miércoles, 13 de enero de 2021
Rafa Velasco apunta y....dispara.
Una mentira interesada: la crisis del sistema público de pensiones
Las recomendaciones del Pacto de Toledo van en la línea de implementar en España el fallido modelo chileno de pensiones.
PorRafa Velasco en 12 enero 2021
José Luis Escrivá. Foto: Gobierno de España.
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Ya se hizo con las privatizaciones de empresas públicas durante los gobiernos de Felipe González y José María Aznar. Primero se lanza una campaña sobre las supuestas pérdidas de un sector, posteriormente se propone la privatización como solución y al final lo que es de todas y todos acaba en manos de multinacionales. Con las pensiones lleva pasando eso desde hace mucho tiempo. Las últimas declaraciones de los ministros más neoliberales del Gobierno, en particular del señor Escrivá, sustentadas en las famosas recomendaciones del Pacto de Toledo, avalan ir dando pasos, cada vez más acelerados, para ir sustituyendo el actual sistema de reparto por un sistema de capitalización, tanto a través de los llamados fondos de pensiones de empresa, como directamente a través de los Planes de Pensiones en manos de compañías asegurados y financieras.
Se pretende dejar una reducida cobertura, casi asistencial, en manos de la Seguridad Social. Se pretende forzar a los y las trabajadores a derivar sus ahorros a entidades privadas. Se pretende favorecer con el dinero público de desgravaciones fiscales los planes de pensiones privados. El objetivo: un modelo como el de Chile. Los pésimos resultados de esta experiencia son sobradamente conocidos.
Protesta de pensionistas chilenos
Con un mercado de trabajo precarizado, con un sistema productivo sustentado en los salarios bajos, con un avance tecnológico que reduce la necesidad de mano de obra, intentar sustentar la cobertura de las pensiones sólo en cotizaciones sociales es tanto como ir dejando sin base al sistema. Si a ello unimos los estímulos propagandísticos y fiscales a favor de los planes privados antes señalados, se ve como se diseña una estrategia absolutamente pensada para concebir las pensiones como un negocio privado, y no como un derecho.
Quienes plantean en la práctica recortes nos dirán que realmente hacen lo contrario
Hasta ahora el Art. 109.2 de la Ley General de la Seguridad Social, que la Recomendación 1 del Pacto de Toledo pretende modificar, obliga aún al Estado a cubrir los posibles déficits de cotizaciones para garantizar el cumplimiento de los Arts. 41 y 50 de la Constitución, en el sentido de sostener un sistema de pensiones suficientes y dignas. Estos artículos son un dique de contención a los intentos de dejar sin recursos al sistema de reparto y solidaridad de las pensiones.
Es precisamente la línea de flotación de ese sistema la que se ha golpeado con las nuevas recomendaciones del Pacto de Toledo. Una advertencia. Desde hace ya tiempo el Art. 109.2 se ha venido incumpliendo premeditadamente. Cuando había superávit de cotizaciones el excedente se utilizaba para financiar las no contributivas y cuando las cotizaciones empezaron a ser insuficientes se tiró de préstamos de la Seguridad Social para cubrirlas. ¿Qué ha ocasionado esta actuación fraudulenta de los gobiernos? Desaprovechar la oportunidad de constituir en tiempos de bonanza reservas en la Seguridad Social y generar una deuda que refuerza la imagen interesada de un sistema público en quiebra.
¿Qué alternativa nos proponen ahora ante esta práctica que el propio Tribunal de Cuental denuncia como fraudulenta, y que en los PGE de 2021 vuelve a repetirse? El Pacto de Toledo en la Recomendación 1 plantea que lo que no se pueda cubrir con las cotizaciones sociales pueda cubrirse con impuestos específicos de nueva creación, pero lejos de plantear un sistema más progresivo y equitativo de fiscalidad, se proponen nuevos impuestos para que sean los y las trabajadores, con mayor merma en su salario, quienes financien aun más sus pensiones, tanto con mas carga fiscal como con aportaciones a los planes privados, falsamente llamados complementarios, porque el objetivo final es que en la práctica sean sustitutivos del modelo de pensiones actual.
Se avecinan tiempos de nuevas luchas para defender las pensiones públicas. El escenario que no será fácil. Quienes plantean en la práctica recortes nos dirán que realmente hacen lo contrario, procurar la sostenibilidad de un sistema público que ellos mismos están saboteando.
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