Economía pone límites a las cajas de ahorros para captar capital en su red de oficinas
20.02.2011 María Martínez 1
Los bonos convertibles en acciones, títulos que algunas cajas ya han anunciado que venderán en sus sucursales, sólo podrán representar el 25% de los fondos que forman el capital básico.
El Ministerio de Economía pone límites a la recapitalización de las cajas a través de su potente red de sucursales. Las nuevas exigencias de solvencia planteadas por el Gobierno obligan a las cajas a salir al mercado a obtener en escasamente un año hasta 20.000 millones de euros. Las entidades necesitan captar en tiempo récord la mitad de los fondos obtenidos por toda la banca europea en 2010, con un doble lastre de partida: la desconfianza de los inversores hacia las cajas y las pobres perspectivas de crecimiento del mercado bancario español a corto plazo.
El mercado pone en duda que las cajas vayan a contar con un respaldo claro de los grandes inversores, lo que abre la puerta a una apelación masiva al ahorrador minorista. Los grupos que contemplan esta vía ya tienen sobre la mesa las primeras pautas que tendrán que seguir.
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Minoristas
El real decreto que desarrolla el nuevo plan de recapitalización puesto en marcha por el Ejecutivo detalla que cualquier operación de venta de acciones deberá realizarse de conformidad con los criterios de la Comisión Nacional del Mercado de Valores para asegurar la adecuada protección de los inversores. “Adicionalmente, en el caso de que una parte de la emisión se comercialice entre la clientela minorista, se requerirá la solicitud de admisión a negociación en un mercado secundario oficial”, indica el real decreto.
Este punto rompería, de momento, los esquemas de grupos como Unnim. Su intención es convertirse en un banco –no cotizado– y colocar entre sus clientes dos tercios de la emisión prevista.
La vigilancia no sólo se estrecha sobre la venta de acciones, sino también sobre títulos convertibles en acciones, otro de los instrumentos que el Ejecutivo ha incluido en su definición de capital principal. Como la banca ya hizo en 2009 con una avalancha de más de 12.000 millones en participaciones preferentes, las cajas podrían optar ahora por replicar esta estrategia con bonos convertibles. La Caixa ya ha anunciado una próxima colocación entre particulares por 1.500 millones.
Estos títulos, sin embargo, tendrán que cumplir una serie de exigencias para que puedan computar como capital principal. En primer lugar, su volumen. La norma desarrollada por el Ejecutivo precisa que los valores convertibles “no podrán representar más del 25% del capital principal”. Eso significa que si algún grupo tiene una laguna de solvencia superior a este importe, no podrá resolverlo mediante una apelación agresiva a sus clientes.
Lograr vender estos títulos, por otra parte, tampoco debería ser fácil teniendo en cuenta las condiciones que deberán cumplir. Su conversión en acciones no podrá ser posterior al 31 de diciembre de 2014. El banco o caja podrá decidir “en cualquier momento el impacto del cupón” que pagan estos títulos como retribución. “Su comercialización deberá realizarse de acuerdo con los criterios de la CNMV para asegurar (...) la efectividad de la relación de conversión que se proponga a los inversores”, dice el decreto. “Adicionalmente, en el caso de que una parte de la emisión se comercialice entre la clientela minorista, se requerirá solicitud de admisión a negociación, tanto del instrumento de deuda como del título de capital, en un mercado secundario oficial”.
Contactos con la CNMV
En las últimas semanas, distintas entidades han comenzado a contactar con la CNMV para recibir el visto bueno a sus planes. Algún grupo, sin embargo, se habría lanzado a adelantar detalles de sus planes de recapitalización sin consensuarlos previamente con el supervisor.
“Estamos a la espera de que la CNMV marque las reglas”, explican en una entidad que ha anunciado su próximo salto al parqué. Entre otros aspectos, qué parte de la colocación podrá venderse entre pequeños inversores.
Las cajas defienden la comercialización en las sucursales, “al igual que los bancos colocan sus ampliaciones en la red”, explican fuentes del sector de cajas. Podrían, incluso, financiar la compra de acciones por parte de sus clientes, una práctica que permite la legislación vigente.
Fuentes del sector subrayan que sería lícito vender la mayor parte de la colocación en la red, siempre que un porcentaje de la operación–incluso minoritario– fuera adquirido por institucionales que fijarán un precio de referencia. Otras fuentes dudan que se vaya a permitir que el pequeño inversor financie el grueso de la recapitalización.
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