viernes, 3 de diciembre de 2010

Las CCAA a lo suyo.

La deuda de Cataluña rozará los 40.000 millones en 2012

03.12.2010 D. Gracia 2

Las comunidades van a tener que dar el do de pecho en la gestión de sus finanzas para ganarse la confianza de los mercados.
El compromiso reciente de publicar trimestralmente el estado de sus cuentas, el tijeretazo al capítulo de inversiones o el recorte de su sector público empresarial siguen sin solucionar otros problemas de fondo. Las previsiones de crecimiento de la economía a medio plazo son insuficientes para generar ingresos y financiar un gasto estructural que no ha cambiado con la crisis: la sanidad, la educación y los servicios sociales absorben dos tercios de los presupuestos autonómicos.
La agencia de calificación Fitch alertó ayer de que las medidas tomadas hasta ahora “no son suficientes y no impedirán que la deuda de algunas comunidades autónomas se incremente fuertemente, en algunos casos se podría incluso cuadriplicar en 2014”. Y por eso, mantiene de momento la “perspectiva negativa” para todas las Administraciones regionales que supervisa.
Una de las comunidades que más credibilidad ha perdido en los mercados es Cataluña. Hace un mes lanzó una emisión de 2.500 millones de euros de bonos para particulares (conocidos como “patrióticos”) para esquivar las dudas de los mercados de capitales, cerrados a parte de la deuda subsoberana (aquella que proviene de Administraciones inferiores, como comunidades y ayuntamientos). Fitch considera que la Generalitat, pese al Plan Económico y Financiero pactado con el Estado, no podrá evitar que la deuda escale hasta los 39.000 millones de euros en 2012, frente a los 26.500 que tenía en 2009.
La débil previsión de crecimiento a medio plazo es el principal cuello de botella para las regiones
Estas previsiones de Fitch, no obstante, no tienen en cuenta el cambio de Gobierno que se avecina en Cataluña tras las elecciones. Uno de los compromisos programáticos de CiU es adelgazar el peso del sector público empresarial de la Generalitat y ajustar el gasto público.
Paso atrás
La agencia “ha rebajado o rebajará las calificaciones de aquellas comunidades que consideren que su dinámica presupuestaria para 2011 y 2012 no estará en línea con la registrada en 2004 y 2006. Fitch todavía considera que hay bastantes dudas sobre la recuperación de la economía y que la tasa de paro se mantendrá cerca del 17% en 2012”, explica en un informe publicado ayer.
Fitch admite que 2011 será un año de cambios para las comunidades. “La mayoría”, explica, se han acomodado a los objetivos de déficit pactados con el Ministerio y han anunciado políticas de austeridad. Además, se beneficiarán del nuevo modelo de financiación autonómica.
Sin embargo, el cuello de botella de las autonomías es el mismo que el del Estado. Sin un crecimiento de la economía sólido que genere empleo y actividad, la máquina de los ingresos fiscales (consumo, inversión, beneficios empresariales) seguirá estancada. La solución, por tanto, pasa por acomodar el edificio autonómico a una realidad más modesta que la anterior.

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