos Asturies y Podemos-Equo Xixón. Con el carajal actual no sé a quién votaré en las elecciones de mayo, pero sin duda votaré. Respeto a la gente de izquierdas que nunca ha querido votar o que en esta ocasión no lo hará, pero yo votaré, por dos razones que para mí son fundamentales: la primera es que en nuestro bando, el bando antifascista, hubo gente que entregó hasta su último aliento para defender algo tan básico (y tan denostado o tan poco valorado hoy) como el derecho a que las generaciones que veníamos detrás pudiéramos meter una papeleta en una urna. La segunda es que creo que en la coyuntura política actual cada papeleta que deje de meter en la urna una mano de izquierdas es un ladrillo que refuerza ese bloque de la derecha y de la extrema derecha que, si les cuadran las cuentas electorales, se entenderán perfectamente para segar libertades individuales y colectivas. Porque el PP y Vox son distintos síntomas de la misma enfermedad: la España de los señoritos y de la patronal, la España negacionista de los crímenes franquistas, la España garrula que regatea la cultura porque la cultura tiene un tufo inherente a libertad, la España inquisitora que le niega derechos a las mujeres y al colectivo LGTBI… Votaré en mayo con la mano izquierda (es la mano con la que escribo, soy zurdo a todos los efectos), pero a día de hoy no sé a quién votaré. La izquierda transformadora a la que voto desde hace dos legislaturas hoy en día da pena y no veo nada más que merezca la pena a la izquierda del PSOE, que de izquierdas tiene bien poco. Primer grupo parlamentario de Podemos Asturies. Foto: Iván G. Fernández. Podemos Asturies superó los 100.000 votos en las elecciones al Parlamento asturiano en 2015. Yo fui uno más de los que lo apostó todo a aquel proyecto: anteriormente solo me había implicado como militante en el Bloque de la Izquierda Asturiana y en el Bloque por Asturies. Podemos Asturies surgía con vocación destituyente no solo respecto al bipartidismo del PSOE y del PP, sino también respecto a Izquierda Unida, que había ido lapidando el enorme patrimonio de rebeldía heredado a cambio de tocar poder a la sombra de un PSOE que siempre se ha manejado como nadie en el espacio de la izquierda chanchullera y combayona. Con Podemos Asturies por primera vez había una izquierda transformadora, no subsidiaria y enormemente plural (una izquierda comunista, ecologista, independentista…) que agrupaba sus fuerzas bajo un mismo nombre. Y aquello ilusionaba. Pero no tardaron en aflorar, en esa supuesta nueva política, los viejos vicios de la izquierda: el navajeo y el quítate tú para ponerme yo. Y de esos lodos vinieron estos barros en los que el sector de Sofía Castañón y el sector de Daniel Ripa escenifican el Duelo a Garrotazos del cuadro de Francisco de Goya. Dani y Sofía se han dejado la piel en este proyecto, como se la han dejado otros cargos del partido. Yo tengo buena sintonía personal con ambos y tengo cercanía con gente de un sector y del otro. Quizás por eso me atrevo a exigir sensatez, generosidad y altura de miras para que aquel proyecto, utópico pero hermoso, de asaltar los cielos siga levantando nuestros corazones. Yo sigo creyendo en ello, yo sigo creyendo en ellos.

No hay comentarios: