Después de dar mil vueltas, acabarán como pipiolas en manos de los Bancos.
El sector tiene pendiente ser más eficiente
Los SIP de las rurales entran en vía muerta y dan paso a fusiones regionales
Los dos procesos nacionales de fusión emprendidos por las cajas rurales han encallado ante el Banco de España tras dos años de negociaciones. Ese es el sentir general del gremio. Las entidades optan ahora por otro modelo de integración: formar media docena de grupos de ámbito regional.
E. G. Ercoreca - Madrid - 28/02/2011
Los grandes proyectos de las cajas rurales vuelven a encallar. Como ya ocurriera con la integración de balances malograda a mediados de la década, los miembros de la Asociación Española de Cajas Rurales (AECR) han sido incapaces de sacar adelante fusiones nacionales aceptables a los ojos del Banco de España.
El supervisor ya ha dado la negativa al sistema institucional de protección (SIP) que promovían 27 cajas comarcales asesoradas por AFI y que sumaban 9.176 millones de euros en activos, el 15,4% del Grupo Caja Rural. Aunque su intención era constituir un banco como cabecera, el proyecto fue desechado por el organismo que encabeza Miguel Ángel Fernández Ordóñez porque solo mutualizaba el 40% del resultado en lugar de la totalidad del beneficio. Además, y por si quedara algún resquicio de duda, el Real Decreto Ley 2/2011 para el reforzamiento del sistema financiero recién aprobado penaliza fiscalmente en su artículo 67 a aquellos grupos en los que sus integrantes no pongan en común todas sus ganancias.
El proyecto liderado por las grandes cooperativas (Ruralcaja, Navarra, Sur y Granada), hasta ahora llamado "SIP nacional", también ha fracasado. Sus promotores planteaban que, en lugar de constituir un banco o cooperativa central, los participantes aprovecharan el marco jurídico de la AECR para darse apoyo mutuo. Es decir, operar en función de un contrato o "SIP normativo".
Históricamente, el Grupo Caja Rural ha dispuesto de un fondo de solidaridad para atender insolvencias de sus miembros, pero para ser activado requería el permiso previo de las cajas en lugar de estar operativo con carácter automático y contar con poderes coercitivos sobre los socios, como tienen las cabeceras de los SIP.
El Grupo Caja Rural emitió un comunicado el pasado jueves reiterando que "optimizará la disciplina y la supervisión, y que se afianzarán los órganos coordinadores del grupo". Pero las fuentes consultadas lo dan por muerto. Aunque todavía no haya una respuesta oficial, todas asumen que el Banco de España no aceptará que la AECR actúe como cabecera porque no es una entidad de crédito y, por tanto, no puede ser supervisada.
Suficiente capital, poca eficiencia
Desde el sector recuerdan que prácticamente todas las cooperativas cuentan con una ratio core capital superior al 10% y, además, no dependen de los mercados mayoristas para financiarse. Su gran asignatura pendiente es, en cambio, la eficiencia, que casi siempre rebasa el 50%.
Para afrontar esta cuestión, en los últimos dos años han emergido varias fusiones regionales. En la Comunidad Valenciana, Ruralcaja ha agrupado a 13 cooperativas a su alrededor y formado Grupo CRM. En el sur peninsular se ha constituido Grupo Ibérico, integrado por las Rurales del Sur, Extremadura y Córdoba. En Castilla-La Mancha ha emergido Globalcaja fruto de la fusión de las rurales de Ciudad Real, Albacete, Cuenca y La Roda. Mientras, en Aragón, Multicaja y Cajalón han alumbrado la Nueva Caja Rural de Aragón.
Traspaso de filiales y baile de entidades
Cajamar ha aprovechado las disensiones en el Grupo Caja Rural para asimilar cooperativas. Así, ha logrado integrar a Rural Balears, Caja Campo y otras tres cajas valencianas. Debido a esta integración, Cajamar debe vender a los miembros de la AECR las acciones de las seis entidades en Banco Cooperativo, RGA y RSI. Pero la operación se demora ante la posibilidad de que más rurales se sumen al grupo de Almería. Fuentes sectoriales indican que tiene contactos con Castellón, La Vall San Isidro y La Vall D'Uixó.
Otras cajas que formaban el SIP de AFI se han aproximado a alguna de las otras cuatro fusiones regionales (CRM, Ibérico, Aragón, Globalcaja) con vistas a integrarse. Aun así, unas pocas cooperativas sopesan crear un sexto grupo cooperativo, que completaría el mapa de rurales.
Las próximas semanas serán clave porque las entidades deben presentar los proyectos de fusión a sus asambleas, que se celebrarán en primavera.
La cifra
72 entidades forman la Asociación Española de Cajas Rurales (AECR). Al margen quedan el Grupo Cooperativo Cajamar y Caja Laboral.
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