lunes, 12 de abril de 2021

Interesante análisis de un activista histórico Iñaki Gil..

Entrevista a Iñaki Gil de San Vicente: «Vox es la careta pública de unas fuerzas mucho más peligrosas» Por Sare Antifaxista -12 abril 2021 08:12 FacebookMeneameWhatsAppTelegramEmailLinkedInCopy LinkCompartir Lorena Serantes, joven politóloga galega que está haciendo un estudio sobre el fascismo para plasmarlo en un libre, entrevista esta vez a Iñaki Gil de San Vicente, profesor y pensador vasco marxista, conocido por su activismo. Esta presentación es una trascripción de una entrevista mucho más larga, realizada en video (Baserrigorri) ¿Cuál es el diagnóstico que realizas de la situación actual de lo que es la ultraderecha española? El diagnóstico que presento es que aparentemente la ultraderecha española está desunida, porque formalmente tiene tres grandes bloques (Partido Popular, Vox y Ciudadanos), pero sin embargo en su ideario profundo constituyen un bloque único. Debido a circunstancias de intereses de poltronas, de vivir de la política o intereses de facciones se presentan en tres grandes bloques. Cada uno de ellos tiene internamente sus propios partidos, por ejemplo: alrededor de Vox hay un montón de partidos fascistas y neonazis, que funcionan con una ideología ultraconservadora y reaccionaria, una ideología nacional-católica española, etc. Pero también dentro del PP existe lo que en sociología se conoce como un voto flotante, un voto inseguro; que se va moviendo y que tiene un ideario profundamente conservador y profundamente reaccionario. Esto sucede también en partes de Ciudadanos. El PP pretende integrar a ex miembros de Ciudadanos en el partido para quitarle votos al anterior. Esto son batallas cainitas que se dan dentro de la ultraderecha española. Esta derecha se presenta en varias formas pero comparte unos denominadores comunes: uno de ellos es la unidad del sub-imperialismo español (que no llega a ser imperialismo al nivel del que se da en Norteamérica); otro de ellos es la aceptación de lo fundamental y lo básico del capitalismo (defensa de la propiedad privada de las fuerzas productivas, que ellos identifican con la propiedad de los pueblos a los que oprimen, rechazo a los servicios públicos), aunque un sector del PP y Ciudadanos admite que es necesario que haya servicios públicos (como también lo reconocía el franquismo y el fascismo), pero esto es simplemente un miedo permanente a la fuerza obrera y popular; otra de las características comunes es la asunción del individualismo burgués llevado al extremo; a diferencia del nazismo y del fascismo italiano, la ultraderecha española es profundamente católica. Al margen de sus diferencias formales, toda la ultraderecha asume estos principios comunes. Además de sus vínculos con la Iglesia católica, tienen un componente contra la mujer que se ve muy potenciado en Vox, mientras que Ciudadanos intenta esconder su ideario machista. Este machismo profundo que anega los derechos salariales, pero también sexuales de la mujer, se deriva de una incapacidad de la burguesía española de elaborar una cultura que integre parcialmente a la mujer. Existen otros componentes como el militarismo, relacionado con el culto al ejército, algo que recuerda al fascismo; pero en el caso español precedido por el culto a la mítica de la religión cristiana y los grupos armados y órdenes militares del medievo. La cultura militar y machista española se basa también en la tortura y el componente más violento del cristianismo (tortura, sacrificio, crucifixión, etc.). Esto se puede ver en la Semana Santa o en los toros. Estos componentes se encuentran no solo en la ultraderecha, sino también en sectores votantes del PSOE y del autonomismo vasco. He guardado para el final otro componente como es el racismo, que no solamente se muestra hacia los pueblos que exterminaron en Nuestra América o en África; sino que también se vive dentro de la península, contra el pueblo galego, contra la cultura galego-portuguesa, contra el pueblo vasco, contra el pueblo andaluz o contra el pueblo catalán. Esta es la cultura de derechas española, que desprecia todo lo que desconoce. Los anteriores componentes no solo son comunes al PP, Vox y Ciudadanos, sino que penetran en el conjunto de amplios sectores sociales del Estado Español y que uno ve en un momento concreto votando al PSOE, o dentro de partidos que aparentemente se llaman de izquierdas y que no se atreven a ir en contra de las fiestas de la Semana Santa o contra la tauromaquia. Hay sectores de la izquierda que asumen estos componentes por justificaciones electorales. Esto explica que la sociedad española sea tan profundamente conservadora incluso en estos sectores. Un ejemplo es la debilidad de un verdadero sentimiento republicano laico en la izquierda. ¿Cómo se organiza la ultraderecha en Euskal Herria en la actualidad?: La ultraderecha en Euskal Herria tiene tres niveles. Primero, en la Euskal Herria bajo dominación francesa (Iparralde), la ultraderecha ha existido siempre por razones históricas, y es una ultraderecha que negoció con los nazis y que ha apostado por enviar a sus miembros a las guerras de atrocidad colonial francesa contra Argelia y Vietnam del Sur. Es una ultraderecha que vota a Le Pen. Hay un sector de la población que sintiéndose vasquista es de ideología muy derechista, y fue este sector el que se opuso a un independentista radical como era Agustín Chaho en el siglo XIX, tratando de evitar que se conocieran sus ideas en Iparralde. Luego, en contraste, también hay un componente democrático y obrero muy fuerte que va creciendo, un componente abertzale que tiene una identidad muy fuerte con Hego Alde (la parte dominada por el Estado Español). Siempre ha habido lazos de solidaridad entre el norte y el sur de Euskal Herria, por encima de las diferencias políticas y sociales, desde las sublevaciones del siglo VI. En Hego Alde ha existido ya desde el siglo XIX una ultraderecha española, relacionada en sus inicios con la burguesía vasca de la industria naviera, de la industria minera a finales del siglo XIX; una burguesía muy españolista que apoyó incondicionalmente al mercado español, presionó para la creación de España en el siglo XIX, apoyó el golpe militar fascista de 1936 y financió a Franco en contra de la propia población vasca y finalmente presionó para que el PNV se rompiera y una parte apoyase el franquismo. Una parte de esta derecha vasco-española intentó romper el País Vasco, con Nafarroa a un lado y Euskadi al otro. Incluso intentaron romper Araba y Gipuzkoa, creando movimientos de ruptura con el fin de evitar que hubiese un movimiento de unificación nacional vasco como en su momento se estuvo a punto de lograr. Hay además grupos fascistas en Nafarroa y Euskadi, que se mueven con bastante impunidad, bien por sus relaciones con el ejército español o con fuerzas regionalistas (esto sobre todo en Nafarroa). Estos grupos fascistas tienen sus órganos de prensa. En el PNV hay un componente que está latente y que es puramente anti-socialista y neoliberal, de derecha burguesa, que se puede ver en sus políticas. En los partidos estatales afincados en Euskal Herria, principalmente el PP Vasco, Ciudadanos País Vasco, Vox Vasco, PSE-EE y PSN-PSOE se pueden ver todos los componentes del españolismo que he descrito anteriormente; y estos crean un caldo de cultivo que a pesar de tener Vox muy poco voto es propicio a que cuando el fascismo español llama a salir a las calles y a movilizarse, aparezcan sectores que apoyan este rebrote aun votando al PSOE. Esta es la fuerza del nacionalismo y el sub-imperialismo español. ¿Es Vox el mayor de los peligros dentro de la ultraderecha o existe algún actor que no se menciona y al que deberíamos tener en cuenta? En el Estado Español, Vox es la careta pública de unas fuerzas ocultas mucho más peligrosas que este partido, las cuales se mueven en el IBEX35, en los obispados y sacristías, en los cuarteles y comisarías, en el Palacio Real, en la política internacional, en las bases norteamericanas que se encuentran en el territorio del Estado Español, en las asociaciones culturales, en revistas y periódicos (medios de comunicación), en novelas y películas que tratan de ir en contra de la resistencia vasca y de romper la solidaridad entre los pueblos vasco y catalán con el andaluz (Ocho apellidos vascos y Ocho apellidos catalanes). Eso forma parte de todo un movimiento subyacente, en el que la Corona y la Iglesia tienen papeles fundamentales. En los Países Catalanes existe una ultraderecha criminal, en Andalucía la vemos cada año en la Semana Santa. La impunidad de los grupos fascistas en Catalunya desde 2017 es total, y cuentan con el apoyo de los medios de prensa y de la burguesía franquista que continúa viviendo allí. Esta ultraderecha subyacente se encuentra en todas las naciones oprimidas debido a que tenemos sectores sociales que, por razones económicas e ideológicas, se identifican con esa estructura de poder. Este movimiento no solo se da en el Estado Español, sino que tiene su ramificación internacional en Europa, con esa dinámica que tienen de unificar las derechas (las ultraderechas fascistas han firmado un pacto en Hungría, ratificado por Orban y Salvini). Ahí se encuentra la ultraderecha trumpista, que tiene al PP de Madrid con Ayuso a s máximo expositor en el Estado Español. Todo esto es lo que está debajo de Vox, por eso no podemos ceñir el análisis exclusivamente en torno a este partido. Vox es la parte externa, “la gota de cianuro de esta máquina de morte que está debajo”. ¿Cómo podemos combatir a la ultraderecha? Haciendo este programa y divulgándolo es un medio, eso es incuestionable, en este sentido estoy muy agradecido por tu entrevista. La experiencia muestra que frente a la extrema derecha y frente a las múltiples corrientes del fascismo, sobre todo con las que se ocultan detrás de velos, explicar con paciencia y argumentos es vital. Esto ya se sabe desde el cesarismo y el imperialismo propagados por autores como Max Weber en la Alemania de 1918, también desde el crecimiento del fascismo en Italia; y como eso no se criticó a tiempo. Estas son lecciones que hay que tomar para explicar pacientemente lo que está sucediendo. Pero hay tres niveles que quiero tocar para concluir, sobre la lucha contra el fascismo. Un primer nivel es el que va precisamente a esa estructura autoritaria, psicológica, psicopolítica, a esa reserva de irracionalidad que hay en la izquierda. Como ejemplo está el debate que hubo en el Partido Comunista Alemán en 1932, en el que había una corriente que planteaba que al fascismo se le combatía en la calle, potenciando el movimiento juvenil. Para potenciar la rebeldía innata en la juventud antes de que sea adoctrinada y atemorizada, la militancia comunista tiene una tarea importantísima, sobre todo por parte de las madres y los padres comunistas. Esta parte de la izquierda marxista anti-nazi derivaría después en el movimiento antifascista, y se centraron en realizar reuniones para ver como se debía combatir al nazismo en la vida “privada”. Esta es una lección que se olvidado en buena parte de las izquierdas: que en la vida “privada” se debe empezar a luchar inmediatamente contra las reservas de irracionalidad que tiene el poder adulto en la izquierda. Este es un campo esencial que se ha visto en la experiencia histórica. Otra cuestión que es poco conocida tiene que ver con como se ha combatido el fascismo en Grecia, a Amanecer Dorado. Ahí hubo una lucha muy impactante e importante que terminó en victoria y que la gente desconoce, y que se produjo en la isla de Creta. Lo que se hizo fue llevar la lucha a los barrios, y lo llevaron familiares que habían sufrido la represión nazi durante la ocupación de la isla. Se llevó todo esto a los colegios, a los barrios obreros, a los bares populares. Esto también lo hizo en sus inicios el Partido Comunista Italiano, aunque luego todo fue barrido por el eurocomunismo. En la Creta de 2014-15, antes de la traición de Syriza, Amanecer Dorado fue vencido por la iniciativa popular y la iniciativa de las izquierdas de llevar la denuncia del fascismo a todos los rincones de la vida “privada” y la vida pública (en la educación y la cultura, en el deporte, en la familia, en la vida laboral, etc.). Esta experiencia de Creta se olvida, se menosprecia y se abandona. El fascismo ha sido vencido y debilitado, o al menos contenido, en las naciones oprimidas, porque una de las bazas del fascismo es su nacionalismo imperialista de desprecio a su propio pueblo. Un fascista vasco desprecia lo vasco. Un fascista galego no habla en galego, sino en español cervantino. Frente a Catalunya, Euskal Herria, Galiza, Aragón, etc., ellos defienden el Día de la Raza y la Hispanidad. Una gran responsable del ascenso del fascismo en Europa fue la izquierda. El Partido Comunista de España defendió en un primer momento los derechos nacionales de las naciones del Estado. Pidió la autodeterminación basándose en los principios de la Internacional Comunista. Esto fue asumido con el liderazgo de José Díaz y se mantuvo durante la República. Llegó la Guerra Contrarrevolucionaria (mal llamada Guerra Civil), y a partir de mayo de 1937, el nacionalismo español triunfó definitivamente en el partido. A partir de ahí se ha llegado a la terrible situación de aceptar la monarquía, la bandera monárquica, el ejército, las bases norteamericanas en el Estado Español; de no cuestionar el sistema educativo y de abandonar toda defensa del derecho de autodeterminación de los pueblos, e incluso de negar el carácter de nación de Euskal Herria o Galiza. Si vamos a Alemania, Francia o Italia veremos que las izquierdas se negaron a presentar un modelo de una nación obrera y popular frente a la nación burguesa. Esto ha permitido que el fascismo se apropie de la psicología profunda de todo el peso reaccionario de la burguesía. No ha existido, tal como decía Marx, una lucha entre la nación burguesa y la nación trabajadora. La izquierda ha aceptado la nación burguesa y la defiende. Esto explica porque en el Estado Francés ha habido tanto voto del Partido Comunista que se ha ido a Le Pen, y en el Estado Español ha habido voto obrero que se ha ido a Vox. Allí donde el pueblo se reivindica como pueblo, que no tiene nada que ver con el nacionalismo burgués ni con el nacionalismo del Estado opresor, el fascismo tiene muchas dificultades para penetrar. Para vencer al fascismo, y concluyo ya, además de estas cuestiones que ya he mencionado: conocimiento histórico, pedagogía sistemática, lucha cotidiana y permanente contra lo irracional y llevar la lucha a todos los ámbitos sociales cotidianos diarios. Es necesario reivindicar un ideario nacional obrero y popular antagónico con el nacionalismo, con el racismo y con el patriarcado. El fascismo se envalentona cuando no ve resistencia en la calle. La pasividad en política hace que surja la figura del “amo” que todos llevamos dentro. Mientras que esa figura esté en nuestra cabeza, estará también en la calle, en los parlamentos, en la universidad, en los medios de difusión. Menos mal que lo hemos expulsado de este debate, por eso debemos divulgarlo y promocionar el debate lo máximo posible. Bueno, dejo ya de dar esta chapa y esperemos que más adelante este programa sirva para algo, haya discusión sobre todo esto y expulsemos a todos los amos de nuestras cabezas. Lorena Serantes – Sare Antifexista

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