Los gentlemen visten calcetines de coloresMADRID

M.Noval.

Han dejado de relegarse a niños y a excéntricos para convertirse en sello de identidad y toque de personalidad de aristócratas, hombres de las finanzas y caballeros con estilo. Las opciones son casi infinitas: rayas, rombos, lunares, colores flúor... Todo vale siempre y cuando sepan combinarse con estilo.

©Happy Socks

La necesidad de optimismo recorre de arriba abajo el universo fashionista hasta llegar a los pies, a los calcetines. Unos clásicos olvidados, fundamentales, eso sí, pero relegados a un segundo plano, obligados a pasar desapercibidos difuminándose con el mismo color del pantalón.

Sin embargo, el interés creciente del hombre por la moda y por seguir las tendencias ha favorecido el florecimiento de zapatos ingleses gratamente acompañados de calcetines de colores enérgicos y de estampados psicodélicos que restan aburrimiento pero no seriedad y personalidad al atrevido que los lleva. Quizá fuera la necesidad de diferenciarse más al llevar un traje o el imperativo de romper con el tópico de que el hombre sólo ha de vestir en grises, marinos y marrones. El caso es que, en la lista de atrevidos, ya se encuentran hombres como Jaime de Marichalar, Boris Izaguirre o Scott Schuman, autor de The Sartorialist –uno de los mejores blogs de street style, especialmente en cuanto a moda masculina-.

Las combinaciones más fáciles y menos arriesgadas son con la corbata, el pañuelo de la solapa o el tono de la camisa. Los trajes en cheviot y pana lucen mucho con calcetines en lana con estampado romboide y los de raya diplomática, con calcetines en el mismo tono que la raya. Al final, como en todo, el límite está en el gusto y el atrevimiento de cada uno.