Libercaja preveía pedir más ayudas del déficit atribuido por Oliver Wyman
- El déficit declarado por Oliver Wyman ha puesto en el disparadero la fusión de Libercaja (Ibercaja, Caja3 y Liberbank). La entidad presidida por Amado Franco, mejor parada en el examen, podría querer jugar dicha carta con sus futuras socias para replantear el diseño de la operación en su favor. Todo apunta a que regateará posiciones, sobre todo a Liberbank, que entró en el partido cuando la aragonesa tenía pactada la unión con Caja 3.
Lo curioso es que la carencia de 2.108 millones cifrada por Oliver Wyman para el grupo, susceptible de poner trabas a su creación tal y como se concibió, es inferior a los 2.500 millones que acordaron solicitar en ayudas cuando plantearon la fusión a tres bandas, tras valorar balances y fijar el reparto accionarial y de poder en la cúpula.
El plan de integración presentado por Ibercaja, Liberbank y Caja 3 a mediados de junio al Ministerio de Economía y Competitividad contempla en su página 77 la solicitud del dinero, que proyectaban devolver casi en su integridad antes de 2015, quedando una factura pendiente de 400 millones para el ejercicio de 2016. Su idea era emitir bonos contingentes convertibles (Coco's, en el argot financiero) que suscribiría el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) a cambio del cobro de altos intereses, un sistema que evita la irrupción del Estado en el capital. "Vamos a pedir bonos convertibles, pero siempre para asegurar que, si cambian otra vez las reglas del juego, el proyecto siga siendo viable y tener capacidad para devolverlos en tiempo, de manera que nunca se conviertan en acciones", explicaba el presidente de Ibercaja, Amado Franco, en entrevista con El Heraldo de Aragón el 27 de junio, sin detallar en ningún momento la cifra.
Saneaba y recapitalizaba
El grupo partía de un capital principal cercano a los 6.500 millones de euros. Con los 2.500 millones en bonos convertibles contingentes buscaba efectuar todo el saneamiento y colocar el capital principal en el 10,20 por ciento, confirman fuentes solventes conocedoras de la documentación dejada a disposición del Ministerio de Economía.
La solicitud de fondos era parte del plan de negocio y de integración acordado entre Ibercaja, Liberbank y Caja3, tras ser evaluados pormenorizadamente sus balances por firmas independientes. La auditora BDO validó el reparto de los pesos en función de las contribuciones patrimoniales de cada socio.
Pesos similares
De acuerdo a esas valoraciones se proyectó la creación de Libercaja Banco con un patrimonio inicial de 2.120 millones de euros: Ibercaja aportaba 985,8 millones, Liberbank 964,6 millones y Caja 3 los 169,6 millones restantes. Una contribución que daba a Ibercaja el 46,5% de la propiedad en el nuevo grupo, a Liberbank un 45,5% y a Caja 3 el 8% restante. Al frente y con el cargo de presidente se preveía situar a Amado Franco, primer ejecutivo de Ibercaja. El puesto de consejero delegado recaía en Manuel Menéndez, presidente de Liberbank procedente de Cajastur.
Los pesos en los procesos de fusión se deciden tras minuciosas auditorías de firmas independientes frente al estudio muestral realizado por Oliver Wyman, ante el exiguo plazo con que han contado los evaluadores para realizar las pruebas de resistencia a toda la banca.
Sin embargo, el plan de creación de Libercaja Banco quedó en suspenso en los despachos del Ministerio de Economía. La correspondiente aprobación quedó congelada al presentarse el proyecto muy poco antes de que el Gobierno solicitase las ayudas para la banca a Europa, que impuso el amplio decálogo de medidas contenidas en el Memorando de Entendimiento (MOU, por sus siglas en inglés), incluído el examen de Oliver Wyman.
Analizaron posibles ajustes
Ibercaja y Liberbank no dejaron parado el proyecto. Con los requisitos del MOU sobre la mesa, mantuvieron contactos durante el mes de agosto para analizar su potencial impacto y comprobar si obligaba a revisar algún aspecto del proyecto, indicaron fuentes solventes.
La irrupción de Europa en mitad de la fusión ha estropeado la foto final en la parrilla de Oliver Wyman. El tiempo le ha jugado peor suerte que a Unicaja y Caja España-Duero, integración también bajo la lupa. La unión de la malagueña y la castellano-leonesa da un superávit de 128 millones en capital, pese a que Caja España-Duero arroja en solitario un déficit de 2.063 millones y a Unicaja le sobran 452 millones. Eso solo es posible si se computan los 1.500 millones que solicitaron en Cocos al Frob cuando anunciaron la integración en marzo, aunque su fusión está aún abierta como la de Libercaja.
La percepción de los 2.500 millones por parte de Libercaja habría reducido el déficit a 400 millones o a ninguno, ya que el cálculo lo efectuaron para superar el 10% de capital exigible entonces. El MOU rebaja ahora la exigencia al 9% a toda la banca.
En todo caso, las entidades disponen de margen para rebajar la cifra y solicitar menos ayudas. Liberbank cuenta con una de las carteras industriales más jugosas de la banca. Entre otras participaciones, tiene el 5% de EDP, el 6% de Enagás, un 5% de Indra, el 6,3% de Ence, el 9,9% de Amper, el 5,7% de Itínere o un 5,1% de GAM, junto a múltiples participaciones en no cotizadas o empresas compartidas con antiguas cajas como Caser, Ahorro Corporación y Celeris.
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