jueves, 28 de enero de 2010

Escuelas muy diferentes.

Real Madrid y Málaga: dos maneras muy diferentes de educar a un jugador

El Real Madrid recurrirá hoy al Comité de Apelación la sanción de dos partidos impuesta a Cristiano Ronaldo por la tarjeta roja que vio ante el Málaga tras el codazo a Mtiliga. El club blanco está trabajando con la empresa Garrigues, en la que figura Javier Ferrero -ex asesor jurídico de la entidad blanca-, el pliego de descargo que presentará a lo largo de la mañana en la sede de la Federación. Todo hace indicar que el castigo quedará reducido a un partido, ya que Apelación no accederá a la intención madridista de dejar sin sanción la acción del portugués. La defensa del Real Madrid se basa en la ausencia de intención de Ronaldo de golpear al danés y de causarle daño alguno. Hasta aquí, todo normal. Sanción y posterior recurso. Lógico. Nada a cuestionar.

Lo que sí admite discusión es el tratamiento que ha dado el Real Madrid al episodio Ronaldo y más si lo comparamos con lo que en su día hizo el Málaga con Weligton. Son dos maneras completamente diferentes de actuar ante una expulsión y un mal gesto de un jugador. El defensa del club andaluz inició la temporada revolucionado. Primero tuvo problemas con Messi y Piqué, que los culminó en el mes de noviembre con el jugador del Zaragoza Goni, al que agredió. Roja y un partido de sanción. La reacción del presidente del Málaga no se hizo esperar y recriminó en público la actitud del defensa y amenazando con tomar medidas más drásticas. En privado la multa que recibió Weligton fue de 10.000 euros. Ataque al bolsillo, lo que más duele.

El Madrid no sancionará económicamente a Ronaldo

Por contra, el Real Madrid no contempla que si un jugador es expulsado en un lance del juego, así es considerado por los dirigentes madridistas lo del domingo, reciba castigo alguno en lo económico. Ni hay, ni se le espera. Es cierto que la idea, antes del partido ante el Málaga, era la de dar un toque a Ronaldo con el fin de conseguir que se calmara un tanto, pero los acontecimientos se han precipitado y el anunciado aviso no se ha producido. Al menos, a los directivos blancos hay que apuntarles en su haber el hecho de que el domingo en el palco reconocieran el exagerado carácter de Ronaldo. Eso sí, en público nadie ha recriminado al ex del Manchester United.

Fernando Sanz y Cristiano Ronaldo coincidieron en la noche del domingo cenando en el Mesón Txistu. Tuvieron ocasión de hablar con el agente del portugués como testigo. En la charla, 'CR9' se mostró arrepentido de lo sucedido y su talante era muy diferente al de la rueda de prensa posterior al partido. Ronaldo confesó a Sanz que su última intención era lesionar a Mtiliga. El cara a cara duró cinco minutos y el presidente del Málaga no le recriminó nada por la acción y sí por los gestos posteriores a la expulsión y que echaron al público encima del danés, importando poco que se fuera con la nariz rota. Cristiano volvió a insistir en que tampoco los hizo con intención y que fue una reacción espontánea. Terminaron con un apretón de manos. (4/5 | 11 votos)
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