Máxima tensión entre los brókeres: "El mercado está roto"
24.11.2010 Daniel Badía 2
El equipo de Gesmosa, bróker monetario de Ahorro Corporación, recibe a EXPANSIÓN para ver cómo se vive una jornada agitada en los mercados. Los operadores reconocen "un elevado pesimismo" entre sus clientes.
“This is the end beautiful friend. This is the end my only friend, the end...[Éste es el final mi preciado amigo. Éste es el final mi único amigo, el final...]”. Ésta es la canción, del mítico grupo The Doors, que le envío ayer a primera hora de la mañana un cliente importante a Javier Casal, responsable de la mesa de deuda de Gesmosa-GBI, el bróker monetario de Ahorro Corporación.
La entidad le abre las puertas a EXPANSIÓN para conocer cómo se vive un día de máxima tensión en los mercados de deuda en una mesa de un gran bróker. El equipo del área de renta fija lo componen 75 personas, muchos de ellos con una dilatada experiencia de unos veinte años, lo que, quizá, se nota a la hora de controlar los nervios cuando uno ve en directo que el diferencial de la deuda española a diez años frente a la alemana o riesgo país se está disparando por encima de los 250 puntos básicos.
Además, cuando uno tiene tan reciente uno de los episodios más negros de la tormenta financiera, la caída de Lehman Brothers de septiembre de 2008, se sobrellevan mejor momentos como estos. “El mercado está roto”, reconoce un operador delante de sus múltiples pantallas llenas de colores. “Normalmente este mercado es muy líquido y apenas está habiendo actividad, lo cual es una muy mala señal”, añade su compañero de al lado.
Y es que ayer, como las dos jornadas previas, hubo mucha presión vendedora, pero poca demanda con la que cruzar las órdenes. No es de extrañar entonces que el bono a diez años del Tesoro superara ayer el 5%, su nivel más elevado desde 2002. “Si no se pone tope a esto, el diferencial se puede ir a niveles insostenibles para la economía española”, reconoce Casal.
Labor psicológica
Los teléfonos no paran de sonar. “Hola”, “Hello”, “Bonjour” “Guten Tag”...Uno escucha diferentes idiomas en la sala para atender a clientes españoles y extranjeros que son presa del nerviosismo. “Hay mucho pesimismo. De ahí que los clientes nos pregunten constantemente que a dónde vamos y no nos queda más remedio que intentar hacer una labor psicológica para tranquilizarles, porque no creemos que sea el fin como dice la canción de The Doors”, indica Casal. Sin embargo, “cuando han comprado hace poco a rentabilidades que parecían muy atractivas y ahora ven que se está disparando el diferencial, no es fácil convencerles”, añade.
Buena parte de las órdenes les llegan de los market makers o creadores de mercado, con los que la conversación se centra en ejecutar una operación ya predeterminada para un tercero. En Gesmosa no controlan cuál es el cliente final de éstos y, por lo tanto, es muy complicado valorar hasta qué punto esa ola de ventas que están sufriendo los bonos españoles tiene un componente puramente especulativo, aunque de lo que sí está seguro el equipo del bróker de Ahorro Corporación es que “no son clientes españoles los que están provocando ese movimiento”.
Seguimos mirando una de las pantallas, algo cambia (12,00 horas). Empiezan a cantar los operadores –si uno cierra los ojos y no escucha los términos que se usan podríamos pensar que nos encontramos en una lonja–: “compro 2,5 octubre 13 (2,5% de cupón con vencimiento en octubre de 2013)”. Los españoles utilizan como referencia el cupón para el bono que quieren comprar o vender, mientras que los extranjeros se guían por el vencimiento.
“Están comprando. Eso es bueno”, apunta Casal. “Además, son inversores no residentes”, añade. Esto explicaría alguno de los movimientos que tuvo tanto el riesgo país como la rentabilidad del bono a lo largo de la mañana. A un plazo de diez años pasó del 5,089% al 4,9% en apenas media hora y el diferencial con el bono alemán llegó a situarse por debajo de 237 puntos básicos.
Sin embargo, fue una tregua de unos pocos minutos, puesto que de nuevo volvió a situarse en torno al 5,07%. Una muestra más de la fuerte volatilidad que reina en los mercados. “Éste mail que me acaba de mandar el cliente demuestra la tensión que hay estos días”, apunta Casal. El mensaje decía: “Habíamos quedado para comer hoy, pero, con la que está cayendo, igual lo dejamos para la semana que viene”.
Difícil tarea
Los bruscos movimientos que están registrando los mercados provocan que se aumenten los rangos de negociación, es decir, entre los precios de compra y de venta, lo que puede llevar a errores de los operadores. De hecho, ayer Gesmosa fue víctima de uno que hubiera podido provocar la pérdida de un plumazo de unos 20.000 euros sobre una orden de dos millones de euros, pero consiguieron corregir rápido y todo quedó en un susto.
“Esperamos una intervención por parte del BCE”
Los brókeres esperaban como agua de mayo una intervención en el mercado de deuda soberana por parte del Banco Central Europeo (BCE). Para muchos expertos es la solución. El economista jefe del banco británico Royal Bank of Scotland (RBS), Jacques Cailloux, apuntaba, por ejemplo, que “en las próximas semanas, el banco emisor debería poner sobre la mesa unos 100.000 millones de euros para comprar bonos españoles en el mercado”. Ayer, en la mesa de deuda de Gesmosa confiaban en que esa compra masiva de títulos españoles por parte de la institución monetaria no se demore mucho.
“Al final, en cuanto los inversores vean una orden fuerte de compra se animarán y es lo que provocará realmente una bajada de los diferenciales de la deuda”, apunta Javier Casal, responsable de la mesa de deuda de la firma. Para el experto es la única solución que se puede adoptar en el corto plazo que evite que el riesgo país se vaya a niveles que no sean soportables, por encima de 400 puntos básicos, para una economía que tiene graves problemas con el déficit público. “Estamos seguros de que entre ésta y la próxima semana veremos compras masivas a través de nuestra plataforma”, añade Casal.
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