Manualillos para una crísis ( 2 )

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LA REFORMA POR DECRETO DE LAS PENSIONES, SU ÚNICA BAZA PARA CALMAR A LOS INVERSORES

Zapatero se cruza de brazos ante el desplome de la deuda y culpa a la voracidad de los mercados

@José L. Lobo / Alberto Mendoza.- 24/11/2010 (06:00h)

La confianza de los inversores en la solvencia de España se hunde, pero el Gobierno no tiene la menor intención de abordar más reformas. "Ya hemos hecho los deberes, y adoptar nuevas medidas no va a servir para calmar la voracidad de los mercados", aseguraban ayer a El Confidencial fuentes muy cercanas a José Luis Rodríguez Zapatero, aparentemente indiferente ante el severo varapalo infligido por aquéllos: la prima de riesgo subió en la jornada de ayer hasta los 235 puntos básicos, su cota máxima desde la entrada en el euro.

Alarmada por el hundimiento de la deuda española y el riesgo de contagio de la crisis irlandesa, la cúpula económica del PP, encabezada por Cristóbal Montoro, mantuvo una intensa reunión en la tarde de ayer para analizar las consecuencias del nuevo castigo de los mercados a la marca España. Y advirtió de que en las próximas semanas el Gobierno puede verse obligado por las autoridades europeas y el Fondo Monetario Internacional (FMI) a aplicar recortes adicionales al gasto público, informa Federico Quevedo.

Montoro y sus principales colaboradores concluyeron que es muy probable que el Gobierno tenga que asumir nuevos recortes presupuestarios, que en este caso podrían afectar a partidas de claro componente social como el desempleo, para evitar el rescate. "España tiene que demostrar que cumple sus compromisos, pero no lo está haciendo. Y eso nos está pasando factura ante los mercados. Mientras todo el mundo está asustado, Zapatero mira para otro lado y resta importancia a la situación, lo que acentúa su descrédito", señaló uno de los asistentes a la reunión, que añadió que, pese a la gravedad de los hechos, ni en la sede de Génova ni en la dirección del Grupo Parlamentario Popular se ha recibido llamada alguna desde La Moncloa.

Reforma urgente de las pensiones

Diversos analistas y consultores sondeados por El Confidencial coincidieron con el equipo económico del PP en que la única baza que le queda al Gobierno para tranquilizar a los mercados es acelerar la reforma de las pensiones, inicialmente anunciada por Zapatero para el próximo mes de diciembre y luego aplazada hasta la primavera de 2011 por el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez. "Si Zapatero quiere que los inversores recuperen la confianza en España tiene que aprobar cuanto antes la reforma del sistema de pensiones, sin negociación y por decreto", apuntaron las fuentes consultadas.

Un análisis que no comparten ni el presidente del Gobierno ni los miembros de su equipo económico, que salieron ayer en tromba para tratar de contener la alarma y ejercer de apagafuegos frente a los mercados. El secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, aseguró en el Congreso que "no hay dudas sobre la solvencia de España" y que la situación es "mucho mejor" tras las últimas reformas adoptadas. Pese a que el Tesoro pagó un 83% más por colocar deuda a corto plazo, Ocaña calificó de éxito la emisión porque se colocó "todo lo que se tenía que colocar".

El secretario de Estado de Hacienda también valoró el proceso de consolidación fiscal de las comunidades autónomas, y dijo que éstas "están haciendo su parte", por lo que la situación "está evolucionando de forma razonable", añadió con optimismo. La vicepresidenta económica, Elena Salgado, preside precisamente este miércoles la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera, donde presentará un informe sobre la ejecución presupuestaria de las comuniades y las operaciones de endeudamiento tramitadas durante el primer semestre, paso previo para el segundo tramo de autorizaciones de deuda previsto.

José Manuel Campa, al igual que Ocaña, reiteró la posición del Gobierno contraria a aprobar nuevas medidas de ajuste. Desde el foro Spain Investors Day, el secretario de Estado de Economía afirmó que "lo mejor que se puede hacer para ganar credibilidad es ejecutar en tiempo y forma las medidas que se han anunciado". Y añadió: "Esto implica no tomar ninguna medida adicional y hacer lo que todo el mundo sabe, el proyecto de política económica que se está ejecutando ahora mismo".