Detalles del riesgo país.
ESPAÑA, EN EL PUNTO DE MIRA
Si España no es Irlanda ¿Por qué se dispara el coste de asegurar la deuda bancaria?
Los seguros contra impagos de algunas entidades, los CDS, se van a máximos de cuatro meses. Profunda desconfianza, también con la deuda corporativa.
24/11/2010 - 08:16 - JOSÉ JIMÉNEZ
Si España no es Irlanda ¿Por qué se dispara el coste de asegurar la deuda bancaria?
Si hay un mensaje que el Gobierno ha repetido en los últimos días hasta la saciedad es el de que España no es lo mismo que Irlanda. El objetivo es frenar la desconfianza que está hundiendo a la bolsa española y poniendo al país en el punto de mira de los especuladores. Pero no es sencillo. Ayer mismo, se disparó el coste de asegurar la deuda corporativa de los bancos españoles, y también de los portugueses. El mercado no se fía.
De esta forma, según los datos recopilados por Bloomberg, los seguros contra impagos de la deuda de entidades como BBVA se fueron ayer a máximos de cuatro meses, hasta los 352 puntos, mientras que los de Sabadell escalaron 30 puntos, hasta el nivel de 599 y los de Caja Madrid se fueron a 603,5 puntos, de acuerdo con los datos suministrados por CMA Datavision.
Estos datos significan de entrada que asegurar hoy una cartera con bonos de las entidades españolas resulta más caro de lo que era ayer. En concreto, los acreedores que deseen cubrirse, por ejemplo, en Caja Madrid, tendrán que desembolsar algo más de 600.000 euros por cada 10 millones de euros en bonos. Y, en segundo lugar, expresan la profunda desconfianza que hay ahora mismo en los mercados respecto a la deuda española, tanto corporativa como soberana.
Se vio ayer en la subasta de Letras del Tesoro, una operación de encaje difícil para el Tesoro, que tuvo que duplicar los intereses demandados por los inversores. Y no sólo eso. Los CDS de la deuda española saltaron casi cinco puntos porcentuales, hasta colocarse en los 286 puntos. Tampoco fue una tendencia aislada. El indicador Markit iTraxx SovX Western Europe, un selectivo que recoge el riesgo soberano de quince gobiernos de Europa Occidental, se fue ayer hasta 180 puntos, sus máximos de todos los tiempos.
Apagado el infierno de Irlanda, los especuladores buscan otro mercado para incendiar. Y Portugal tiene todas las papeletas. Así, sus CDS se dispararon ayer hasta los 468 puntos mientras que los de grandes entidades financieras, como Banco Espirito Santo, alcanzaron máximos históricos en los 1.031 puntos.
El corolario de esta nueva psicosis no puede ser bueno para la banca española. Según datos de Evolution Securities citados por FT, Santander tendría 33.000 millones de euros expuestos a créditos en Portugal, mientras que BBVA concentraría 12.000 millones. En un escenario desastroso para el país luso (15% de pérdidas en hipotecas, 30% en préstamos no hipotecarios, 100% en inversiones de bonos) estos expertos calculan que las pérdidas para Santander serían de 4.500 millones y para BBVA de 1.500 millones, en torno al 7% y el 3% de su capitalización, aproximadamente.
De ahí que en esta firma expliquen que lo que los inversores están poniendo en precio es no sólo un desastre macro en Irlanda, sino también en Portugal y, eventualmente, en España. En caso de que el gobierno portugués tuviera que echar mano de la hucha puesta a disposición de Bruselas, los fondos no excederían de los 50.000 millones de euros, según estimaciones de distintos expertos. El problema es si tuviera que hacerlo España.
De entrada, explican en Saxo Bank, ya no habría posibilidad de que otros países como España se acogieran. La norma establece que si son más de tres los estados que reciben ayuda al mismo tiempo, el fondo pierde la calificación AAA, con lo que el euro y el mercado de renta variable se situarían bajo una fuerte presión bajista. En esta firma también consideran que el fondo no tiene la magnitud suficiente como para atender una petición española, que en Evolution Securities cifran en no menos de 350.000 millones de euros.
Eso si, siempre es posible mirar el vaso medio lleno porque en esta firma tienen claro que los gobiernos europeos no dejarán caer al euro, por lo que reiteran su visión de que el sector parece estar muy barato y acumulando fuerte sobreventa. Bill Blain, analista de Matrix Corporate Capital, resume bien el debate que subyace bajo las presiones al euro y a los bancos: “Entramos en una nueva etapa de la crisis soberana. Ahora, hay una batalla entre el deseo político de Bruselas de mantener el euro contra la apuesta del mercado de que no podrán”.
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