Ángeles Caso: "Hacienda me ha hecho pasar un calvario"
La escritora y candidata de Somos Oviedo relata en primer persona la fiscalización a la que la Agencia Tributaria somete a los escritores
SÁBADO 16 DE MAYO DE 2015
Escritora y periodista, ahora candidata de Somos Oviedo en las elecciones municipales. Presentó informativos en Televisión Española, fue finalista y ganadora del premio Planeta en los años 1994 y 2009, respectivamente, además de obtener el Lara en el 2001, firma como columnista y como guionista de películas... Ángeles Caso es una profesional consolidada que ahora ha dado un paso al frente para contar en primera persona la rigurosa fiscalización a la que Hacienda somete a los escritores. La situación económica de Caso quedó seriamente comprometida en 2013 tras recibir hasta cuatro declaraciones complementarias de la Agencia Tributaria del ejercicio en el que ganó el Planeta. "Me han arruinado. Me han hecho pasar un calvario", afirma en dos momentos diferentes. Ahora vive de alquiler y trata de reinventarse. Caso da detalles de su situación. Es la única que quiere hablar con nombres y apellidos. En la historia revelada por El Mundo, el resto de los literatos se escudan en el anonimato.
El problema llegó a la puerta de Ángeles Caso en 2013, aunque realmente comenzó con el Planeta en 2009. La escritora ovetense echa números. Ingresó por el galardón 600.000 euros, de los que Hacienda se quedó el 48%. Por su actividad profesional desgravó 15.000 euros. En total, pagó a la Agencia Tributaria 270.000 euros. Cuatro años después, le enviaron hasta cuatro declaraciones complementarias. El problema estaba en esos gastos profesionales que había desgravado. "Eso es lo que, al parecer, hice mal", explica. Esas complementarias se transformaron en "un calvario". Al final del proceso, tuvo que devolver esos 15.000 euros, más el 50% en concepto de multa y junto con un 5% de intereses anuales desde 2009.
"Llevo ganándome la vida con esto 22 años. Nunca he sido rica, pero he podido vivir. Ya no vivo de la Literatura, eso se acabó. Estoy pensando en volver al periodismo activo o montar otras cosas", explica Ángeles Caso, que ha vuelto a los medios también por su nueva faceta política. "No me trates como una víctima porque no lo soy, que quede claro", puntualiza a El Mundo. "Hay gente que lo está pasando mal y sería una falta de respeto. Me había comprado una parcela cerca de Oviedo y me estaba construyendo una casa para retirarme allí definitivamente. La he dejado a medias. La hipoteca la he destinado a pagar la multa y ahora no hay quien me compre esa casa a medio hacer. Vivo de alquiler. Me han arruinado, pero sólo económicamente. Hubo un tiempo en que lo pasé muy mal pero ahora me lo tomo de otra manera", añade.
El problema con el que se encuentran los escritores es que no saben qué es desgravable en su profesión. Otros autores consultados por el diario para el reportaje ponen ejemplos. Pocos pueden mantener despachos a parte su vivienda, por lo que montan la oficina en casa. Señalan que todos los gastos de internet, luz, agua y calefacción podrían entenderse como gasto profesional. Caso pone un ejemplo más penoso para los bolsillos, el de los viajes. "Si no viajamos no vendemos libros, muchas veces damos conferencias o tratamos de documentarnos y eso forma parte de nuestro trabajo, no son viajes de placer", explica.
El reportaje precisa que la situación de los literatos españoles no es exactamente el de los grandes artistas que montan o colaboradores televisivos que tributan a través de sociedades para conseguir una fiscalidad más favorable y que han sido objeto de grandes escándalos en los últimos años. En esta profesión, está más en una economía más doméstica y en que no existe un epígrafe que recoja la actividad y circunstancias específicas del trabajo intelectual y comparten casilla con ceramistas y artesanos, con los que, al margen de la creatividad, poco tienen que ver.
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