Las mejores inversiones frente a la crisis del petróleo
26.02.2011 A. Redondo / J. Zuloaga / A. Antón 0
Oriente Medio es un polvorín. A la caída del régimen tunecino de Ben Ali, en enero, se sumó este mes la huida del dictador egipcio Mubarak, en ambos casos por las protestas sociales. Ahora, el malestar de los ciudadanos agita Libia.
Gadafi, que ha gobernado con mano de hierro el país en los últimos 40 años, lucha por mantenerse en el poder y reprime con crueldad a sus súbditos. Los observadores internacionales dan por segura su derrota, mientras las tensiones parecen reproducirse en otros países del Magreb.
Riesgo de contagio
En Argelia, Bahrein y Marruecos los ciudadanos ya han exigido en las calles un aumento de sus derechos y medidas para frenar su carestía. El mayor temor, desde el punto de vista económico, está en que la revolución social se propague a Siria, y de ahí a Irán y Arabia Saudí. Estos dos últimos concentran el 40% de la producción de la OPEP, por lo que el precio del crudo podría dispararse todavía más y amenazar seriamente el crecimiento mundial: el aumento de la factura energética de los países y empresas importadoras alimentaría la inflación y provocaría una subida de tipos de interés, que pondría contra las cuerdas a muchas economías que todavía requieren de impulsos extraordinarios por parte de las autoridades monetarias, entre ellas España.
A día de hoy, parece que estos países tomarán medidas para suavizar el descontento social. Hay que recordar que Irán ya vivió importantes revueltas sociales el año pasado contra el Gobierno de Mahmoud Ahmadinejad.
Más allá de un contagio más grave, la situación en Egipto, Túnez y Libia llama a la cautela de los inversores, que han diversificado mucho sus carteras hacia estos mercados en los últimos meses. Por un lado, la seguridad jurídica de estos países está ahora en tela de juicio. Muchas empresas con intereses en la zona, como las petroleras, han repatriado a sus trabajadores y está por ver si los nuevos gobiernos respetan, o no, los contratos existentes. Entre las empresas europeas no hay ninguna con una alta exposición a la zona (ver información adjunta), si bien notarían en sus cuentas el cese de sus actividades en Oriente Medio.
Dudas
Por otro lado, preocupa el nuevo modelo de gobierno de estos países. Un sistema democrático sería bien recibido tanto por los mercados. En el caso de Egipto, HSBC indica que “la liberalización política podría ser positiva para el comportamiento económico de Egipto, como lo fue para las economías post-soviéticas de Europa del Este”.
De ahí el miedo a que los líderes radicales islamistas se hagan con el poder en Libia, Túnez o Egipto, o en otros países si se suceden las protestas. Los expertos apuntan que ello provocaría una espantada tanto de las empresas como de los inversores. Además, supondría un nuevo repunte del petróleo.
De prolongarse en el tiempo y la geografía, la actual crisis puede acabar impactando a la economía real. “Ya no es sólo el hecho de que algunas de estos países sean importantes por sus reservas y producción de crudo y gas, también por el potencial de inestabilidad social dentro y fuera de estas economías”, apunta José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España. Además, el experto apunta que puede darse un importante movimiento migratorio de ciudadanos de estos países hacia países desarrollados, en especial europeos.
A la espera de conocer el devenir de los acontecimientos, los analistas recomiendan una aproximación más defensiva en las carteras, con menos exposición, de momento, a las bolsas, en especial a las emergentes (además se hace un poco de caja tras el buen comportamiento de estos mercados en 2010).
Impacto en las inversiones
En renta fija, los bonos más solventes, como los alemanes o estadounidenses, son una buena opción en el corto plazo. Pero, sin duda, lo más recomendado para paliar el impacto de Oriente Medio en la cartera son las materias primas, en especial el petróleo, cuyo precio se ha disparado en los últimos cinco días más de un 9%. En divisas, los analistas aconsejan resguardarse en la moneda europea y el franco suizo.
LA FORTALEZA DEL DÓLAR, EN JAQUE
Las revueltas han provocado una “huida hacia a la calidad” en todos los activos, que en materia de divisas se ha traducido en una revalorización del dólar (sube un 0,59% en lo que va de mes), de la corona noruega y del franco suizo, consideradas más seguras.
Sin embargo, a corto plazo, los expertos aventuran un futuro más nublado para la moneda estadounidense. Miguel Llorente, gestor de patrimonios de CapitalatWork, explica que EEUU se autoabastece de petróleo y en su propia moneda, por lo que no sufre el repunte de la inflación. Por contra, Llorente cree que el resto de países que dependen del Brent intentarán rebajar su factura energética mediante el tipo de cambio: depreciando el dólar mitigan el alza del petróleo.
Esta situación beneficiará al euro, por lo que las firmas de inversión recomiendan tomar posiciones en esta moneda. En lo que va de año, la divisa europea gana un 3,5%. Ayer cerró en 1,3775 dólares. En cuanto a la corona noruega y el franco suizo, si continúan las incertidumbres podrían seguir en su espiral alcista.
EL PETRÓLEO Y LOS ALIMENTOS, EN LA RAMPA DE SALIDA
Uno de los principales focos de preocupación, desde el punto de vista económico, que han levantado las revueltas en Libia y Egipto ha sido la producción y distribución del petróleo (por el cierre del Canal de Suez), activo que se ha revalorizado un 10,19% en febrero.
Pese al nerviosismo, el abastecimiento de crudo está asegurado: Libia es un productor menor en la OPEP (representa el 5% del total). Además, actualmente hay un excedente de crudo del entorno del 5%, según Johnny Russell, director de inversión de renta variable internacional de SWIP. De hecho, Juan Ramón Caridad, responsable de clientes institucionales de Swiss Global Iberia, indica que la OPEP no ha aumento este mes la producción pese a los disturbios.
Ahora bien, en el medio plazo se espera que el petróleo mantenga su senda alcista, por lo que la inversión en este recurso básico es una buena opción para minimizar el impacto de Oriente Medio en las carteras. La posibilidad de las revueltas se extiendan a otros países de mayor relevancia en la OPEP, en especial a Irán y Arabia Saudí, seguirá impulsando la cotización del crudo.
La mejor vía para invertir en las materias primas son los fondos de inversión, que permiten tener exposición a un amplio abanico de recursos básicos. También se puede recurrir a los ETF (fondos cotizados), que ofrecen la posibilidad de apostar por una o varias materias primas.
En Banif creen que el Brent podría subir “entre 5 y 10 dólares adicionales por barril”. Ayer, cerró en 111,4 dólares. El máximo histórico del Brent está en los 146 dólares que marcó en julio de 2008, en un entorno de incertidumbres sobre la producción en Oriente Medio y una caída de las reservas de EEUU.
Por otro lado, el incierto panorama geopolítico ha azuzado al alza la cotización de los metales preciosos, como el oro (sube un 5,4% en febrero) o la plata (se anota un 16%), por su perfil de activo seguro y, al igual que el petróleo, tienen buenas perspectivas.
El gas natural, que entre junio de 2010 y enero de este año se depreció un 15,5% por el excedente de producción, ha frenado su sangría: se teme que Argelia, uno de los principales productores sufra revueltas. Sin embargo, esta calma se prevé más efímera. Si finalmente el país africano resuelve su situación, los inversores podrían retomar el castigo. Otra buena vía para protegerse de las tensiones en Oriente son las materias primas agrícolas.
Caridad explica que el trasfondo del malestar social en el Magreb es la carestía de los alimentos. Las malas cosechas y la progresiva urbanización de muchos países emergentes productores han impulsado al alza el precio de estas materias primas (el trigo, por ejemplo, ha ganado un 30% en 12 meses, frente al 38% de la soja y el 133% del algodón). No se descarta que algunos países árabes compren masivamente alimentos para contentar a sus ciudadanos, lo que impulsaría las cotizaciones.
EMERGENTES Y ALIMENTACIÓN SACAN JUGO AL CONFLICTO
Tras el nerviosismo inicial que las revueltas en Egipto y Libia provocaron en los índices, la situación parece ahora estabilizada. Los indicadores han retrocedido sobre sus pasos (el Ftse británico incluso cotiza en negativo en el año, cuando a mediados de febrero ganaba un 1,65%), en parte también porque los inversores han hecho caja después de las fuertes subidas de las últimas semanas.
De cara al corto plazo, las tensiones en el Magreb podrían provocar nuevos sustos en bolsa. La recomendación para los inversores más conservadores es reducir la presencia de la renta variable en sus carteras. Para los más tolerantes al riesgo, las firmas apuntan una serie de valores que pueden sacar provecho del entorno actual.
Las compañías energéticas son las más beneficiadas. Pese al castigo de los primeros días a las petroleras presentes en el país (Eni, Repsol, BP), los expertos indican que sacarán provecho del entorno actual. Johhny Russell, director de inversión de renta variable internacional de SWIP, explica que el alza del petróleo y otras materias primas impulsará los resultados de estas empresas. En este sentido, valores como Total, Repsol o Eni pueden ser buenas opciones. Todas ellas cuentan con buenas perspectivas de resultados, positivas recomendaciones de los analistas e interesantes potenciales alcistas (el menor, de Repsol, es del 8%).
Al calor de Oriente Medio también sacarán provecho las empresas relacionadas con las materias primas agrícolas, igualmente por el alza de los precios. Algunos valores el sector alimentación, por tanto, puede ser un buen refugio. En lo que va de año cede un 4,73% en Europa.
Ahora bien, también conviene tener presente los valores a los que más perjudica la situación actual, para evitarlos. Por un lado, Miguel Llorente, gestor de patrimonios de CapitalatWork, indica que las incertidumbres podrían continuar sobre algunas empresas con intereses en la zona, ante el temor de que la seguridad jurídica de los países árabes cambie y se revisen o cancelen los contratos. En este grupo de valores estarían, principalmente, las concesionarias, con importantes obras públicas en esta zona. Dentro de la bolsa española podrían verse afectada Sacyr Vallehermoso, aunque los analistas indican que su exposición es menor a la algunas de sus competidoras europeas, como Lafarge (en la última semana ha caído un 7,79%).
Por otro lado, el alza de los precios del petróleo va a dañar a aquellos negocios que no tengan capacidad para traspasar este aumento de costes a sus clientes. Russell indica que el caso más claro serán las compañías industriales (sector que gana un 30% en el año). Las aerolíneas también sufren este nuevo entorno por el incremento de precio del crudo: en torno al 30% de sus costes están relacionados con el combustible y no les resulta fácil traspasar el incremento a los clientes, por lo que sus márgenes podrían resentirse. De hecho, este sector marcó mínimos desde noviembre esta misma semana. En la bolsa española, IAG (antigua Iberia) y Vueling han caído un 10,7% y un 8,15%, respectivamente en cinco días.
Por otro lado, el ascenso del petróleo pone en jaque el crecimiento mundial. En Banif indican que “hasta que el precio (del petróleo) no alcance los 125 dólares no comienza a destruir demanda”. Una cota que cada vez está más cerca (el viernes cerró en 111 dólares por barril). El alza de las materias primas impulsará la inflación y ya se dan casi por seguras subidas de tipos a finales de este año que cercenen el crecimiento económico.
En este entorno, los valores más castigados serían los más ligados al comercio. Pese a los nervios actuales, los expertos inciden en que no todos los emergentes están con problemas. José Luis Jiménez, director de invesiones de March Gestión, apunta que estos mercados serán de nuevo los mejores en 2011.
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