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sábado, julio 13, 2024 Contrainformacion.es - Periodismo incómodoContrainformación Inicio Economía Devolver el protagonismo al campo en las políticas europeas Economía Devolver el protagonismo al campo en las políticas europeas Por Contrainformacion.es -12 julio 2024 12:10 Costes de producción en alza, conflictos geopolíticos y aumentos de las importaciones de países no miembros de la UE, son algunos de los desafíos a los que se enfrenta el sector agrícola europeo. Estos son también algunos de los elementos principales en los que se enfocará la Presidencia húngara del Consejo de la Unión Europea en los próximos meses. Pese a las polémicas que envuelve este liderazgo, entre ellas la similitud entre el eslogan elegido “Haz que Europa sea grande de nuevo”, idéntico al de la campaña de Donald Trump en Estados Unidos, lo cierto es que la decisión de priorizar la soberanía y la seguridad alimentaria es atinada y así lo celebran los agricultores a lo largo de Europa. Si bien el mandato de Hungría apenas ha comenzado, en su hoja de ruta ya queda en claro el rol central que tendrá el sector agrario europeo y su importancia estratégica para el bloque. “La agricultura europea quizá nunca se ha enfrentado a tantos retos como hoy”, reza el documento presentado previa la inauguración del mandato. Entre los desafíos que se enumeran, destacan por ejemplo “los fenómenos meteorológicos extraordinarios provocados por el cambio climático, los elevados costes de producción, los efectos de las guerras”. Pero sobre todo, se hace hincapié en el número creciente de los estrictos criterios de producción a los que se enfrentan los agricultores europeos y a la carga administrativa cada vez más importante. Asuntos no menores que fueron el motor de las protestas que se extendieron a lo largo de Europa en los meses previos a las elecciones europeas. Se espera que estos puntos no queden solo en el papel, sino que se traduzcan en políticas concretas. La cuestión principal será promover medidas que permitan consolidar un sistema alimentario no solo competitivo, sino también sostenible, resiliente y que sea favorable para los agricultores. Se espera que la Presidencia de Hungría facilite estos debates. Las medidas por las que el sector aboga están relacionadas principalmente con la soberanía y seguridad alimentaria con el fin de limitar la dependencia de mercados extracomunitarios. En esa misma línea, también exigen la reciprocidad en los acuerdos comerciales a fin de garantizar que los productos provenientes de países extranjeros estén sujetos a las mismas condiciones de calidad, seguridad y sostenibilidad que rigen en la UE. Este es uno de los puntos centrales del reclamo del sector agrícola europeo que considera que sus productos corren en desventaja frente a productos importados que no cumplen con estos estándares. Otro de los pedidos que se extiende a lo largo de la UE es priorizar las evaluaciones técnicas no ideológicas previa a la implementación de cualquier normativa. En concreto, este ha sido uno de los pedidos que han destacado desde la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (ANICE) que ha exigido la realización de informes sobre el impacto económico de las nuevas legislaciones europeas. Desde ANICE también han advertido contra las iniciativas legislativas nacionales que funcionan como barreras comerciales. En concreto, han hecho referencia al sistema de etiquetado nutricional francés Nutri-Score, que tanta polémica ha generado no solo en España, sino también en el resto de Europa, al asignar notas en una escala de la ‘A’ a la ‘E’ a los productos alimenticios. Como lo expresó anteriormente el eurodiputado Jordi Cañas, “NutriScore da una mala calificación a alimentos saludables y básicos en la dieta mediterránea como el aceite de oliva o el jamón ibérico”. Este es uno de los principales argumentos por los cuales los productores locales se oponen a su adopción. Mientras la Comisión Europea buscaba un modelo de etiquetado para ser adoptado de manera armonizada a lo largo de la UE, como parte de la Estrategia ‘De la Granja a la Mesa’, el Nutri-Score surgió como una opción. Lamentablemente, con el pasar de los años, quedó claro que este modelo de etiquetado no puede ser el implantado a nivel europeo. Las razones son claras y han sido enumeradas en un exhaustivo documento científico presentado por investigadores españoles que consideran que “esta herramienta no ha demostrado de forma fehaciente y con garantía científica que sea beneficiosa para la salud pública, ya que no hay evidencias de que reduzca el riesgo de sufrir las enfermedades que se trata de prevenir”. Razón por la cual, en 2021, la Comisión de Sanidad y Consumo del Senado de España dio luz verde a una moción por la que se instó al Gobierno a detener la implantación del sistema Nutri-Score como procedimiento de etiquetado nutricional. Algo similar a lo ocurrido en otros países como Italia, Rumania y recientemente Portugal, que han puesto un freno a la adopción de este modelo al considerar que puede confundir a los consumidores, en lugar de ayudarlos a tomar decisiones de compra saludables. Como señalan desde ANICE, el etiquetado Nutri-Score “o los recientes intentos de imponer etiquetados medioambientales de difícil comprensión para el consumidor” acaban actuando como barreras comerciales. “Los resultados de las elecciones europeas de 2024 deben ser un catalizador para que Europa reevalúe sus prioridades y realinee sus políticas para apoyar de manera efectiva al sector agropecuario”, señalaron desde la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA). Desde Asaja también exigieron una mayor representación de las zonas rurales en la estructura de la UE, al considerar que esta representación es fundamental a la hora de asegurar que las políticas europeas beneficien al sector agrícola y a las zonas rurales. Para los representantes del sector agrario español está claro que los resultados de las recientes elecciones europeas y la victoria del Partido Popular europeo son un fiel reflejo de las desconexión entre las políticas de la Unión Europea y las necesidades reales del campo. Su esperanza es que el nuevo Parlamento le otorgue al sector rural el protagonismo que viene exigiendo desde hace tiempo.