domingo, 31 de octubre de 2021
Ana Freixas...lectura obligada.
“Las viejas estamos sustituyendo al Estado del bienestar”
La psicóloga y catedrática Anna Freixas publica su nuevo libro, 'Yo, vieja', donde apuesta por una nueva visión más afirmativa y orgullosa de la vejez
Por
Christian Ferreiro
30 octubre 2021
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Anna Freixas, al lado del mural frente a la Facultad de Formación del Profesorado, en Uviéu. Foto: Alisa Guerrero
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Christian Ferreiro
Graduado en Filosofía por la Universidá d'Uviéu. Esperando ser docente de secundaria en un futuro no muy lejano.
Anna Freixas Farré (Barcelona, 1946) es psicóloga, escritora feminista y catedrática jubilada de la Universidad de Córdoba. Ha sido galardonada con diversos premios por su labor en el ámbito de la igualdad de género, y más recientemente, en 2019, fue la primera mujer nombrada Doctora Honoris Causa por la Universidad Simón Bolívar de Barranquilla, Colombia.
En sus investigaciones, Anna Freixas se ha ocupado del envejecimiento de las mujeres desde el campo de la Psicología con perspectiva de género. Es considerada como una de las pioneras en el desarrollo de la gerontología feminista en España, y ha publicado diversas obras en esta línea. En la última, Yo, vieja. Apuntes de supervivencia para seres libres(Capitán Swing, 2021), apuesta por una nueva visión más afirmativa y orgullosa de la vejez. El pasado jueves, presentó este libro en la Facultad de Formación del Profesorado y Educación de Uviéu, acompañada por la profesora Esperanza Fernández, en un acto organizado por la Asociación Feminista de Asturias. Aprovechando su visita a Asturies, hemos charlado con ella sobre varias cuestiones.
La profesora Esperanza Fernández, junto con las integrantes de AFA y Anna Freixas, en la presentación de ‘Yo, vieja’. Foto: Alisa Guerrero
El título de tu libro es “Yo, vieja”. Detrás de ese “yo”, ¿qué quieres afirmar?
El libro se titula así porque tiene como objetivo naturalizar un término que significa solamente que has cumplido años. “Ser vieja” indica que estás en un momento del ciclo vital que es la vejez, lo cual no tiene en sí mismo ninguna connotación negativa, de decrepitud, de pérdida. Es decir, hay pérdidas a lo largo de toda la vida. Y en la vejez también las hay. Pero también hay ganancias. Por tanto, el objetivo es hacer una declaración de identidad orgullosa de haber llegado hasta este punto.
Históricamente, en las sociedades capitalistas han tenido más importancia aquellas personas que están en edad de productividad. Así, la juventud y la vejez han estado más arrinconadas. ¿Cómo ves este desplazamiento social?
El concepto de la productividad es un concepto que hay que revisar, porque los viejos somos también productivos, y mucho. En la crisis de 2008, fueron los y las viejas pensionistas que dieron de comer a sus hijas y nietos. Hay que entender otros aspectos de la productividad más allá del PIB, porque nunca se tienen en cuentan los trabajos de cuidados. Incluso, los y las viejas llegamos a ser más productivos que la gente joven… Aunque esto tiene que ver con nuestra sociedad, donde la juventud no logra acceder a trabajos remunerados estables que les hagan sentir que contribuyen al bienestar de una comunidad.
“Las abuelas somos palancas de libertad y pensamiento crítico”
El 15M, del que ahora se cumplen ya 10 años, sirvió para estrechar lazos intergeneracionales y compartir experiencias entre juventud y vejez, frente al prejuicio del edadismo. ¿Cómo ves actualmente las relaciones entre generaciones jóvenes y viejas?
En mi libro, invito a las abuelas a ser las que abran las ventanas de las nietas, es decir, que sean la palanca que les da la libertad. Una abuela puede proporcionarle a su nieta una libertad cuyos padres no le van a dar porque, a veces, se consideran en la obligatoriedad de educar y constreñir. Las abuelas pueden dar una perspectiva diferente, y creo que es muy importante el papel de las generaciones viejas. Las abuelas somos palancas de libertad y pensamiento crítico.
Anna Freixas invita a que las abuelas “abran las ventanas” a las nietas. Foto: Alisa Guerrero
La soledad es el gran “elefante en la sala”, que todos sabemos que está ahí, pero del que nadie habla. ¿Qué alternativas se pueden dar a la soledad? ¿Podría ser la participación activa y la implicación en política una vía para tejer lazos sociales?
Sin duda, la soledad es uno de los problemas que nos une a todas las edades. Lo has dicho muy bien, creo que la participación es clave. Y puede serlo a varios niveles: en tu barrio, comunidad de vecinos, asociaciones de mujeres… Aunque esto es más complicado en el entorno rural. La sociedad tiene que ofrecer alternativas a la soledad, ofrecer oportunidades de participación a la gente de todas las edades. También es un proceso personal, hay que enfrentarse a la pregunta de “¿cómo doy el paso de salir y participar?”. En este sentido, las mujeres envejecemos mejor que los hombres porque, por nuestra tradición, tenemos más redes de comunicación, intimidad, amistad… Eso es una gran fortaleza. Cuando llega la vejez, tu red está ahí. Este es un valioso aprendizaje para los hombres también, y creo que los jóvenes están empezando a incorporarse a esa cultura del cuidado y de la creación de vínculos.
Freixas visitó la Facultad de Formación del Profesorado, en Uviéu. Foto: Alisa Guerrero
¿Y cómo se puede impulsar esa participación desde las instituciones?
Hay ya muchas redes comunes, muchos espacios de asociación de vecinos, ONGs de trabajos voluntarios sostenidos por la labor de gente mayor… En cierto sentido, los viejos y las viejas estamos sustituyendo al Estado del bienestar.
¿Qué opinas de los proyectos de cohousing? En Asturies, la cooperativa Axuntase ha sido la primera en plantear un proyecto de cohousing intergeneracional.
Los proyectos de cohousing me parecen muy interesantes. Los que yo conozco, en Europa y otros sitios, son destinados a gente mayor en los que hay apartamentos, o grupos de mujeres que deciden comprar un terreno para construir una casa… También conozco otros proyectos de estudiantes universitarios que conviven en residencias de mayores, creando vínculos cercanos y experiencias compartidas. Pero no sabía que había proyectos de cohousing intergeneracionales, y parece muy interesante.
Coincido plenamente...una oportunidad...Única.
La fiebre del queso invade la ciudad: «Oviedo es un escaparate mundial y hay que aprovecharlo»
La hostelería anticipa una semana de bares llenos a la vez que sigue su certamen de pinchos y el comercio transforma sus escaparates en queserías
ALBERTO ARCE
OVIEDO.
Domingo, 31 octubre 2021, 00:32
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Más de 4.000 quesos de los 5 continentes, 230 jueces internacionales, miles de asistentes de todos los países, ponencias científicas y gastronómicas, un foro de innovación lactoquesera, un Gastro Cheese Comedy con la cocina en directo de chefs de la talla del Premio Princesa de Asturias a la Concordia José Andrés.....
Eutanasia....
Hacerla posible y....visible!
Doerte Lebender: un último Baileys para decir adiós a la vida
La aceptación de su madre, las dudas religiosas, una opción de dejarse morir, la visita de su amiga Elke, la ropa que se compró para el día de su muerte y su osito Maximilian Theodor
Su amiga Elke (a la izquierda junto a su marido) visitó a Doerte Lebender y a Artur Rettenberger (derecha) /
A.R.
"Cada noche pienso en lo maravilloso que sería dormir y no volver a despertar"
José Miguel L. Romero
Ibiza
31 de octubre del 2021 a las 09:19. Actualizada a las 11:45
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27 SEPTIEMBRE
Falta un mes para que administren la eutanasia a Doerte Lebender. Ya tiene concertada la fecha: 27 de octubre. Aún no sabe la hora. No podrá ser, como ella quiere, a las 11 horas y 11 minutos, para que coincida con la fecha de su nacimiento (11 de noviembre de 1962), números que aparecen en los dos candelabros que ha colocado sobre el pequeño altar en que se ha convertido la mesa del salón, ahora llena de flores, cartas, regalos de amigos, anillos, pendientes, plantas…
Siente alivio al saber que logrará su propósito, pero también porque al fin ha conseguido la comprensión de su madre, Ilse, tras conversar con ella telefónicamente: "No estaba completamente segura de si ella me entendería. Pero ahora sé que sí". Artur Rettenberger asegura que Ilse lo veía venir: "A veces, Doerte contaba a su madre que había recibido la visita de la psicóloga. O del neurólogo. ¿Para qué?, le preguntaba Ilse. Por la eutanasia, le respondía. Pero la madre no preguntaba más, pasaba a otro tema rápidamente. Doerte iba dando pistas, pero su madre no quería profundizar en ellas. Hasta que ya se lo comunicó explícitamente". ¿Y por qué cree que ya la entiende? "Porque me contó que mi tía le dijo que si ella estuviera tan enferma como yo decidiría morir. Sabe que estoy sufriendo, que tengo dolores, que no puedo moverme, que tengo dificultades de todo tipo para vivir".
Hay una pequeña pega religiosa: «Mi madre comprende que quiero irme, pero también me dice que no es justo porque Dios tiene una hora para cada uno de nosotros". Son protestantes: cree "en Cristo y en los ángeles", aunque se define como "poco religiosa". "Para mí -confiesa- es muy difícil, pues tengo también esa misma idea: sé que tengo una hora predeterminada para morir. ¿Pero realmente cambio la hora al hacer esto? Quizás, sugerí a mi madre, esta sea mi hora. No lo sabemos".
También la consuela creer que cada humano tiene un alma: "Cuando muera, ¿adónde irá la mía? Tiene que ir a algún sitio. Mi padre murió cuando era muy joven. El alma de mi padre vaga cerca de mí. Yo la siento, a veces hablo con él. Noto cuando está aquí, y cuando no me acompaña. Durante medio año no la sentí. Cuando le hablaba, percibía que no estaba. Ahora sí está a mi lado".
La novedad de esta semana: esperan la visita del equipo médico, compuesto por una médica y dos enfermeras. Rettenberger quiere concretar con ellas cómo será el proceso, los tiempos, cómo se colocarán en tan pequeño espacio. El apartamento es diminuto: "Necesito saber cuántos seremos aquí dentro, dónde estará ella, si echada en la cama o sentada en el sillón; dónde se situarán los facultativos; dónde estaréis Rafa, que es un amigo, y tú". Quiere que las facultativas se muevan a su nivel, que no estén todo el rato de pie, que lo que ella vea desde su asiento no sean sólo sus culos. Ante todo, dignidad. Quiere cuidar hasta ese detalle.
Lebender desea que yo esté presente el día de su muerte, pero al mismo tiempo le preocupa: "La psicóloga me ha advertido de que puede ser duro para ti. No sé cómo te afectará ver todo eso. No te preocupes, es mi trabajo (respondo a lo Rafa Latorre). Antes de irme vuelve a insistir: "¿No crees, de verdad, que será demasiado duro estar aquí cuando yo me vaya? ¿Has visto alguna vez un muerto? Yo solo a mi padre. ¿No te será difícil asumirlo?". Seguro.
Lebender vuelve a recalcar que para ella es muy importante que deje claro que «no es un paseo tomar esta decisión, ni que la eutanasia es un cheque en blanco para suicidarte". «No dices de repente, oh, quiero matarme porque no me encuentro bien. He necesitado meditar sobre esto tres años. Hasta el último momento no me decidí. Soy consciente de lo que hago. Esta enfermedad te anula, pero te deja vivo. Podría vivir 20 años más, pero en tan mal estado, tan mal... Lo que me esperaría sería una tortura", explica. "La gente debe entender que la eutanasia no es suicidarse. Lo haces porque no tienes mejora, no tienes futuro, no tienes salida. Esta enfermedad puede anular tu cuerpo, pero puedes seguir viviendo 20 años más con mucho sufrimiento. Tomar esta decisión supone transcurrir antes por un camino muy difícil. Es muy duro. Sabes la fecha en la que morirás. Como un condenado".
Cuando, movidos por la desesperación, probaron la vía Suiza, la descartaron muy pronto: "Eso parecía una máquina de matar. Allí sí que va cualquiera, con depresión, sin depresión. Te haces miembro de una asociación, te cobran 80 euros al año para poder ir algún día… En cuanto se apuntó en Suiza, llegaron las cartas para cobrar. Lo primero, poner la mano. Tienen las instalaciones en una zona industrial. Ella lo vio y dijo que eso no era lo que quería". "Necesito hacerlo -subraya Lebender- sin que sea algo semiclandestino. Aquí, en España, son más estrictos; en Suiza me parece que les vale con que desees morir para darte una pastilla. Y que pagues. No les importan los motivos".
La otra opción es dejarse morir. Tiene frecuentes infecciones de orina: "Sin antibióticos (en el último año los tomó en tres ocasiones) podría fallecer pronto. Ya tuvo una sepsis y estuvo ingresada en el hospital Can Misses. Si la hubieran denegado la solicitud, de aquí a cinco meses ya no viviría, pues se negaría a tomar ese antibiótico. En su testamento vital ya ha dejado claro que no quiere asistencias de ningún tipo".
Al contrario que el protagonista de ‘Richard dice adiós’, no planea vivir a tope sus últimos días: "Nada. Tuve una vida tan llena, tan bella. No me falta ya nada. A veces voy a la playa para sentir la brisa y ver el mar". El único capricho que se va a dar es beber un Baileys. Rettenberger ya ha comprado la botella: "No bebo alcohol, salvo esto. Y en los cumpleaños". Porque no le gusta la idea de convertir sus últimos días en un maratón de actividades: "Tengo un amigo de 26 años que padece cáncer desde los 15. Le dieron ocho años de vida. Su existencia está condicionada a esa espada de Damocles. Es hiperactivo. Pero si no paras de hacer cosas es porque aceptas tu muerte. Yo solo me voy de viaje. Mi vida continuará. Es como llegar a una puerta donde me estarán esperando para continuar mi existencia. Un conocido me decía que iba al cementerio a saludar a sus abuelos. ¿Para qué? Allí están sus huesos, no mis abuelos. Mi cuerpo desaparecerá, pero mi alma no. Empezaré un gran viaje, iré a todos los sitios. Ahora volveré a volar".
"Para alguien que te quiere, lo peor es que remueva tu ropa cuando ya no estás"
Beberá esa última copa de Baileys y repartirá su ropa entre amigos y Cáritas: "Para alguien que te quiere, lo peor es que remueva tu ropa cuando ya no estás". Y sigue preparando regalos: «Hay objetos que quiero mucho, como ese barco (situado en una estantería), que es para mi hermano. Ese libro (‘El sabor de las flores’) es para Artur. Mi osito de peluche, Maximilian, que lo tengo desde los cinco años, quiero darlo a la hija de mi amiga". Maximillian Theodore, un osazo, le sirve ahora de barrera mullida en la cama para evitar que caiga sobre su costado derecho.
Lebender junto a su osito Maximilian Theodore, que tenía desde los cinco años
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A.R.
La última semana no ha soñado nada. Ni jugar al tenis ni ponerse medias de fantasía. Quizás sean las pastillas para el dolor neuropático, que toma de noche y que cada vez son más fuertes. O puede que sea, como dice Rettenberger, porque siente el alivio de que está a punto de lograr su propósito.
6 DE OCTUBRE
Siente frío. Está tapada con una rebeca. Su cuidador ya ha echado el edredón en su cama. Hoy está más sonriente que nunca porque la acaba de visitar su amiga Elke, que viajó acompañada de su marido: "La conozco desde que tenía 21 años. No la veía desde hace 17 años. Al salir del hotel, lloró de la alegría. Fue muy emocionante". ¿Ha cambiado de idea tras ese encuentro con su amiga? "No". ¿Ella le propuso desistir? "No. Me conoce desde hace muchos años. Ha visto cómo estoy ahora, mi deterioro. Me entiende perfectamente». Le trajo regalos: unas velas, un pan con flores, objetos de Austria, hasta un trébol de cuatro hojas. Y Lebender lea obsequió con un adorno de mariposas. Preparó, además, una caja plateada que contiene dos anillos suyos y un caballito de porcelana. Se la dio a su marido para que se la entregue a Elke el día de su cumpleaños. Fueron de shopping, que le encanta. A cinco, a seis tiendas, no recuerda. Y se compró, junto a Elke pero sin que ella lo supiera, la ropa que se pondrá el día de su eutanasia: botas con tachuelas, chaqueta, jersey y un pantalón gris cómodo y ancho. Nunca lleva pantalón, pero es lo más práctico para ese día, por si tienen que abrirle urgentemente una vía en la ingle. Rettenberger pidió a Elke que la despedida fuera lo menos intensa posible, suave. Seguirán comunicándose por Whatsapp.
Lebender lleva días pensando por qué aguanta tan firme, con tanta entereza: "Ahora siento una fuerza increíble. De noche, a veces me pregunto por qué no lloro. Sólo lo hago cuando pienso en mi perrita. ¿Por qué? Porque ella no lo entenderá. Cuando no estoy, me busca". También va tachando días del calendario: "Una semana menos, pero para mí eso es una liberación. Se acerca mi liberación. El camino ahora es como la ascensión a una montaña muy alta, de pendiente muy difícil. Me imagino que ese día, el 27 de octubre, estaré arriba y desde allí podré ver todo lo que he dejado abajo. Cada día subo un trozo más, cada día me voy un poco más. Pero no miro la cima, sé que llegaré. Sin impaciencia". La que asciende sin descanso es la esclerosis múltiple: "Mi ojo derecho no se abre ya completamente. Noto cada día una cosa más que va a peor". No puede controlar las manos. Rettenberger recorta a menudo sus uñas para que no se lastime con ellas. El día de su eutanasia se las pintará de esmeralda.
Planear la muerte provoca situaciones extrañas. Todo lo que están viviendo es raro, complejo. Mañana irán a la aseguradora para contar que morirá el 27 de octubre. No es fácil explicar una muerte anunciada sin levantar sospechas. Aún hay pocos casos de eutanasia. Quizás no se normalice este procedimiento hasta dentro de unos años: "Contaremos, confidencialmente, lo que va a pasar. Quiero elegir la urna, quiero que todo esté claro para no molestar a quienes están a mi alrededor. Mi padre murió siendo yo muy joven, de manera repentina, por accidente. Fue un peso para la familia decidir en esos momentos el ataúd. Quiero saber cómo me sacarán de aquí. No quiero que los vecinos me vean. No quiero molestar a nadie. No quiero asustar a nadie". Rettenberger se niega a hablar con el seguro el día de la eutanasia: "Es lo último que deseo. Voy a pedir a los que se encargan del entierro que lo hagan por mí. Si me preguntaran de qué ha muerto Doerte, exploto".
11 DE OCTUBRE
Doerte Lebender no quiere que me olvide de escribir lo siguiente: "Un agradecimiento general a los médicos; a mi psicóloga; a las de cuidados paliativos, dos chicas que son unas hachas, que llevan esto con alegría y con una disponibilidad tremenda. Las llamas y nunca ponen pegas. Ni una pregunta ni un por qué: siempre van a lo que solicitas".
Otro apunte: que todos tenemos pleno derecho sobre nuestras vidas, sobre poder decidir, que eso no debe depender "de un partido que se rige por una determinada religión". "Me gustaría escuchar a Pablo Casado (presidente del PP) si estuviera ahora en mi piel", plantea. "A los políticos que quieren derogar la ley de la eutanasia les pido que imaginen que padecen lo mismo que yo. Mi cuerpo ya no es mi cuerpo. Pesa mucho. Puedo pensar, tengo la mente clara, pero estoy tan débil que sólo quiero dormir".
"A los políticos que quieren derogar la ley de la eutanasia les pido que imaginen que padecen lo mismo que yo. Mi cuerpo ya no es mi cuerpo. Pesa mucho. Puedo pensar, tengo la mente clara, pero estoy tan débil que sólo quiero dormir"
Aún no han podido conocer al equipo médico, pero ya saben que estará compuesto por una médica y dos enfermeras. Su doctora de cabecera la visitará el 25 de octubre por si necesita algún medicamento para calmar la ansiedad. Las de paliativos también llamaron: si precisa algo porque tiene angustia, que no dude en llamar: "Pero yo estoy muy muy tranquila. Más que nunca. Para mí es un alivio enorme todo esto". También está calmada porque cree que su madre se ha puesto en su lugar y porque ya ha confirmado que no viajará a Eivissa. Su hermano, Andreas, viajará el mismo día 27 de octubre, junto a su mujer, Kordula, desde el norte de Alemania hasta Nuremberg, donde reside su madre, para estar juntos esa jornada. A Lebender, saber que eso ocurrirá, que su madre no estará sola, la consuela. Han acordado con Ilse que, cuando haya expirado, la médica de cabecera la telefoneará. Bastará que diga las siguientes palabras: "Soy la doctora de Doerte. Ya está".
21 DE OCTUBRE
Hoy conocerán al equipo médico. Ingeborg, la hermana de Artur, habla por videoconferencia con Lebender. Rettenberger sostiene el móvil. Tras colgar, dice estar emocionada: "Nunca pensé que tantas personas llegaran a estar a mi lado en estos momentos. Tanto amor es increíble". Eso le da paz y le permite dormir plácidamente. Rettenberger ha llegado a la conclusión de que no es por los fármacos: "Sus siestas se han alargado mucho, a veces a las siete de la tarde sigue frita. ¿Por los medicamentos? No. Es porque se está soltando, ya no tiene la tensión de vivir. Y la enfermedad avanza más rápido". A veces suelta alguna lágrima:
-Esta semana he llorado a veces, un poquito. Pero estoy bien.
-Pero antes no lloraba.
-Últimamente, a veces, cuando mi amiga me cuenta algunas cosas y ella llora.
-Por empatía.
-Por tanto cariño. Esto es muy duro porque tengo cerca de mí a muchas personas que no quieren que me vaya. Eso es difícil. Aunque ayuda mucho que todos me digan que me entienden.
Según se acerca el día disfruta más de cada detalle, de cada comida. Dentro de un rato irán a comprar flores y chocolate belga. Ayer fue a la playa: "Es otro tesoro que se lleva. Lo vive todo a tope». De noche escucha música, sobre todo de Herbert Grönemeyer, un cantante alemán que le encanta: "Ayer, una amiga me mandó una canción que me gustó, pero era clásica. Después volví a Grönemeyer". Rettenberger dice que no puede escuchar ni una sílaba de sus canciones sin llorar. ‘Der Weg’ y ‘Feuerlicht’ (que escucharon abrazados el día de la eutanasia) son sus favoritas. Tienen letras desgarradoras: "Tengo por seguro que/ en mi alma/ te llevo conmigo/ Hasta que el crepúsculo caiga/ te llevo conmigo"(‘Der Weg’).
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Más inflación...empobrecimiento generalizado.
«El problema del futuro es todavía peor»: Javier Ruiz advierte sobre la inflación en España
El periodista de la Cadena Ser, Javier Ruiz, advertía sobre el problema que está afectando globalmente al capitalismo.
Por Redacción -30 octubre 2021 16:44
En las últimas semanas se han podido ver imágenes del desabastecimiento en Reino Unido o Estados Unidos, pero también se han reflejado datos alarmantes sobre la inflación en España.
El periodista de la Cadena Ser Javier Ruiz ha alertado en Hora 25 que “la cesta de la compra se dispara, los precios suben un 5,5%, es la mayor subida desde 1992, desde que pagábamos en pesetas; los salarios bajan un 0,5%, quien tenga un convenio de empresa va a ver como su nómina crece como mucho un 1,9%, pero la cesta de la compra multiplica por dos esa subida”.
Esto en resumen viene a significar que “los españoles se empobrecen”. El periodista ha señalado que esto supone ya la “primera preocupación doméstica” pero ha avisado de que “empieza a ser preocupación internacional”: “El BCE dice que pasará todo esto, pero esta subida de precios está durando más de lo previsto”.
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“El Gobierno dice que es meramente temporal y todos estos precios bajarán, pero la inflación, los alimentos y la energía están absolutamente disparados de precio”, ha insistido Ruiz.
“Estamos teniendo un problema que no teníamos desde que pagábamos en pesetas. Ahora mismo tenemos el problema que teníamos cuando pagábamos en pesetas y el problema es de presente y el problema es de futuro”, ha alertado.
De presente para los consumidores, ha explicado, porque “estamos viendo un empobrecimiento de la población” y “además algunos vendedores también porque semejante subida de precios no es repercutible al cliente en muchos casos”.
“Tienen que ganar menos, tienen que ajustar sus márgenes y están perdiendo competitividad, empieza a haber destinos más atractivos que España”, ha avisado.
“El problema del futuro es todavía peor. Está derivando en un desabastecimiento que parece que va a continuar y en unos precios de la energía que seguro van a continuar así de caros. Así que el problema de futuro está servido y lo admiten los propios comercios, consumidores… Esta inflación puede estar para quedarse aquí más de lo que desearíamos”, ha concluido.
En busca de la Solidaridad...
Carta abierta a los Jefes de Estado y de Gobierno del G20: ACNUR, OIM y OMS
Un llamamiento a los líderes del G20 para que las vacunas sean accesibles para las personas en movilidad humana.
Por Contrainformacion.es -31 octubre 2021 09:50
Nos dirigimos a ustedes en nombre de los millones de personas de todo el mundo que luchan por sobrevivir a la pandemia de COVID-19 lejos de sus hogares. Algunas se han visto forzadas a huir debido a la guerra, el conflicto, la persecución y violaciones a los derechos humanos. Otras se desplazan para escapar de las dificultades socioeconómicas o de las consecuencias del cambio climático.
Como todo extranjero lejos de su casa, muchos están en riesgo de ser excluidos o abandonados. Debido a su situación de vida, muchos se enfrentan a obstáculos para acceder a vacunas, pruebas, tratamientos, atención e incluso a información fiable.
Es una cruda realidad que algunos de los países más pobres del mundo cargan con la mayor responsabilidad de apoyar a las personas desplazadas y a otras en movilidad humana. Estos países necesitan un suministro fiable y adecuado de vacunas y otros suministros esenciales para estabilizar sus frágiles y sobrecargados sistemas de salud, para ayudar a salvar las vidas de sus ciudadanos, de los migrantes, así como de los refugiados y de las otras personas desplazadas que acogen.
Vacuna OMS, ACNUR, G20
Vacunas de COVID-19 almacenadas en refrigeración. © ACNUR/José Cendon
Sin embargo, la actual brecha de equidad en materia de vacunas entre los países más ricos y los de bajos recursos demuestra que las vidas de las personas más pobres y vulnerables del mundo no se está tomando en cuenta. En los países de altos ingresos se han administrado 133 dosis de la vacuna COVID-19 por cada 100 personas, mientras que en los países de bajos ingresos solo se han administrado 4 dosis por cada 100 personas.
La desigualdad en la distribución de las vacunas cobra vidas diariamente y sigue poniendo a todos en peligro. La historia y la ciencia lo dejan claro: una acción coordinada con un acceso equitativo a los recursos de salud pública es la única manera de hacer frente a una epidemia de salud pública mundial como la COVID-19. Necesitamos un impulso fuerte y colectivo para salvar vidas, reducir el sufrimiento y garantizar una recuperación sostenible en todo el mundo.
Y aunque las vacunas son una herramienta muy poderosa, no son la única. Se necesitan pruebas para saber dónde está el virus, tratamientos como la dexametasona y el oxígeno medicinal para salvar vidas, y medidas de salud pública adaptadas para prevenir la transmisión.
Como líderes de las mayores economías del mundo, ustedes tienen el poder y la responsabilidad de ayudar a frenar la pandemia ampliando el acceso a las vacunas y a otras herramientas para las personas y los lugares donde estas son más escasas.
Acogemos con satisfacción el hecho de que la cumbre de este fin de semana en Roma haga un llamamiento a la “valentía y ambición” para abordar algunos de los mayores retos de nuestro tiempo, y en concreto la necesidad de recuperarse de la pandemia y superar la desigualdad. Les pedimos colectivamente, líderes del G20, que se comprometan a:
Aumentar el suministro de vacunas para las personas más pobres del mundo: Hacemos un llamamiento a las principales economías del mundo para que financien y apliquen en su totalidad el Plan Estratégico y el Presupuesto para el Acelerador de Acceso a las Herramientas contra la Covid-19 (Acelerador ACT), y para que distribuyan vacunas, pruebas y tratamientos donde más se necesitan. Si queremos recuperarnos de la pandemia, debemos, como mínimo, cumplir los objetivos de vacunar al 40 por ciento de la población mundial para finales de año y al 70 por ciento para mediados de 2022.
Garantizar el acceso a las vacunas a todas las personas en situación de movilidad humana: Hacemos un llamamiento a todos los países para que garanticen que todas las personas que se encuentren en su territorio, independientemente de su situación legal – incluidas las personas refugiadas, migrantes, desplazadas internas, solicitantes de asilo y otras personas en situación de movilidad humana – tengan acceso a vacunas, pruebas y tratamiento contra la COVID-19. Los países deben adoptar medidas concretas para eliminar las barreras a la vacunación para todas las personas que se encuentran en su territorio – por ejemplo, la necesidad de documentos específicos, las barreras geográficas, el requisito, en algunos casos, de que quienes solicitan atención de salud sean reportados a las autoridades migratorias, los costos elevados – y luchar contra la desinformación que alimenta las dudas sobre las vacunas.
Apoyar a los países de bajos y medianos ingresos para combatir la COVID-19 con todos los medios disponibles: Los países de bajos y medianos ingresos necesitan un apoyo integral – financiero, político, técnico y logístico – para vacunar a la población de forma rápida y eficaz, para ampliar el acceso a pruebas y tratamientos, para aplicar medidas de salud pública adecuadas y para crear sistemas de salud más resistentes que permitan prepararse, prevenir, detectar y responder rápidamente a futuras emergencias sanitarias.
Les instamos a tomar medidas rápidas para aliviar el devastador costo de víctimas de la pandemia.
Atentamente,
Colapso comercial....más inflación.
El desabastecimiento y los cuellos de botella exponen al sistema capitalista
Por Contrainformacion.es -30 octubre 2021 07:14
Hamid Alizadeh
La economía mundial se encuentra en un estado de caos y colapso, las cadenas de suministros se quiebran al enfrentarse a un aumento de la demanda con una producción limitada y el aumento del proteccionismo. El capitalismo está en crisis. El mercado no funciona. Necesitamos una revolución.
En los últimos meses, la economía mundial se ha ido deslizando hacia un estado de desorden. Los comercios se han quedado sin productos; las gasolineras se han quedado sin gasolina; los precios de la energía se han disparado; y los principales puertos occidentales han colapsado por completo con enjambres de barcos haciendo cola, teniendo que esperar a veces semanas para descargar.
Justo cuando nos decían que la crisis del COVID había terminado y que la vida estaba volviendo a la normalidad, el mercado mundial está sintiendo el lastre de una serie de crisis convergentes.
Desde las cadenas de suministro y los mercados laborales, hasta el sector energético y el transporte: los cuellos de botella se han multiplicado en todo el mercado mundial, dejando a los estrategas del capital preocupados y rascándose la cabeza.
Cosas que se daban por sentadas, como el hecho de que un determinado producto estará disponible o se producirá, y además se entregará en un plazo razonable, ya no pueden darse por supuestas.
Pero si se pregunta a los llamados expertos, les costará explicar lo que está sucediendo en el fondo. Para ellos, todo esto aparece como una peculiar concatenación de accidentes, todos ocurriendo casualmente al mismo tiempo.
Esto demuestra que el cúmulo de hechos no sirve de nada si no se entiende el proceso subyacente que reflejan. Las fuertes oscilaciones a las que asistimos en la economía mundial ponen al descubierto un sistema atado de pies y manos, incapaz de responder a las necesidades de la humanidad.
Líneas de suministro tensadas
El año pasado vimos los primeros signos de la crisis que se avecinaba en el sector de los semiconductores. El cambio al trabajo en casa, el aumento de las ventas de coches eléctricos y el lanzamiento de las populares consolas de videojuegos llevaron la producción de microchips a su máxima capacidad, lo que provocó retrasos. Esto se notó especialmente en las ventas de las consolas Playstation y Xbox.
En aquel entonces, esto se explicó como un pequeño contratiempo temporal en una economía que seguía avanzando.
Pero fue precisamente esta economía en auge la que agravó el problema, al no dejar capacidad de reserva para hacer frente al creciente retraso en la producción.
De ahí que la situación se haya convertido en un grave atasco en el mercado mundial, que afecta a todas las industrias posibles: desde los teléfonos móviles, los hornos microondas y los refrigeradores, hasta las máquinas-herramienta, las piezas de recambio y los coches, todos los cuales necesitan chips para funcionar.
Toyota, el mayor productor mundial de automóviles, ha declarado que reducirá su producción un 40%. En julio, las ventas de coches nuevos en Francia disminuyeron un 35%, mientras que en Gran Bretaña, España, Alemania e Italia cayeron un 30%, 29%, 25% y 19% respectivamente, todo ello debido a la escasez de microchips.
Como consecuencia de la escasez de vehículos nuevos, nos encontramos con la absurda situación en lugares como Gran Bretaña y Estados Unidos, donde los coches de segunda mano suelen tener precios más altos que los nuevos.
Otras industrias se enfrentan a una escasez similar. El precio del etileno, por ejemplo, el producto petroquímico más importante del mundo, ha aumentado un 43%, y otros plásticos, como el PVC y el epoxi, han experimentado incrementos del 70% al 170%.
Esto se debe a que el descenso de la producción –interrumpido por la crisis del COVID– no puede seguir el ritmo de la demanda, que está en máximos históricos. De ahí que haya escasez de productos como la pintura, mientras que los precios de los envases de plástico para alimentos y otros productos se disparan.
Todo esto se agrava cuando las grandes empresas, deseosas de asegurar sus propios insumos, comienzan a acaparar productos y a hacer pedidos anticipados, atascando aún más las cadenas de suministro y haciendo subir los precios.
Envío y transporte
Incluso si las empresas consiguen asegurar sus productos, conseguir que se entreguen es una cuestión totalmente diferente. Todos los buques de carga que van de China a Europa –la ruta marítima más importante del mundo– están contratados con meses y semanas de antelación, con poca o ninguna capacidad libre. La demanda de transporte marítimo a lo largo de estas rutas es tan alta que los puertos se ven desbordados.
Un número sin precedentes de grandes buques portacontenedores –casi 500– están esperando para atracar en puertos de Asia, Europa y Norteamérica; y algunos de ellos tienen que esperar hasta dos semanas para descargar.
Todo esto está haciendo subir los costes de transporte, que son entre cuatro y cinco veces superiores a los de hace un año. Hace un mes, la prisa por asegurar las entregas navideñas hizo que el precio fuera unas diez veces superior al de hace un año.
En el último año y medio, la capacidad del transporte marítimo se ha visto afectada por la pandemia y una serie de accidentes, como el bloqueo del Canal de Suez por el portacontenedores Ever Given.
Al mismo tiempo, la demanda se ha disparado como consecuencia del auge del gasto en Occidente. Al ver que los cuellos de botella se extienden como ondas sobre el agua, las grandes empresas tratan de asegurarse el mayor número de mercancías y la mayor capacidad de transporte marítimo posible, lo que dificulta la vida de las empresas más pequeñas.
A su vez, las compañías navieras están reduciendo sus servicios en las rutas hacia y desde África y América Latina, así como en la ruta desde Occidente hacia China, centrándose en las rutas más rentables desde China hacia Europa y Estados Unidos.
Así, la cantidad total de contenedores en el mercado se reduce aún más, lo que agrava la desproporción entre la oferta y la demanda, y se suma a las fuerzas inflacionarias en juego.
Escasez de mano de obra
Incluso más allá del transporte marítimo, el sector del transporte se esfuerza por seguir el ritmo del mercado. Además de una demanda sin precedentes, hay escasez de mano de obra. En la UE y en Gran Bretaña, por ejemplo, faltan 500.000 y 100.000 camioneros respectivamente.
El COVID-19 provocó un enorme cambio hacia las compras en línea, lo que supuso un aumento de la demanda de conductores de camiones y otros empleos relacionados con el transporte. Sin embargo, al sumarse a años de disminución de los salarios y empeoramiento de las condiciones laborales, muchas personas no están muy dispuestas a aceptar estos trabajos. Y en Gran Bretaña, el impacto del Brexit ha provocado una escasez de los trabajadores europeos que constituyen una gran parte de esta mano de obra.
De hecho, debido a las enormes tensiones a las que se vieron sometidos estos trabajadores durante la pandemia, muchos han abandonado el sector por completo, ayudados por el hecho de que el dinero de los subsidios y otras prestaciones estatales son a menudo superiores a los escasos salarios de los camioneros.
Ahora algunos empresarios intentan atraer a los trabajadores con promesas de salarios más altos. Pero debido a la falta de conductores con licencia, eso tardará en producirse. Esta situación se agravó aún más por la falta de exámenes para las licencias de vehículos pesados (HGV) durante la pandemia.
En otros ámbitos, como el comercio minorista y la agricultura, se han producido procesos similares entre los trabajadores mal pagados.
En el otro extremo del espectro, millones de puestos de trabajo de cuello blanco también permanecen desocupados debido al auge de la demanda y a la falta de personal cualificado.
Todo ello hace que, mientras algunos sectores, como el de la hostelería, se enfrenten a un aumento del desempleo, otros experimenten una escasez de mano de obra que está causando graves problemas en toda la economía.
Sólo en Estados Unidos quedan cinco millones de puestos de trabajo vacantes, mientras que la cifra en Gran Bretaña es de un millón. La escasez de mano de obra repercute a su vez en las líneas de suministro y en el transporte marítimo.
Crisis energética
El repunte de la economía desde el reflujo durante el apogeo de la pandemia también ha tenido un gran impacto en el sector energético.
Mientras las fábricas, los barcos y los comercios funcionan a pleno ritmo, los precios del petróleo, el gas y el carbón han subido. Desde enero, el precio del crudo Brent se ha duplicado con creces hasta alcanzar el máximo de tres años, con 83,67 dólares por barril. Los precios del carbón también se han disparado, lo que ha provocado cortes de electricidad e interrupciones en más de la mitad de las instalaciones de producción de China.
El patrón a estas alturas debería ser familiar: el suministro de carbón se ha visto limitado o interrumpido debido a factores externos como las medidas relacionadas con el COVID en las minas, la guerra comercial entre China y Australia, así como los intentos de los gobiernos de disminuir la dependencia de los combustibles no fósiles. Mientras tanto, la demanda se ha disparado, haciendo subir los precios.
Una vez iniciado el proceso, entraron en juego nuevos factores. El Estado chino declaró que no escatimaría recursos para asegurar la producción de carbón, lo que provocó una carrera por conseguirlo, tanto por parte de los productores como de los especuladores.
La búsqueda de alternativas más baratas a la electricidad producida con carbón –sobre todo en Asia– provocó entonces un aumento de los precios del gas natural, justo cuando en Europa las reservas de gas eran muy escasas de cara al invierno. En consecuencia, los precios del gas se han disparado, con precios a granel que alcanzaron casi 116 euros por megavatio hora la semana pasada, frente a los 16 euros de principios de enero.
El hecho de que grandes cantidades de petróleo, carbón y gas natural estén atascados en buques contenedores en los océanos del mundo añade un problema adicional que alimenta la misma tendencia general: aumento de precios y desabastecimiento.
Inflación
Todo lo anterior se está trasladando gradualmente a los precios, que están subiendo de forma generalizada.
La inflación en Gran Bretaña ha pasado de estar por debajo del 1% a principios de año al 3,2% en agosto, la más alta en 10 años. En EE.UU., la medida de la inflación subyacente, que excluye los alimentos y la energía, subió un 3,62% respecto a un año atrás. Es la cifra más alta desde 1991. En la UE, la inflación ha alcanzado el 3,4%, el nivel más alto desde hace 13 años.
Son cifras relativamente bajas desde el punto de vista histórico, pero existe la posibilidad de que la situación empeore. En Europa, la inflación de la energía se sitúa este año en el 17%, con un aumento del precio del gas de hasta el 30% este invierno. En otros sectores, las subas de precios tardarán más en producirse, pero ya están llegando. Esto tendrá un profundo impacto en la lucha de clases.
Después de casi dos años de mala gestión de la pandemia, la legitimidad del establishment está en su punto más bajo. Durante ese periodo, la clase obrera agachó la cabeza y aceptó lo que se avecinaba. Pero ahora la sociedad se está moviendo, la mano de obra es demandada y la inflación se está comiendo rápidamente los salarios y las condiciones de vida. Esta es una receta acabada para la lucha de clases.
Ya hay señales de un ligero aumento de las huelgas.
En EEUU, decenas de miles de trabajadores han hecho huelga o han votado a favor de la misma, como los carpinteros del Estado de Washington, los trabajadores de la sanidad y la educación, los trabajadores de John Deere y Kellog’s, etc.
En Gran Bretaña, las bases de los sindicatos Unite, Unison y GMB han rechazado por abrumadora mayoría una subida salarial del 1,75% para el personal de los ayuntamientos de Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte, y ahora están convocando a los trabajadores a la huelga.
En Alemania, donde la inflación ha alcanzado el 4,1%, varios sectores están presentando audaces reclamos salariales y amenazan con una huelga, incluida la amenaza de una huelga nacional de los trabajadores de la construcción.
A medida que la situación se agrave, se sumarán otras capas para defender su nivel de vida. La clase dirigente está claramente preocupada por el potencial de estos acontecimientos.
Un diputado tory, David Morris, advirtió de un nuevo «invierno del descontento», como en los años ‘70, con huelgas masivas y malestar social. Hay que recordar que el invierno del descontento en Gran Bretaña se produjo precisamente después de un shock inflacionario provocado por la crisis del petróleo, con un aumento de los precios del petróleo que provocó una inflación generalizada.
¿Accidente o necesidad?
Se mire por donde se mire, hay una crisis en ciernes. Y cada crisis se alimenta de la otra, construyendo lo que podría convertirse en una tormenta perfecta, con consecuencias dramáticas.
En su mayoría, los comentaristas burgueses no entienden nada de lo que está pasando. En todas partes, no ven más que una serie de acontecimientos desafortunados; un efecto mariposa de proporciones colosales, con un accidente tras otro que conduce a la escasez y a los cuellos de botella que están sacudiendo el mercado mundial.
Sin embargo, no pueden explicar por qué se producen tantos accidentes al mismo tiempo y en ámbitos tan diferentes.
Pero hay una clara tendencia que subyace a todo esto. La pandemia ha trastornado a toda la sociedad. Cambiaron los hábitos, el consumo y la producción.
El gasto en turismo y transporte, por ejemplo, disminuyó masivamente, mientras que productos como los ordenadores, la decoración del hogar y los refrigeradores tuvieron una mayor demanda. Se aceleró el paso a las compras online, mientras que los servicios físicos se estancaron. Esto supuso un aumento de la presión sobre ciertas partes de la economía mundial.
Mientras tanto, la producción en general se vio gravemente restringida debido a la pandemia. Las fábricas, las minas y los puertos se cerraron temporalmente o funcionaron con una capacidad limitada. En muchas partes del mundo, todavía lo hacen.
Ante esta situación, la clase dirigente –con la intención de evitar una crisis más profunda y la potencial reacción social a dicha crisis– lanzaron una serie de grandes paquetes de estímulo económico.
Sólo en Estados Unidos se inyectaron 9,5 billones de dólares de estímulo en la economía, gran parte de los cuales fueron a parar a las manos de la clase trabajadora de a pie, que en su mayoría lo gastaron en bienes de consumo ordinarios. La mayoría de los gobiernos siguieron una línea similar. Pero, como explicamos en su momento, no se puede salir de una crisis imprimiendo dinero.
Cuando se restringe la producción y se introduce dinero en el sistema, el resultado inevitable es una situación en la que la demanda supera a la oferta, creando una enorme presión inflacionaria. Eso es exactamente lo que está ocurriendo.
La demanda de bienes de consumo (aunque sea una demanda artificial creada por la clase dirigente) nunca ha sido tan alta como ahora. En una situación tan intensa, con la presión sobre los productos más demandados alcanzando su punto más alto, cualquier accidente puede convertirse en un grave cuello de botella, haciendo aflorar las contradicciones subyacentes.
Esta era una crisis que se estaba esperando. Con la gran mayoría de las empresas que trabajan ahora según la producción «justo a tiempo», cualquier choque como éste provocará conmociones en toda la economía.
Durante décadas, los burgueses han exprimido beneficios reduciendo al mínimo sus existencias y maximizando la circulación de su capital. Ahora eso se está convirtiendo en su contrario.
Así, el acaparamiento se ha convertido de repente en la nueva tendencia. Apresurándose a asegurar sus existencias para el futuro, grandes empresas como Walmart, Apple y Target han hecho enormes pedidos por adelantado y han restringido su capacidad de envío, agravando así la crisis general.
Nacionalismo económico
Todo esto se ve agravado por el aumento del nacionalismo económico.
El año pasado, China prohibió la importación de carbón australiano. Esto ha tenido un impacto significativo en el aumento de los precios del carbón en todo el mundo. Estados Unidos está presionando cada vez más a la UE para que no termine el gasoducto Nord Stream 2 que va de Rusia a Europa, a pesar de que aliviaría parte de la presión sobre los precios del gas en Europa. Vladimir Putin, por su parte, está utilizando la crisis actual para acelerar la aprobación legal del gasoducto Nord Stream 2, aunque podría aliviar rápidamente los problemas de Europa mediante gasoductos alternativos.
Asimismo, el Brexit ha empeorado dramáticamente el impacto de la crisis actual en Gran Bretaña, una crisis que amenaza con empujar a Gran Bretaña a una recesión.
A medida que aumenta la inseguridad general, cada vez más empresas piensan dos veces en depender del comercio internacional.
Muchas empresas europeas están buscando trasladar la producción a Turquía o a Europa del Este, que estarían más cerca de casa y se verían menos afectadas por las crisis repentinas, las crisis de transporte y las guerras comerciales. Al ver su excesiva dependencia de los fabricantes de chips asiáticos, China, la UE y Estados Unidos están construyendo plantas de producción de semiconductores.
En Corea, la escasez de chips no parece afectar tanto a los fabricantes coreanos como a los estadounidenses, lo que implica que los fabricantes coreanos de chips están dando un trato preferente a las empresas nacionales. En China, el Estado está haciendo todo lo posible para conseguir carbón para sus centrales eléctricas.
Cuanto más dure la escasez, más se convertirá la cuestión del acaparamiento y la seguridad de la producción en una cuestión nacional, y la clase dirigente de cada país se apresurará a defender su propia posición.
En todo el mundo, la crisis general del sistema está provocando un aumento de la tensión entre las naciones. Esto amenaza ahora toda la frágil red del comercio mundial, que fue el motor fundamental del crecimiento en todo el período pasado.
Las fuerzas ciegas del mercado
A medida que se desarrolla la crisis, el ánimo jubiloso de los mercados bursátiles, acalorados por la bonanza de los estímulos, va dando paso lentamente a una actitud más cautelosa.
A la vista de la escasez y los cuellos de botella del mercado, el FMI ha dicho que rebajará su previsión de crecimiento económico mundial. El Financial Times publicó un editorial en el que advertía a los bancos centrales que «estuvieran atentos a la estanflación» (la peligrosa combinación de declive económico junto con una inflación persistente).
Esta perspectiva no es segura, pero es claramente una posibilidad. Hay una cantidad colosal de material tóxico en la economía mundial.
Desde las enormes deudas públicas (28 billones de dólares sólo en el caso de EE.UU.) y las deudas privadas; hasta las burbujas en los mercados de valores y de la vivienda: cualquier gran choque o incumplimiento podría desencadenar un efecto dominó, provocando que todo el sistema económico entre en una espiral descendente.
Pero ¿cuál es la solución desde el punto de vista capitalista?
Del aumento de la inflación se derivará necesariamente el aumento de los tipos de interés. Pero el aumento de los tipos de interés podría llevar a la economía mundial a una depresión.
Miles de empresas «zombis», con un valor de billones de dólares en Occidente, dependen completamente del crédito barato para mantenerse a flote. Lo mismo ocurre con cientos de millones de propietarios de viviendas, sobre todo en Occidente, que sólo pueden permanecer en sus casas gracias a unos tipos de interés casi nulos. Cada subida de los tipos de interés empuja a estas capas más cerca de la quiebra.
Pero mantener la puerta del crédito barato y de los estímulos económicos abierta empeoraría la situación que vemos hoy, llevando a una inflación aún mayor; además, acabaría en una recesión a pesar de todo.
Sobre la base del sistema actual, no hay solución. La humanidad queda a merced de las fuerzas ciegas del mercado, que no prestan atención al bienestar de la sociedad en su conjunto.
¿Pero no se supone que el mercado se regula a sí mismo y crea el mejor de los mundos posibles?
Todo lo contrario. El capitalismo es incapaz de ajustarse y reaccionar ante las grandes perturbaciones. En una situación como la actual, las fuerzas del mercado están exacerbando las cosas, profundizando las contradicciones que se están acumulando.
Este hecho fue reconocido por Takeshi Hashimoto, presidente de la compañía de buques portacontenedores Mitsui OSK Lines, quien declaró al Financial Times que:
«SI SE DEJA ENTERAMENTE EN MANOS DE LA ECONOMÍA DE MERCADO, LAS EMPRESAS INDIVIDUALES Y LOS INDIVIDUOS QUE HACEN TODO LO POSIBLE POR ENCONTRAR LA MEJOR SOLUCIÓN PARA SÍ MISMOS DARÁN LUGAR A MÁS Y MÁS AGITACIÓN Y A UNA SITUACIÓN FUERA DE CONTROL…»
Como siempre ocurre, cuando las circunstancias se agravan, los capitalistas se ven obligados a admitir los límites de su sistema.
De hecho, en Gran Bretaña, la clase dominante ha tenido que introducir elementos de planificación, suspendiendo temporalmente las leyes de la competencia para permitir que los principales minoristas colaboren para aliviar la escasez de mercancías.
Lo mismo ocurre con el reabastecimiento de combustible en las gasolineras, que ahora se organiza de forma colectiva entre las grandes empresas, teniendo incluso que recurrir al ejército para repostar en las estaciones.
El capitalismo es un sistema anárquico. Se basa en la propiedad privada y en la competencia por el beneficio. Por mucho que el capitalista individual quiera resolver los problemas de la sociedad, su objetivo principal es seguir sus propios intereses privados.
Un sistema de este tipo es incapaz de resolver los problemas de la humanidad. Es precisamente aquí donde queda más claro que nunca que se opone directamente a los intereses de los trabajadores de a pie, y que, para que la sociedad prospere, el capitalismo debe ser derrocado.
Hamid Alizadeh – Izquierda Socialista
sábado, 30 de octubre de 2021
Que es eso de....La Pista Naranco?
Oviedo reserva 28 millones para inversiones en 2022, el triple que las últimas cuentas
“Pasamos a construir el futuro”, dice Canteli sobre un presupuesto que priorizará las obras del Palacio, la plaza de toros y la pista del Naranco
Canteli y Cuesta repasando las inversiones para 2022 en el Ayuntamiento.
Lucas Blanco
30·10·21 | 04:00
Lo de Alcaraz es muy serio...
Carlos Alcaraz da un paso más ante Berrettini para meterse en las semis de Viena
Segunda victoria ante un Top 10. Saca a relucir su mejor tenis y su fortaleza mental para superar al italiano. Su próximo rival es Alexander Zverev
Carlos Alcaraz, en el ATP 500 de Viena.
Carlos Alcaraz, en el ATP 500 de Viena.EFE
ANDRÉS GARCÍA
29/10/2021 - 22:10
Copa Davis. Carreño, Bautista, Alcaraz, Granollers y Feliciano, equipo español
Así es. Las 10 cosas que no sabe de Carlos Alcaraz
Carlos Alcaraz sumó su segunda victoria ante un Top 10. Venció a Matteo Berrettini, número 7 del mundo, en los cuartos de final del ATP 500 de Viena por 6-1, 6-7 y 7-6. El español dio un recital en el primer set. Supo pelear cada punto en el segundo, en el que rozó romper el saque en dos juegos y se rehizo en el tercero para anotarse su victoria número 27 en el circuito (26 en 2021). En semifinales se enfrentará al alemán Alexander Zverev, número 4 del mundo, que se deshizo del canadiense Félix Auger-Aliassime en tres sets (6-4, 3-6 y 6-3). El español buscará la revancha de Acapulco.
Alcaraz, a sus 18 años, se había medido con anterioridad a cuatro Top 10. Perdió ante Zverev (Acapulco), Nadal (Mutua Madrid Open) y Medvedev (Wimbledon). Ganó a Tsitsipas en el US Open. Llegó al partido ante Berrettini tras superar en octavos a Andy Murray.
Alcaraz tomó el mando en el inicio del partido. Tras anotarse su saque, restó con intensidad. Combino los golpes de derecha con el revés para sumar el primer break del choque y ponerse 2-0 arriba. Luego, un buen saque, con 40-30, permitió al español seguir al mando y no dar opción a Berrettini.
El murciano siguió en plan estelar. Castigó el revés de su rival. No se amilanó para restar y subir a la red. Tampoco para jugar y llegar a dos bolas cerca de la cinta, provocar el error del italiano y anotarse el segundo break (4-0). Alcaraz puso la directa. Berrettini ni pudo ni supo como frenar al ciclón que tenía cara a cara (sólo se anotó 9 de los 21 puntos que jugó con su servicio). El español dispuso, al resto, de una bola para anotarse el set en blanco. No la pudo materializar. Luego, al saque cerró la manga: 6-1 en 29 minutos.
El inicio del segundo set no cambió el guión. Alcaraz volvió a leer perfectamente el modo de atacar al italiano desde el resto. Dispuso de dos situaciones de rotura. Esta vez el italiano las pudo solventar para, no sin apuros, ponerse por delante (1-0). Berrettini se entonó. El partido se igualó. Alcaraz no menguó: atacó en la red, buscó el revés de su rival, mandó dos bolas imposibles a la línea y sacó rédito a su efectividad con el servicio (llegó al 86% de puntos ganados con el primero).
Con 2-2, Alcaraz disfrutó de dos opciones de break. El italiano sufrió pero finalmente se llevó el juego más largo del encuentro. El calvario de Berrettini para ganar cada punto con su saque contrarrestó con la suficiencia del murciano en idéntica situación. Ni subir a la red le funcionó al número 7 del mundo. Otro juego en blanco del español colocó el 3-3 en el marcador.
Cambio de chip
Alcaraz supo cambiar el chip para pasar de ganar un set con cierta facilidad a pelear de tú a tú por cada punto. Quedó demostrado en el octavo juego. Llegó a estar 0-30 abajo, el momento más comprometido del encuentro. Con cuatro buenos saques superó el trance (4-4).
La mejoría de Berrettini con el servicio (tres aces seguidos para ponerse 6-5 arriba) llevó la manga al tie-break. Un error no forzado de Alcaraz en la red, cuando tenía la bola fácil para finiquitar el punto, dio el primer mini-break al italiano (1-2). No desaprovechó esa ventaja. Era su momento y se apuntó el set para llevar el partido al tercero.
La madurez competitiva de Alcaraz quedó plasmada una vez más. La pérdida de la segunda manga no le afectó. Se anotó el break en el cuarto juego (3-1). El público de Viena ovacionó al español tras verle correr de un lado a otro de la pista, llegar a bolas imposibles y finiquitar con una gran derecha.
Berrettini, consciente de que hasta ese momento había sido incapaz de romper el servicio a su rival en todo el partido, se agarró al saque para seguir con opciones. Espero su oportunidad. Llegó con 4-2. Alcaraz le brindó tres bolas de break. Una doble falta consumó la rotura.
Esta ha sido una de mis mejores actuaciones en el ATP Tour hasta ahora
Carlos Alcaraz, tenista
El español mantuvo la compostura. No se achicó. Berrettini sufrió para poner el 4-4 con dos bolas a la línea. Luego, el murciano rompió la racha de su rival para subir el 5-4 al marcador. De nuevo, todo quedó en suspense hasta la muerte súbita. Esta vez fue Alcaraz el que tomó ventaja al romper a su rival (2-0). Fue decisivo. Le permitió mantener la renta con su saque para anotarse una victoria de prestigio, meterse en la semifinales de Viena y dar un paso más en su carrera.
"Esta ha sido una de mis mejores actuaciones en el ATP Tour hasta ahora", dijo Alcaraz. "Estoy muy contento por ello y ha sido increíble. Intenté jugar de forma agresiva todo el tiempo. En los momentos difíciles era importante poder hacerlo", reconoció.
Son las cuartas semifinales de Alcaraz esta temporada tras las de Marbella, Umag y Winston-Salem.
También se clasificó el estadounidense Frances Tiafoe, procedente de la previa, que cerró este viernes al argentino Schwartzman las puertas de las semifinales del torneo ATP 500 de Viena.
Tiafoe, 49 del mundo, verdugo el jueves del griego Stefanos Tsitsipas y que había perdido ante Schwartzman en los dos anteriores duelos entre ambos -los dos en 2021, en Barcelona y Cincinatti-, ganó esta vez al argentino por 6-4 y 7-6 (6) en una hora y 55 minutos.
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Se trata de las primeras semifinales de Tiafoe en un torneo grande. Alcanzó tres anteriormente, pero en torneos ATP 250.
El estadounidense jugará este sábado contra el ganador del último duelo de cuartos, esta noche entre el noruego Casper Ruud, cuarto cabeza de serie, y el italiano Jannik Sinner, séptimo.
Otra maníta a los amigos....
Oviedo plantea convertir Almacenes Industriales en una zona de ocio diurno y servicios
Propone «ajustar el uso residencial y productivo» en la calle y descarta, en la revisión del PGO, apostar por más suelo industrial en el concejo
ALBERTO ARCE
OVIEDO.
Sábado, 30 octubre 2021, 00:51
1
La unidad de gestión de Almacenes Industriales, esa calle poblada de naves abandonadas, suciedad y maleza a las puertas de Ciudad Naranco, aparece detallada en la revisión del Plan General de 2006 como una zona limitada entre el ámbito de Prados de la Fuente, hacia el norte, la antigua cárcel al sur y las vías férreas de Renfe hacia el sureste...
Será selectico el nuevo peaje?
El futuro peaje entre Oviedo y Gijón: el Gobierno tendrá en cuenta la situación periférica de Asturias
PABLO GONZÁLEZ / JUAN M. ARRIBAS
ASTURIAS
Atascos kilométricos en la autopista llamada Y entre Gijón-Avilés y en dirección a OviedoAtascos kilométricos en la autopista llamada Y entre Gijón-Avilés y en dirección a Oviedo EFE | ELOY ALONSO
La secretaria de Estado de Transportes avanza que el modelo que están elaborando evitará «agravios» territoriales y establecerá qué sectores de la población deberán abonar las tasas y cuáles no
29 oct 2021 . Actualizado a las 20:05 h.
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El Gobierno guarda un discreto silencio sobre el sistema que está elaborando para instaurar el pago en las autovías gratuitas. Sin embargo, la secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera, avanzó en A Coruña algunas líneas generales del modelo, pero sin entrar en detalles concretos. Tras una reunión de trabajo, el alto cargo del ministerio confirmó que el sistema establecerá correcciones para que los usuarios de comunidades periféricas como es el caso de Asturias no tengan que pagar más por circular por las autovías que otros territorios centrales.
«El sistema no puede suponer un agravio» para ciertos territorios, aseguró, al tiempo que incidió en que el modelo «será progresivo y equitativo». También va a ser complejo, pues partirá de un análisis plural en el que no solo se tendrá en cuenta la situación geográfica de los territorios, sino también el número de kilómetros de infraestructuras de pago que van a tener. También avanzó que las tasas o peajes no serán las mismas para todos los ciudadanos, pues recordó que hay sectores de la población como los jóvenes «que cada vez utilizan menos el vehículo privado». Es decir, se establecerán correcciones en el sistema teniendo en cuenta la situación de la comunidad autónoma, su número de infraestructuras de pago y el sector de la población que las utiliza, abriendo la puerta a ciertas exenciones o rebajas en el abono de este peaje a la movilidad.
Pardo de Vera volvió a defender el establecimiento de tasas por el uso de autovías, un debate en el que prometió diálogo con todos los sectores implicados, pero rebajando «la tensión» que provocó la comunicación del Gobierno a Bruselas, en la que se manifestaba la intención de establecer el pago por uso en el corto plazo, probablemente a partir del 2024. «No puede ser que los transportistas europeos circulen sin pagar por nuestras autovías y los nuestros tengan que pagar todo tipo de tasas cuando pasan por otros países comunitarios», recalcó. En cualquier caso, recordó que se están estudiando todas las variables para establecer un sistema de pago justo que no penalice a territorios como puede ser Asturias. «El pago será equitativo vivamos donde vivamos», insistió. El Gobierno, afirmó, tendrá en cuenta la cohesión territorial y estudiará «todos los elementos que puedan influir en esa distribución equitativa».
Pardo de Vera también mantuvo una reunión con el presidente del Departamento de Mercancías del Comité Nacional de Transportes por Carretera (CNTC), Carmelo González, a quien trasladó el compromiso del Ministerio de Transportes de no implantar el pago por uso a los transportistas profesionales sin el consenso del sector.
La secretaria de Estado de Transportes confirmó que en breve responderán a la Comisión Europea sobre las prórrogas de la concesión de la AP-9, cuestionadas por el Ejecutivo europeo a instancias de una iniciativa de la sociedad civil. En principio, la Abogacía del Estado cree que se ajustan a derecho. El caso es similar al de la Autopista del Huerna con Aucalsa, un peaje que prorrogó Francisco Álvarez-Cascos cuando era ministro de Fomento.
Ojíto....nuestros servicios sanitarios básicos en peligro.
La Atención Primaria lanza una señal de socorro ante un progresivo deterioro que favorece al seguro privado
Sociedades profesionales, sindicatos y asociaciones de pacientes alertan del desgaste de la medicina de familia mientras prende la mecha de las protestas
A Meritxell Sánchez, médica en Barcelona, le preocupa cómo el continuo discurso negativo sobre Atención Primaria "llega mucho a la calle" y acaba calando: "Los pacientes dicen 'nos hemos tenido que hacer de una mutua'"
"Ya sabemos qué hay que hacer para que los seguros privados sigan en sus mejores años: reducir la inversión pública, sobre todo en médicos de Atención Primaria", explica el médico y analista del sistema Juan Simó
La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública advierte de "consecuencias nefastas" para pobres, ancianos y enfermos de cáncer
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Ángel Munárrizamunarriz@infolibre.es @angel_munarriz
Publicada el 30/10/2021 a las 06:00FacebookTwitterWhatsappTelegramEnvíalo a un amigoImprimirComentarios
Usuarios guardan cola para recibir atención primaria en el centro de salud El Alamillo, en Sevilla.
Usuarios guardan cola para recibir atención primaria en el centro de salud El Alamillo, en Sevilla. EP
En una entrevista con infoLibre en mayo de 2020, cuando no se vislumbraba el final del túnel, la médico de familia Meritxell Sánchez Amat afirmaba que la Atención Primaria se había convertido en "la Cenicienta del sistema" y expresaba preocupación por su porvenir. Como médica del centro Besòs, en Barcelona, forma su juicio a ras de suelo. Como presidenta del Fòrum Català d'Atenció Primària, tiene visión de conjunto. ¿Cómo ve las cosas ahora? La respuesta indica que su preocupación estaba fundada. Y coincide con el diagnóstico general que componen las voces autorizadas de la Atención Primaria, que lanzan un mensaje de SOS que incluye la alerta de que el deterioro de la medicina de familia está fomentando la primavera del aseguramiento privado, haciendo retroceder de facto la universalidad del sistema público.
Sánchez Amat resiste al catastrofismo: cree que el discurso del todo mal empuja a la gente a acudir a urgencias o a hacerse un seguro privado. Pero tampoco quiere poner paños calientes: "Vamos recuperando ritmo, con cosas atrasadas. Falta personal, hay menos presencialidad que antes de la pandemia. Arrastramos carencias, para las que no ha habido inyección de recursos". Ella tiene un punto entusiasta, pero no es ciega a lo que hay a su alrededor: cansancio y escasas perspectivas de mejora... "Hay médicos primaristas convencidos que lo está dejando porque no quieren trabajar sin poder mantener unos estándares mínimos [en la asistencia]. Se van al extranjero, o de excedencia... Hay gente joven que se va a Urgencias. Lo que más quema no es lo de uno mismo, es no poder atender bien a la gente, no tan bien como quisieras. Ves a la gente impaciente, que quiere su exploración, su prueba. No están bien, y sufres por el paciente, claro...".
Esta visión es coincidente en lo esencial con el resto de impresiones recabadas para este artículo, que alertan de la ausencia de una respuesta ante la inminente oleada de jubilaciones, agravada por la "fuga de batas blancas". El presupuesto estatal de 2022, pendiente de aprobación, ha sido recibido con decepción, al tiempo que cunden las críticas por la falta de explicaciones del Ministerio de Sanidad sobre el destino dado a los 1.089 millones pintados en las cuentas de 2021. Analistas, sindicatos y sociedades médicas reclaman que la inversión en Atención Primaria se acerque al 25% del gasto sanitario. De seguir así, las consecuencias para quienes enfermen de cáncer pueden ser "nefastas", denuncia la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (Fadsp). La Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc) reclama 2.500 millones. La de Médicos de Atención Primaria (Semergen) estima entre 9.000 y 11.000 los profesionales que faltan para el "relevo generacional".
Se extiende además el convencimiento de que el deterioro de la Atención Primaria abona el terreno para que siga el boom del aseguramiento privado, que en 2021 lleva camino de superar su récord de 2020. Si no se corrige la tendencia, señala un manifiesto impulsado por la Fadsp, "la Atención Primaria perderá prestigio y cada vez más personas [...] tenderán a acudir a la asistencia privada buscando soluciones ágiles y utilizando los centros de salud como un mero paso para acceder a medicamentos y pruebas complementarias".
"Uno de los grandes activos de la Atención Primaria –apunta Marciano Sánchez Bayle, presidente de la Fadsp– es el gran aprecio que le tiene la población. Si eso se pierde, malo". También Martínez Olmos cree que "una primaria poco accesible" agudizará la "búsqueda de soluciones privadas", lo cual genera desigualdad. Similar convencimiento expone el médico y analista Juan Simó, autor del blog Salud, dinero y Atención Primaria, que sostiene que hay una relación directamente proporcional entre empeoramiento del sistema público y salida hacia el privado: "Ya sabemos qué hay que hacer si se quiere que los seguros médicos privados sigan viviendo sus mejores años: reducir la inversión sanitaria pública, sobre todo en Atención Primaria y, más específicamente, en médicos de atención primaria".
Así lo está comprobando en su día a día Meritxell Sánchez Amat, con la que arrancábamos el artículo. "Hay mucho comentario de ese tipo, sí. 'Nos hemos tenido que hacer de una mutua', me dicen. Por eso a mí no me gusta entrar en ese discurso sobre la Atención Primaria según el cual no se atiende a la gente. Eso llega mucho a la calle. Y además muchos dicen, y así te lo cuentan, que con un seguro privado le están ahorrando dinero al sistema público, lo cual no es cierto", explica Sánchez Amat.
Problemas previos
El deterioro viene de atrás. La Atención Primaria venía ya tocada por la Gran Recesión y los recortes antes del covid. Si en 2009 el gasto en Primaria se situaba en los 10.400 millones euros, diez años después fueron 9.874 millones. El porcentaje de inversión sanitaria en atención primaria cayó en el mismo periodo del 14,9% al 14,2%. Una falta de inversión que se tradujo en 2019 en una ratio de médicos de 0,78 por cada 1.000 habitantes y de 0,7 enfermeros por cada millar de habitantes, por debajo de la media de la OCDE y a mucha distancia de Portugal –más de 2–, Bélgica, Francia o Irlanda.
Más del 41% de los médicos de familia tenían, antes de la pandemia, cupos superiores a los 1.500 pacientes, frontera que Sanidad cree que no debe superarse. El futuro de la Atención Primaria era antes del covid ya "preocupante", según el estudio del Ministerio de Sanidad Estimación de la oferta y demanda de médicos especialistas 2018-2030. ¿Por qué "preocupante"? Porque sólo un 13% de los sanitarios tienen menos de 39 años. A esto se suma la inestabilidad. En 2017 sólo el 6,9% de los contratos de los médicos de familia fueron indefinidos.
"Consecuencias nefastas" para enfermos de cáncer
José Martínez Olmos, profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública, recuerda que problemas como los aquí cuantificados movieron al Ministerio de Sanidad a la elaboración de un marco estratégico cuya aplicación ha habido que "aplazar" por la pandemia. Pero los retos, dice, siguen pendientes. El marco ya decía que la Atención Primaria, sin reformar en 30 años, "fue el servicio sanitario que más sufrió durante la crisis". A eso hay que sumarle la pandemia.
"La situación era mala antes, sí, sobre todo en Madrid y Cataluña. Pero hay que sumar que con la pandemia los centros han estado prácticamente cerrados, dando citas telefónicas para veinte días. En la práctica, no hay Atención Primaria. En Madrid, los SUAP [servicios de urgencias de Atención Primaria] siguen sin abrir. La situación es grave", explica Sánchez Bayle, de la Fadsp, que ha impulsado un manifiesto al que se han sumado asociaciones como Medicus Mundi, Médicos del Mundo, Red Española de Atención Primaria, CCOO y UGT. El manifiesto alerta de una "progresiva degradación" y "saturación" de la Atención Primaria, donde las comunidades se han lanzado a un uso masivo del servicio a distancia que tendrá "consecuencias nefastas" para la población más pobre, de más edad y con enfermedades agudas sobrevenidas como el cáncer.
Los 1.089 millones
Pasada la fase más aguda de la pandemia, las alertas y protestas se oyen cada vez más. El Ministerio de Sanidad ha respondido este mismo mes con el anuncio de un plan para antes de que acabe el año. Sánchez Bayle es escéptico: "No se puede recurrir siempre, una y otra vez, a las buenas intenciones". Varias voces se han alzado contra el presupuesto para 2022 que pretende sacar adelante el Gobierno, con 176 millones para Primaria. La cantidad contrasta con los 1.089 millones de 2021. Es cierto que la sanidad es una competencia autonómica, y que lo de 2021 fue un gasto extraordinario, pero también que el uso que finalmente se ha dado a los 1.089 millones publicitados suscita dudas.
¿Qué ha sido de ese dinero? Rosa Medel, portavoz de Sanidad de Unidas Podemos, es clara: "No aparecen. No se han remitido a las comunidades autónomas. No se han ejecutado. Es posible que exista una estrategia de Atención Primaria a la que esté dedicado ese dinero y que se esté revisando, pero no tenemos información sobre ello". Sánchez Bayle también afirma que no hay constancia de ejecución de los 1.089 millones. "Quizás en vacunas", se aventura. José Polo, presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), cree que los fondos, al no ser finalistas, han podido ir "a tapar agujeros". Polo lleva años quejándose de que la Atención Primaria no sólo no recibe el 25% de la inversión sanitaria que reclama, sino que Administraciones, a la hora de explicar a qué dedican los fondos, le imputan un presupuesto muy elevado de prescripción farmacéutica a la medicina de familia, aunque venga del hospital.
José Martínez Olmos, de la Escuela Andaluza de Salud Pública, aporta un punto de vista diferente sobre los 1.089 millones: "Al margen de que no se haya ejecutado todo, la inversión no debe ser sólo del Gobierno central. Las competencias son autonómicas. Para poner la Atención Primaria en condiciones hacen falta entre 8.000 y 10.000 millones".
infoLibre ha tratado reiteradamente de recabar del Ministerio de Sanidad una explicación sobre el destino de los 1.089 millones, sin éxito.
Las sociedades sanitarias se mueven
La Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc), en su congreso celebrado en octubre, ha reclamado 2.500 millones para hacer frente a tres amenazas: la ola de jubilaciones por venir, la "fuga de batas blancas" y las renuncias de residentes. La Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) ha presentado también este mes un documento en el que advierte de la falta de "recambio generacional" y pide una "reforma integral" apoyada en un 25% de la inversión. “Muchos médicos no quieren trabajar en Atención Primaria debido a la presión asistencial y a las precarias condiciones de trabajo”, recoge el documento. La SEMG ha cifrado entre 15 y 20 días la demora que puede llegar a alcanzar la primera atención. Sánchez Bayle (Fadsp) lo ve así: "Cuando falla la Atención Primaria, el fallo se extiende a todo el sistema. Y si sigue así, todo el sistema hará crac"
También la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) ha movido ficha durante su congreso, igualmente en octubre, con un "documento para la reconstrucción" del sistema que reivindica el papel de la atención primaria como su "eje vertebrador" y reclama el 25% de la inversión. "Toca replantear y reforzar", señala Martínez Olmos, miembro del panel de expertos que ha elaborado la propuesta. José Polo, otro miembro del panel y presidente de Semergen, estima entre 9.000 y 11.000 los profesionales que faltan para el "relevo generacional". Hechos, pide Polo, para salir del "hospitalcentrismo".
Manifestaciones y protestas
El malestar de la Atención Primaria se extiende. Las denuncias se repiten: cansancio, saturación –con médicos que llegan a ver desde 40 hasta 60 pacientes en un día–, presión añadida tras una fase aguda de la pandemia en la que se dejaron de diagnosticar patologías convencionales... En Andalucía, el plan de atención primaria de la Junta, que incluye un primer cribaje a cargo de un enfermero, ha suscitado rechazo entre sindicatos y asociaciones médicas. Durante las dos últimas semanas se vienen celebrando protestas en diversas localidades, que se suman a las manifestaciones contra la no renovación de 8.000 sanitarios. "La situación de la Atención Primaria es desastrosa. Falta gente y falta organización. Es casi imposible que te den una cita", afirma Antonio Macías, secretario andaluz de Sanidad de UGT.
En la Comunidad de Madrid, la situación de escasez sanitaria se enquista. La Federación de Asociaciones Vecinales ha rechazado el plan de Atención Primaria presentado por insuficiente. La rebelión de casi un centenar de directores, que ha forzado al Gobierno de Madrid a cejar en su pretensión de retirarles competencias sobre sustituciones y doblajes, evidencia el clima de tensión.
En la Región de Murcia, cuatro asociaciones de pacientes y profesionales estudian posibles movilizaciones y piden adhesiones a un manifiesto que habla de "carencias crónicas", "grandes áreas de precariedad", "saturación"... En Galicia, la Plataforma Sos Sanidade ha convocado una manifestación el 14 de noviembre, que se suma a las concentraciones de CCOO, UGT y CIG. En Cantabria la junta de personal de los centros de salud de Santander ha reclamado "frenar la sangría de capital humano". "Si no vemos un cambio radical y sustancial" en el Gobierno cántabro, "procederemos sin más dilación a iniciar movilizaciones", han afirmado.
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Extraordinaria lectura del " Affaire " Vasco....
Verdugos y víctimas
La política vasca ha mantenido siempre dos lenguajes y cualquier comparación con otra región española no son más que fórmulas para aquietar nuestras propias convicciones
Verdugos y víctimasEl coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi (i), y el secretario general de Sortu, Arkaitz Rodríguez. EFE
PUBLICADO 30/10/2021 04:45ACTUALIZADO 30/10/2021 08:43
La primera vez que escuché el grito de ¡Traidor! fue en 1980, a la puerta de la Sala de Juntas de Guernica, el día que salió elegido Carlos Garicoechea como primer lehendakari de la democracia. Se la echó a la cara una emakume -vieja dama nacionalista- al que entonces dirigía Euskadiko Ezquerra, Mario Onaindía. No puedo olvidar el gesto de la señora hacia quien había sido condenado diez años antes a una doble condena a muerte por un Tribunal Militar, en Burgos, un gélido día de diciembre de 1970. Aquel ¡Traidorrrr¡, con la erre tan arrastrada como un disparo, era la reacción de una militante del PNV frente al que no había votado por su candidato.
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Una sociedad maltrecha y dividida que acunó el carlismo, del que quedó una huella muy honda de tres guerras civiles, hasta llegar a hoy. La política vasca ha mantenido siempre dos lenguajes y cualquier comparación con otra región española no son más que fórmulas para aquietar nuestras propias convicciones. En palabras llanas: cuando Arnaldo Otegi discursea hay que detectar si lo hace en Onda Media o en Frecuencia Modulada. La Media va dirigida al público en general; la Modulada sólo debe ser captada por los suyos.
De esa confusión surgen las cábalas sobre cuál de las dos es la auténtica voz del abertzalismo. Valen las dos. Cada una responde a sus intereses y a las necesidades del público receptor. Si juzgáramos por el valor de ambas lo mejor que podríamos hacer es archivarlas. Responden a necesidades diferentes. Si se me permite la osadía del símil, ocurre como con las encíclicas papales; sea creyente o ateo siempre encuentra en ellas algo donde acogerse.
En Onda Media, Bildu se muestra afectado por el dolor “injusto” y por la cantidad de tiempo que se tardó en eliminarlo. Un lenguaje digno de tiempos borrascosos, porque es tanto como apuntar a que existen dolores justos -nos mantenemos en la jerga de las religiones punitivas y las crueles tradiciones para alcanzar el Paraíso- y luego el lamento, porque fue muy largo. Algo que debe traducirse como un siniestro error de cálculo; hubiera bastado con reducirlo.
En Onda Media, Bildu se muestra afectado por el dolor “injusto” y por la cantidad de tiempo que se tardó en eliminarlo
La voz trasmitida en Frecuencia Modulada es más precisa, se pudo escuchar dos días más tarde en una asamblea de militantes y está ausente de las virguerías de nuestros egregios analistas: “hemos vuelto a colocarnos en el centro del tablero, dándole una patada al hormiguero”. Y Otegi tiene razón por lo del tablero y más aún en lo del hormiguero. Dejémonos de admoniciones sobre la sinceridad de las disculpas a las víctimas. Valen lo que pesan las palabras, nada, porque nada puede ya resarcir a los afectados; unos porque han sido asesinados y los demás porque la sociedad vasca los ha matado de dolor, de miedo, de soledad.
Somos esclavos de la simplificación. Cuando Arnaldo Otegi habla en Frecuencia Modulada nuestros espíritus beneméritos olvidan lo más importante y no escuchan más que el ruido. En las últimas elecciones autonómicas de hace un año Bildu consiguió el 28% de los votos, o lo que es lo mismo 250.000 papeletas. Fueron lo más llamativo y lo menos resaltado de aquellas elecciones donde la abstención dejó fuera de las urnas el 49,22%. Se convirtieron en el segundo partido del País Vasco, dispuesto a seguir en el centro del tablero y si puede echar a los demás del juego tras pisotear el hormiguero.
Una sociedad convive bajo un consenso hacia el terrorismo que obliga a mirarla no con la complacencia del nacionalismo sino con la conciencia de una enfermedad que se hizo crónica. Siempre es mejor que ese tumor esté bajo los paliativos de unas instituciones democráticas que a tenor del crimen, aunque de ahí parta un trecho tortuoso que no debería terminar condicionando al gobierno, sea el de Sánchez o el de cualquier otro. Luego viene el discurso del blanqueamiento y en verdad que roza la desvergüenza. Zapatero como adalid de la paz, Eguiguren y Otegi como esforzados negociadores del final del terrorismo.
Dejémonos de admoniciones sobre la sinceridad de las disculpas a las víctimas. Valen lo que pesan las palabras, nada, porque nada puede ya resarcir a los afectados; unos porque han sido asesinados
A ETA no la derrotó ni Zapatero ni las mediaciones de Eguiguren y Otegi, ni el talento avieso del recién canonizado Rubalcaba. Ya sé que es en desdoro de tan autosatisfecha clase política en el poder, pero el final de ETA fue obra de las Fuerzas de Seguridad del Estado. Lo reconoció la mejor cabeza de Herri Batasuna y puente con la organización terrorista durante muchos años, como letrado y europarlamentario, Txema Montero. La sociedad vasca tampoco ayudó a ese final; estaban hartos, pero el miedo, confundible con la omertá, la cubrió de vergüenza hasta que la famosa “Ponencia Oldartzen” (1994), o lo que es lo mismo la estrategia demencial de “socialización del sufrimiento”, echó un último aliento que alcanzó hasta al asesinato de Miguel Ángel Blanco. Una nueva generación de terroristas se enfrentaba a una nueva generación de vascos sin complejos.
Para Otegi y Bildu, todos los terroristas presos, son sus “presos políticos”. El adjetivo figura en la intervención de Arkaitz Rodríguez, la pareja de Otegi en Ayete. Pero la emitió en euskera. Sólo la periodista Leyre Iglesias recogió tan significativo detalle. No cuesta entender la indignación del puñado de temerarios que se enfrentaron entre el aislamiento y la calumnia, y a costa de su vida, frente a la representación de esa mesnada de los 250.000 votos que aún piensan que la sangre vertida mereció la pena. Fueron más de 850 muertos contabilizados y no hay GAL y sus 27 crímenes de Estado que puedan atenuarlos. Sin contar los atentados fallidos y las amenazas y las extorsiones mafiosas. Los muertos siempre están solos pero los asesinatos terroristas dejan siempre una huella entre los vivos que no se borra nunca. Las heridas persisten y no se curan porque pertenecen a la memoria de las víctimas, allí donde no caben los verdugos.
Que Bildu coloque a sus presos, porque son los suyos y los de 250.000 ciudadanos que les siguen, como condición para apoyar al gobierno de Sánchez no tiene nada de descabellado, hasta tiene su lógica. Lo que rompe el tablero y nos convierte en un hormiguero es lo de jalear perdones, resarcimiento del dolor de las víctimas y demás palabras emitidas en Onda Media para calmar el descrédito. ETA se acabó pero no murió; sigue su espíritu. El terrorismo llegó a su final y ahora busca un lugar en el tablero que salve los muebles y habilite los restos del naufragio con la misma facilidad con la que ha logrado penetrar en el reino del olvido.
Desbancarización acelerada....Servicio camino de 0.
La banca tendrá menos de 20.000 sucursales por primera vez desde 1977
Desde el máximo de oficinas abiertas del año 2008, un total de 45.662, se han cerrado al público el 56,2%, más de 5.000 en los últimos dos años y medio
Una mujer saca dinero en una sucursal de Banco Sabadell.
JESÚS MARTÍN
perfilEmailPUBLICADO 30/10/2021 04:45
La banca española cerrará el próximo día 29 la ronda de presentación de resultados del tercer trimestre del año y, por extensión, de los nueve primeros meses. La recuperación paulatina de la actividad económica hace prever que las cifras estarán en consonancia con el nuevo escenario, aunque serán menos explosivas en variación interanual que en el anterior trimestre, toda vez que se compararán con tres meses de 2020 (julio-septiembre) que hicieron renacer la esperanza de un final rápido de la pandemia que no llegó a producirse.
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Eso es, al menos, lo que esperan los analistas, siempre más pendientes de por dónde van las grandes cifras del negocio bancario en una de las etapas más difíciles para el sector. Pero hay otros datos que pueden agudizar una tendencia y hacer historia. Si el ritmo de cierre de oficinas se ha mantenido en el tercer trimestre de este año como en la primera mitad, el número total de sucursales abiertas de las entidades de depósito (sin contar con las de los establecimientos financieros de crédito), a 30 de septiembre pasado, es más que problable que haya bajado de las 20.000, un hecho que no se daba desde el primer trimestre de 1977, hace ya casi 45 años.
Con fecha 30 de junio pasado y con los datos más recientes publicados por el Banco de España, las entidades de depósito tenían operativas 20.823 oficinas en España. Son 2.517 menos que doce meses antes y 1.476 por debajo de las que estaban en funcionamiento a cierre de 2020: 22.299. En el año 2019, se cerraron en España un total de 2.160 oficinas, a razón de casi seis diarias. En los tres últimos meses de ese año, llegaron a colgar el cartel de cerrado 1.004 sucursales, casi once por día.
El sistema financiero español ha basado tradicionalmente su operativa en una amplísima red de sucursales, que trataban de cubrir la mayor parte del territorio nacional. La vinculación con el cliente se sustentaba en la confianza, cuando no en la relación personal y cercana con el director de la oficina. Eran los tiempos de un sector financiero dividido en bancos y cajas de ahorros.
Récord de sucursales
En el año 2008 había en España 15.580 oficinas abiertas de bancos y 24.985 de cajas de ahorros, para un total de 45.662, la cifra más alta de toda la historia del sector financiero. Las cajas de ahorros, que empezaron su andadura circunscribiéndose a su zona más próxima de influencia, tenían prohibido hasta el año 1988 abrir sucursales fuera de su ámbito natural. Un decreto cambió la ley y un año después, de manera muy tímida, empezaron su expansión, hasta llegar a copar el 53% del sector, con más de un centenar de marcas.
Desde ese máximo histórico hasta hoy se han cerrado en España 25.662 oficinas y también un buen número de entidades financieras (hasta quedar 15) a través de numerosos procesos de concentración, que parecen llamados a desaparecer por falta de “parejas”. En total se han perdido el 56,19% de las oficinas bancarias de nuestro país en apenas trece años, los que transcurren desde la quiebra de Lehman Brothers hasta la irrupción de la pandemia del coronavirus.
En 2019, se cerraron un total de 2.160 oficinas, a razón de casi seis diarias. En los tres últimos meses de ese año, llegaron a colgar el cartel de cerrado 1.004 sucursales, casi once por día
El pasado año se cerraron 1.552, seiscientas oficinas menos que el año anterior, pero también 2020 fue un año atípico. En el primer trimestre de este ejercicio, han causado baja 687 oficinas según el Banco de España y otras 789 en el segundo trimestre, un 14,8% más. Bastaría que el ritmo (algo más de 8 cierres diarios) se hubiera mantenido entre julio y septiembre para que, al finalizar el tercer trimestre del año, el número total de oficinas abiertas al público haya bajado de 20.000.
En el peor de los casos, únicamente habría que esperar al final de este mes de octubre para que el dato se hiciera realidad. Solo Bankinter de entre los bancos cotizados puede presumir de no haber cerrado ninguna oficina desde junio de 2016.
El sector bancario ha estado siempre sobredimensionado en España. Ha bastado una crisis financiera internacional y la extensión de la digitalización de la mayoría de las operaciones financieras y comerciales para prender la mecha de los ajustes.
En el año 2008 había en España 15.580 oficinas abiertas de bancos y 24.985 de cajas de ahorros, para un total de 45.662, la cifra más alta de toda la historia del sector financiero
España tiene en la actualidad una media de 42 oficinas por cada 100.000 habitantes, para una población de 47,39 millones. Es el país más “bancarizado” de la Unión Europea, que promedia 22,6 oficinas, o de la Eurozona, con poco más de 18,2 de acuerdo con los datos del Banco Mundial. En los cinco continentes la media es de 14 oficinas.
Italia es la gran economía del continente que más se parece a España en este aspecto, aunque su ratio se queda en 37 sucursales. Francia promedia 33; Reino Unido, 25, y Alemania, apenas 9. Es cierto que Luxemburgo atesora 59 oficinas por cada 100.000 habitantes, pero ni su superficie ni su población tienen nada que ver con la primera actividad económica del ducado. Circunstancias similares se repiten en San Marino (133 oficinas), por solo citar un par de ejemplos.
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Cómo gobernar en coalición
Antonio PapellPor ANTONIO PAPELL 10 segundos
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Coalición Sánchez YolandaPedro Sánchez y Yolanda Díaz
La llamada ‘cultura política’ de un determinado sistema, que en realidad es el conjunto de usos y costumbres que acompaña al acervo legislativo de un sistema de gobierno determinado, tiene un gran peso en el establecimiento de las relaciones políticas y sociales entre los partidos.
En España, esa ‘cultura política’ se había formado alrededor del bipartidismo imperfecto que buscaron los constituyentes al adaptar a la Carta Magna el modelo electoral que se utilizó, por decreto ley consensuado entre los partidos de entonces, antes de las elecciones del 15 de junio de 1977, las primeras tras el fin el franquismo, que se convocaron y celebraron sin anunciar formalmente que alumbrarían unas Cortes Constituyentes.
En definitiva, este modelo generó una ‘cultura’ pactista entre partidos estatales y periféricos; CiU y PNV completaron mayorías tanto con el PSOE como con el PP, aunque nunca llegaron a formarse coaliciones. Pujol, en concreto, siempre se opuso a semejante corresponsabilidad, y se negó a que Miquel Roca, muchos años representante de la minoría catalana en el Parlamento, fuera ministro del gobierno central, cargo al que fue invitado más de una vez.
Aquel modelo se consolidó y, de alguna manera, todavía perdura, a pesar de los cambios estructurales, con todas sus depravaciones: acabamos de asistir al espectáculo de la subasta de concesiones a cambio de apoyos que tiene lugar entre el gobierno y las minorías nacionalistas periféricas en vísperas de la aprobación de los PGE: PNV y ERC han comenzado a aprovecharse de las disfunciones del sistema para conseguir un trato privilegiado, al que no pueden aspirar las regiones sin fuerzas nacionalistas en el Parlamento estatal. Ello explica los movimientos de la ‘España vaciada’ para hacer otro tanto; de momento, Teruel existe ya ha aprendido también a rentabilizar su escaño.
El sistema político español, que parecía consolidado, se tambaleó sin embargo a la primera contrariedad grave del entramado global: llegó la grave crisis de 2008 en las que las superestructuras políticas de todo el mundo –y también las europeas y las españolas— se desacreditaron por su indigencia intelectual y su incapacidad para resolver las situaciones generadas por la irresponsabilidad de las elites, y aquel proceso dio lugar al nacimiento de partidos nuevos, dispuestos a atender una demanda social que clamaba en el desierto y a responder con fórmulas novedosas a la impotencia de quienes no sabían desligarse del neoliberalismo thatcheriano y reaganista que nos había llevado al desastre. Las consecuencias más claras de aquella situación extrema fueron el paso del bipartidismo al pluripartidismo; el nacimiento de una nueva izquierda, Podemos, con cierta vocación transversal que luego se abortó, y el surgimiento de una nueva extrema derecha, homóloga con respecto a las que ya pululaban por toda Europa. Además, surgió un partido de centro, que pudo haber desempeñado un papel decisivo si su líder, un personaje más mediático que inteligente, no hubiera perdido la cabeza hasta llevar a la ruina y probablemente a la desaparición a aquel proyecto singular.
La principal consecuencia del pluripartidismo ha sido la formación de un gobierno de coalición de izquierdas PSOE-UP, basado en un pormenorizado programa moderado que se firmó el 30 de diciembre de 2019 y que queda visiblemente a medio camino entre las posiciones de partida del PSOE y de UP. La obtención de un proyecto real de gobierno a partir del programa de partido requiere, como es obvio, una cocina que ambos socios han sabido gestionar hasta ahora, pero todo indica que están perdiendo el hábito del acuerdo para embarcarse en un rifirrafe público que compromete la coalición y anuncia la posible llegada de un gobierno conservador que esta vez tendrá un nuevo ingrediente: el estreno de la presencia de la extrema derecha en el ejecutivo de un gran país de Europa.
PSOE y UP parecen no haberse dado cuenta completamente de que el acuerdo entre ambos no es optativo. No han interiorizado de antemano que incluso en asuntos en que existe coincidencia –la reforma laboral o la reforma de la ‘ley mordaza’— habrá discrepancias en las que será necesario buscar el punto medio. Y en todo caso, será imprescindible ajustar las decisiones del consejo de ministros a las pautas europeas. Máxime cuando de ello depende la recepción o no de grandes caudales de recursos para emprender la recuperación económica tras la pandemia.
Es, en fin, una puerilidad que UP y PSOE den tres cuartos al pregonero manteniendo en público discrepancias que se tienen que resolver en privado. Faltan dos años para las elecciones siguientes, y la cuerda no resistirá sin romperse u ejercicio constante de rivalidad furibunda. Alguno dirá que viene muy a cuento la conocida fábula de la rana y el escorpión, aquella en que ambos se disponen a atravesar un río con el escorpión montado en la rana; sin embargo, aquel termina hincando su agujón en esta y ambos mueren irremisiblemente porque el aguijonear está en la naturaleza misma del artrópodo. Los hechos que han rodeado la reforma laboral son la prueba de que hay en la coalición escorpiones que no han entendido del todo el papel que han de asumir ante su electorado y ante la opinión pública.
El modelo portugués
La crisis española debida a la reforma laboral, felizmente resuelta de momento tras una teatralización inquietante, ha desembocado en el primer éxito objetivo del gobierno en el libro de unos presupuestos para 2022, que ya cuentan con teóricos votos suficientes para prosperar, gracias también, como antaño, a las generosas dádivas del gobierno para conseguir la benevolencia de la periferia.
Y ello ha ocurrido cuando más de uno, mirando de reojo a nuestro vecino peninsular, comenzaba a musitar entre dientes aquella paremia de poner las barbas propias a remojar cuando las barbas de tu vecino veas pelar. Como es sabido, el PS de Antçonio Costa no ha conseguido sacar adelante los presupuestos 2022 y ello desembocará seguramente en una convocatoria anticipada de elecciones que podrá fin a la celebérrima y creativa (en su momento) gerigonça.
El modelo portugués de izquierdas, que fue adelantado del viraje hacia el centroizquierda que ha dado Occidente en los últimos años, ha saltado por los aires, sin que pueda darse una razón de peso para ello. Como es conocido, el gobierno socialista encabezado por António Costa se formó en 2015 gracias al apoyo prestado por el Bloco de Esquerda (BE) —una especie de Podemos a la portuguesa— y por el Partido Comunista Portugués (PCP) al PS. El modelo se repitió tras las elecciones de 2019, pero comenzaron pronto las disensiones. De hecho, el presupuesto de 2019 fue aprobado a duras penas con los votos de las minorías; en 2020 salió adelante gracias a su abstención, y en 2021 ha sido rechazado por ellas, lo que supondrá probablemente la disolución del parlamento y la convocatoria de elecciones. Este martes, el presidente de la República, Rebelo de Sousa, que tiene amplios poderes constitucionales, tomará probablemente una decisión después de la reunión del Consejo de Estado. Paradójicamente, Rebelo de Sousa ha hecho esfuerzos inauditos para conseguir la estabilidad y la continuidad del gobierno, y ni siquiera la principal fuerza de la derecha, el Partido Social Demócrata, deseaba ir ahora a las urnas puesto que está teniendo lugar en su seno una costosa elección del liderazgo.
La formación del gobierno de izquierdas en 2015 se debió a la resaca de la primera crisis económica global del siglo, que deprimió a la sociedad, acentuó sus padecimientos, provocó un rescate durísimo y derrumbó las expectativas que la bonanza había generado hasta 2008. La austeridad, que siguió en el país vecino un camino parejo al español, había llenado de pesimismo a los portugueses, que optaron finalmente por la receta progresista que prometía el fin de los sacrificios y la recuperación ordenada de la estabilidad. Lo cierto es que António Costa, recibido inicialmente de uñas por Bruselas, cumplió su palabra, honró sus compromisos comunitarios, puso fin a las humillantes visitas de ‘los hombres de negro’ y pilotó una recuperación mucho más rápida que lo que cabía imaginar.
Las políticas de aquel gobierno han sido socialdemócratas, atemperadas a los criterios comunitarios, pero acabaron siendo rebatidas por los socios minoritarios del PS, que aspiraban a reformas más radicales y profundas, que Bruselas no hubiera admitido. De hecho, los sucesivos rechazos a los presupuestos se han debido a que, a juicio del BE y del PCP, no eran suficientemente de izquierdas. Conseguido el poder, las minorías utópicas han exigido lo que ningún gobierno sensato, europeísta y cumplidor de los Tratados podía ofrecerles.
Como se ha dicho, España y Portugal, tan cerca y tan lejos al mismo tiempo, tienen hábitos políticos distintos y no admiten una comparación cabal más allá de las familiaridades que mantienen todas las democracias entre sí. Pero sí hay algunos parangones que pueden valernos, porque son comunes a toda la izquierda.
Quizá el más claro es la imprevisibilidad del progresismo. La derecha es táctica, maquiavélica, y se encamina de forma rectilínea a la consecución del poder con fines claramente extractivos. Por el contrario, la izquierda tiene una propensión irrefrenable hacia la utopía, considera que el poder no es el objetivo sino el medio de conseguir unos fines filantrópicos y no tiene problema en autodestruirse si cree que con ello realiza un gesto de desprendimiento que beneficia a toda la sociedad. No hace concesiones apenas al posibilismo, no es pragmática —diga lo que diga la derecha— y no acaba de entender que la sociedad puede beneficiarse más de una izquierda templada que no se juegue a diario el ser o no ser que de una derecha que no sienta inquietud alguna por la desigualdad, que predique que lo más progresista es generar crecimiento sin pararse a ver cómo está distribuido o si han quedado víctimas en el camino.
Portugal no es España, pero estaría bien que nuestra izquierda aprendiera las lecciones de la historia, también la portuguesa.
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