Por los políticos, pagarán sus excesos.
Feijóo se gasta un millón de euros en un informe que avala la fusión de las cajas que persigue la Xunta
@Eduardo Segovia - 27/01/2010 06:00h
El informe elaborado por KPMG para avalar la fusión de las dos cajas de ahorros gallegas, Caixa Galicia y Caixanova, que persigue la Xunta les costará a los contribuyentes de esa comunidad en torno a un millón de euros, según fuentes conocedoras de la situación. Este informe, que el Gobierno gallego denomina "auditoría", fue presentado el pasado 20 de enero pero todavía no ha sido trasladado a las entidades interesadas.
Según las fuentes consultadas, la propuesta de la consultora contemplaba un coste de 300.000 euros por semana durante las tres primeras semanas de trabajo, y a partir de ahí el coste se reducía notablemente. La Xunta valoró junto a las dos entidades compartir el coste del informe, aunque finalmente decidió sufragarlo enteramente con dinero público. Su elaboración fue anunciada el 4 de diciembre por el presidente Alberto Núñez Feijóo, y sus conclusiones fueron presentadas el día 20 por la conselleira de Hacienda, Marta Fernández Currás.
Según profesionales del sector consultados, esta tarifa es muy elevada si se mide por semanas, pero no tanto si es el coste de un trabajo que se va a prolongar en el tiempo. "Es una forma de cobrar por adelantado un trabajo que en realidad va a requerir mucho más tiempo y recursos", según uno de estos profesionales.
Un portavoz de la Xunta, aunque declinó revelar el coste porque "no es oficial", coincidió con esta teoría: "Es un coste adecuado para un trabajo de este nivel técnico para el que han trabajado 35 profesionales y que tiene una serie de fases, algunas de las cuales todavía no han concluido", aseguró. En KPMG declinaron hacer comentarios sobre el coste "por las exigencias de confidencialidad en la relación con los clientes".
En el caso de la fusión de Caja Duero y Caja España, también asesorada por KPMG, las cosas ocurrieron al revés: el coste inicial del estudio fue de unos 240.000 euros, pero luego se disparó ante las vicisitudes del proyecto (salida de Caja Burgos, ruptura y reanudación de las negociaciones...) y ante la prolongación de los trabajos, que obligó al equipo de la consultora a quedarse sin vacaciones en agosto.
Un informe confidencial
Otra cuestión espinosa es que la Xunta no ha remitido el informe a las dos cajas afectadas, aduciendo que contiene información confidencial que una no debería conocer de la otra. Fuentes no oficiales de las entidades aseguran que sólo han recibido la presentación que la conselleira utilizó en rueda de prensa. El citado portavoz de la Xunta replica que, aunque es cierto que no se les ha trasladado el informe completo, sí han recibido información detallada y se han celebrado reuniones con ambas para explicárselo.
Hace unos días, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, exigió "al presidente de la Xunta que, de forma inmediata, o convoque a Caixanova o le haga llegar los datos de la auditoría, porque tiene que permitir que la entidad financiera conozca lo que aparece en ese informe".
El informe de la polémica viene a confirmar las bondades de la fusión de las dos cajas gallegas, puesto que tendría como resultado una entidad que "daría beneficios desde el primer año" y que provocaría unos costes de reestructuración de 485 millones de euros, que se amortizarían en 2013, pues las sinergias generarían 120 millones netos cada año. Además, conllevaría la pérdida de casi 1.300 empleos y el cierre de 280 oficinas.
Exceso de optimismo
El punto que más críticas ha despertado es la estimación de beneficios de la entidad resultante de la fusión: 2.671 millones (brutos) entre 2010 y 2015. Aparte de lo arriesgado que es hacer un pronóstico a tan largo plazo tal como está el sector financiero -ayer mismo, el presidente del Banco Popular, Ángel Ron, declinó dar previsiones para 2010 por esta incertidumbre- , distintos expertos consideran que se trata de un escenario demasiado optimista. Máxime teniendo en cuenta que la caja fusionada tendría que devolver los 1.200 millones que obtendría del FROB en cinco años, con unos intereses superiores al 7% anual.
El proyecto de fusión de estas dos cajas, apadrinado por la Xunta, ha puesto en pie de guerra a toda Galicia: PP contra PSOE, Caixa Galicia (que quiere la fusión para escapar de Caja Madrid) contra Caixanova (que pretende seguir sola o sumarse a un SIP), el alcalde de Vigo contra el de Coruña (con participación de los de Lugo y Santiago), La Voz de Galicia contra El Faro de Vigo y, lo más importante: la Xunta contra el Banco de España, que considera que hay opciones mucho mejores que la fusión a la gallega.
Otro frente que tiene abierto Feijóo es el de la nueva Ley de Cajas que ha aprobado para facilitar la fusión y que Economía va a recurrir ante el Constitucional por traspasar las competencias autonómicas. El gobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez estuvo ayer en Vigo y Santiago, y se reunió con los presidentes de las dos cajas. Tras el encuentro, MAFO pidió a las comunidades autónomas que no retrasen más las fusiones porque "el tiempo es oro para los que necesitan crédito".
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