lunes, 16 de febrero de 2009

Casi sin poner el timbre en la puerta.....

Tienen que marchar, las tramponas de los nuevos productos financieros se loe llevan por el desagüe.

Rothschild banca privada despide a su consejero delegado y se plantea cerrar en España
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@Eduardo Segovia - 16/02/2009 06:00hDeja tu comentario (2)
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El área de banca privada de la mítica firma suiza Rothschild atraviesa una gravísima situación en España que, salvo milagro, va a provocar su cierre. De momento, la semana pasada prescindió de su consejero delegado, Antonio Rizo, tan sólo ocho meses después de su fichaje procedente del Banco Popular, según confirma la propia entidad. Se espera que este semana se comunique a más empleados (tiene 11 personas en plantilla en nuestro país) su despido o bien el cierre definitivo, aunque de momento no hay una decisión oficial tomada.

Las alarmas sobre la situación de Rothschild Gestión (no confundir con Edmond de Rothschild, propiedad de otra rama de la familia, que también tiene sus propios problemas) saltaron a la vuelta de vacaciones de Navidad, cuando sus profesionales dejaron de contestar al teléfono en la oficina de Madrid y se hizo imposible contactar con ellos por parte de colegas y amigos. Además, se ofrecían excusas peregrinas para ello, como que el consejero delegado tenía gripe... durante más de un mes. Al final, la situación ha terminado por estallar con el despido de Rizo y el probable cierre de la actividad en España.

"En este momento estamos revisando nuestro negocio a la luz de la situación actual -como probablemente están haciendo todos los bancos privados en España-, aunque todavía no se ha tomado la decisión de cerrar la oficina de Madrid", declara un portavoz de Rothschild en Zurich. Respecto a su ya ex consejero delegado, afirma que "Antonio Rizo Ordóñez se incorporó a la firma en mayo de 2008 con el objetivo de hacer crecer nuestro negocio en el mercado español. En el transcurso de este tiempo, nos hemos dado cuenta de que tenía dificultades en cumplir nuestras expectativas, por lo que podemos confirmar que abandonó la entidad la semana pasada".

Antonio Rizo sustituyó a Álvaro Villacieros como consejero delegado a la vista de los pobres resultados conseguidos por éste desde que se montó Rothschild Gestión en 2005. Junto a Rizo se incorporaron Carlos Iburo Quintano, José Antonio Méndez Roth y Francisco Dolz Utrera, también de Popular Banca Privada, y Francisco Canga Fuentes, procedente de BNP Paribas. Curiosamente, Villacieros permanecía como consejero de Rothschild Gestión; fuentes conocedoras de la entidad califican su puesto de "consejero florero" y achacan su permanencia a la "necesidad de evitar que se llevara los clientes a otra entidad".

No es la única presencia sorprendente en el consejo de Rothschild Gestión: en él también figura todavía Jorge Delclaux, ex consejero delegado del banco de negocios de Rothschild, pese a que abandonó la entidad allá por junio de 2006 para incorporarse a Ibersuizas.

Exceso de costes y falta de sinergias

El caso es que todas estas incorporaciones no han dado el fruto deseado y ahora Rothschild lo reconoce con el despido de Rizo. Distintas fuentes consultadas señalan dos causas principales para este fracaso. La primera es un problema general en todo el sector y consiste en una estructura de costes -y no sólo de personal- exagerada para el mercado español y para el volumen de negocio que había conseguido la entidad.

La segunda es la falta de sinergias con el área de banca de inversión, que sí funciona bien en España y suele estar presente en la mayoría de las grandes operaciones empresariales. Lo habitual es que, si un banco realiza una operación para una empresa, se lleve la gestión de parte de su patrimonio a su banca privada (o viceversa: se capta un cliente de gestión de patrimonio y la banca de inversión le ayuda con operaciones de su empresa). Sin embargo, ambas unidades seguían estrategias divergentes a causa de que la banca privada depende de Zurich y la de inversión, de Londres.

En el sector nunca había habido mucha confianza en este proyecto: "Si una marca como Rothschild sólo fue capaz de encontrar consejero delegado en el Popular, que es un banco sin tradición de banca privada, y además, no se llevó a ningún alto cargo, es que casi nadie confiaba en ellos en un entorno de cambio de ciclo como el actual", opina un directivo de otro banco privado internacional.

Precisamente, el peso de la marca es lo que más choca de la crisis actual: "Sólo con el nombre de Rothschild se deberían abrir un montón de puertas, por lo que es difícil entender cómo no han conseguido asentarse en España, a diferencia de Edmond de Rothschild: la entidad de los 'otros Rothschild' es mucho más grande en nuestro país y, dejando aparte la crisis global del sector, marcha muy bien", añade otro profesional del sector.
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