LOS PORQUÉS DE LA FALSA REBAJA DEL RECIBO
La tarifa de la luz baja desde
hoy... pero usted pagará más
El coste de la electricidad cae un 2,3% durante este trimestre, y sin embargo la factura que pagará el cliente subirá por otros incrementos simultáneos.
Habrá quien lo resuma con un conformista España es así. Y lo cierto es que son tantas las particularidades que está mostrando la economía patria durante esta crisis que el lema -tan asentado para explicar/asumir los sinsentidos del fútbol- empieza a ser válido para todo. Un ejemplo: desde hoy somos el país en el que el mismo día en que la electricidad baja de precio, el recibo de la luz que apoquina el ciudadano sube, y mucho. España es...
Desde hoy mismo y durante todo el trimestre, el precio de la luz será un 2,29% más barato. Es cierto, lo anunció el Gobierno la semana pasada y todos los medios de comunicación se hicieron eco de ello. Pero hay muchos peros. Y es que otras subidas simultáneas no solo anulan, sino que rebasan con creces esa rebaja aplicada. El resultado es que el consumidor acabará por pagar más en sus próximas facturas.
¿Por qué baja lo que (se supone que) baja?
El precio de la electricidad está compuesto por dos partes que tienen un peso más o menos del 50%: los peajes eléctricos (que fija directamente el Ministerio de Industria) y otro componente variable que se determina a través de una subasta. Esa subasta se celebró la pasada semana y se saldó con una caída de los precios del 4,6%, lo que presiona a la baja la tarifa. La puja, en las que participan las grandes eléctricas, determina el precio de la Tarifa de Último Recurso (TUR), a la que se acogen más de 20 millones de clientes, la inmensa mayoría del total (unos 25 millones).
El precio de la electricidad está compuesto por dos partes que tienen un peso más o menos del 50%: los peajes eléctricos (que fija directamente el Ministerio de Industria) y otro componente variable que se determina a través de una subasta. Esa subasta se celebró la pasada semana y se saldó con una caída de los precios del 4,6%, lo que presiona a la baja la tarifa. La puja, en las que participan las grandes eléctricas, determina el precio de la Tarifa de Último Recurso (TUR), a la que se acogen más de 20 millones de clientes, la inmensa mayoría del total (unos 25 millones).
En esta ocasión, la subasta era el único factor determinante para establecer el precio de la luz para el último trimestre del año, dado que el ministro de Industria, José Manuel Soria, ya había confirmado su intención de congelar la mitad del recibo que depende directamente de la decisión gubernamental y que recoge los gastos regulados del sistema eléctrico. Finalmente, con los peajes congelados y la subasta a la baja, el resultado es una rebaja de la tarifa del 2,29% entre octubre y diciembre. Pero el cliente lo va a notar poco, muy poco.
¿Por qué sube lo que (realmente) sube?
Para desgracia del ciudadano, la rebaja de la tarifa va a quedar en nada por coincidir con otros factores que elevan el precio de la luz. Y es que la caída del precio llega en un momento en que los clientes también deben encajar en sus recibos el impacto del alza del IVA que se aplica desde el 1 de septiembre y el pago retroactivo de otras subidas que la justicia obliga al Gobierno a aplicar a los consumidores.
Para desgracia del ciudadano, la rebaja de la tarifa va a quedar en nada por coincidir con otros factores que elevan el precio de la luz. Y es que la caída del precio llega en un momento en que los clientes también deben encajar en sus recibos el impacto del alza del IVA que se aplica desde el 1 de septiembre y el pago retroactivo de otras subidas que la justicia obliga al Gobierno a aplicar a los consumidores.
Desde el mes pasado, el IVA que se aplica a la comercialización de la luz ha sufrido el incremento del tipo impositivo general, esto es, ha pasado del 18 al 21%. Y, además, el Tribunal Supremo obligó al Gobierno a subir la luz de forma retroactiva, por haber congelado los peajes (como también ha hecho ahora) en anteriores ocasiones. Por este motivo, las eléctricas van a refacturar desde agosto hasta diciembre en los recibos de sus clientes esas subidas retroactivas, correspondientes al último trimestre de 2011 y el primero de 2012. La subida por este concepto es un auténtico 'tarifazo' del 7%.
Al final la rebaja que se espera para octubre no es tal. La rebaja que hoy se aplica es insuficiente para compensar las otras dos subidas. Según los cálculos de la asociación de consumidores Ceaccu, la caída del precio de la luz de octubre se traduce para el ciudadano en un ahorro en su recibo de 1,65 euros. Pero se queda muy por debajo del incremento de la factura en 2,25 euros que supone el alza del IVA y los 6,30 euros que conllevan las refacturaciones impuestas por el Supremo. El resultado es que el cliente pagará de media 6,90 euros más en su recibo, pese al abaratamiento del precio de la electricidad y de la rebaja anunciada.
¿Por qué temer (con razón) nuevas subidas?
Llueve sobre mojado. El encarecimiento, en la práctica, de la factura de electricidad llega después de queel Gobierno ya aplicará el pasado mes de julio una subida del 3,95% del recibo, y eso que solo fue el alza al que le obligaba la subasta, dado que entonces como ahora Industria congeló los peajes. Pero todo parece indicar que seguirá lloviendo el próximo año.
Llueve sobre mojado. El encarecimiento, en la práctica, de la factura de electricidad llega después de queel Gobierno ya aplicará el pasado mes de julio una subida del 3,95% del recibo, y eso que solo fue el alza al que le obligaba la subasta, dado que entonces como ahora Industria congeló los peajes. Pero todo parece indicar que seguirá lloviendo el próximo año.
El Ejecutivo anunció hace dos semanas la creación de nuevos impuestos para el sector. El Consejo de Ministros aprobaba un anteproyecto de ley que creaba impuestos para todos los tipos de energía para ingresar 2.734 millones de euros el próximo año. El Gobierno impondrá un gravamen del 6% de los ingresos de las empresas de todas las tecnologías de generación eléctricas, dos nuevos impuestos para centrales nucleares, un canon del 22% sobre la producción hidroeléctrica y también impuestos especiales para el gas natural, el carbón y el fueloil.
Fuentes del sector eléctrico dan por hecho que toda o parte (gran parte) de este alza impositiva acabará siendo trasladada al recibo que paga el cliente. El presidente de la Comisión Nacional de la Energía, Alberto Lafuente, incluso ha llegado a cifrar la subida prevista del recibo que pagan las familias en un 8% durante el próximo año. En unos meses, lo vemos.
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