jueves, 1 de diciembre de 2022

Historia de una Fábrica...

La única fábrica de gas que se conserva en España está en Oviedo Construida en 1857, fue clave para la electrificación de la ciudad y para suministrar energía a la Fábrica de Armas de La Vega. Por Bernardo Álvarez 1 diciembre 2022 Vista de la fábrica de gas en una foto de mediados del siglo XX. La mayoría de los ovetenses no lo saben, pero ahí está el geógrafo Toño Huerta para recordarlo: “Oviedo tiene la única fábrica de gas que se conserva íntegra en toda España”. En efecto, la llamada Popular Ovetense, ubicada entre las calles Paraíso, Postigo y Azcárraga, es una edificación que resiste en el centro de la ciudad, junto a la muralla medieval, como un recuerdo de la época de la Revolución Industrial, cuando este tipo de factorías florecieron en todas las ciudades. Hoy día sin embargo la de Oviedo se trata de una rareza, ya que apenas se han conservado instalaciones similares en el resto de Europa, y si permanecen es de modo muy parcial, tan solo algunos elementos. Atenas es una excepción. La ciudad griega ha conservado por completo la antigua factoría de Gazi, hoy reconvertida en un espacio multiusos que acoge todo tipo de actividades culturales, de ocio y turísticas. Volviendo a la fábrica ovetense, que ocupa un recinto de 12.000 metros cuadrados, fue construida en 1857 por iniciativa de la Sociedad Alumbrado de Gas. Según explica Huerta, “refleja muy bien lo que fue el desarrollo urbano del Oviedo de la segunda mitad del siglo XIX”. Esta infraestructura se crea para suministrar de gas y electricidad a la ciudad, a núcleos cercanos como Colloto, Lugones o San Claudio y a instalaciones industriales como la Fábrica de Armas de La Vega o la de explosivos de Santa Bárbara. El proyecto arquitectónico fue firmado por Miguel García Lomas y Somoano y ejecutado por Francisco Casariego. Fábrica de Gas de Gazi, Atenas. Una de las características más notables de la Fábrica de Gas, y que demuestran su alto valor patrimonial, es precisamente que “en ella están representados los principales arquitectos que trabajaron en Asturias. Tenemos a Dimas Cabeza, a Vaquero Palacios, Casariego o al ingeniero Sánchez del Río”. Buena parte de las construcciones originales del siglo XIX se han perdido, y lo que se conserva en la actualidad fue levantado de los años 30 en adelante. La estructura metálica del gasómetro, el elemento más reconocible del complejo a día de hoy, fue construido entre 1958 y 1961. Fábrica de Gas de Ovoedo. Foto: Pablo Lorenzana. Natalia Tielve, experta en patrimonio industrial asturiano, escribe que “la intervención de Joaquín Vaquero Palacios se lleva a cabo entre los años 1933 y 1936. Proyecta una serie de edificios, situados en el frente de la calle Paraíso, de carácter administrativo, residencial y almacenes. Entre estos cabe destacar la vivienda del director”, además de un pabellón de servicios múltiples. Para Tielve resulta “especialmente sobresaliente la resolución de la fachada, en particular, el ángulo resuelto en curva, la cubierta plana con barandilla de remate, la marquesina de gran vuelo y el torreón que alberga la escalera”. Movilización contra el derribo de la fábrica de gas en 2009. Durante casi medio siglo, la Fábrica de Gas fue el único proveedor de alumbrado público en toda la ciudad. Tras su cierre, en el verano de 1985, la fábrica se queda sin uso y sin que las administraciones sepan muy bien qué hacer con la infraestructura. En un principio EDP, la empresa propietaria, quiso demolerla para construir viviendas, tal y como pasó con su homóloga de Gijón, derribada en 1983. El proyecto no prosperó debido a la movilización social que presionó contra los diferentes proyectos inmobiliarios. La empresa tuvo entonces que presentar una propuesta alternativa, más moderada, el llamado Plan Portela, encargado al arquitecto gallego César Portela, que reducía el porcentaje destinado a vivienda y salvaba parte del conjunto industrial. “El proyecto de derribarla no prosperó debido a la movilización social” La crisis económica frenó la ejecución del Plan Portela, y aunque durante el tripartito de izquierdas se llegó a estar cerca de un acuerdo de venta al Ayuntamiento, las negociaciones no se llegaron a rematar y no se firmó ningún documento. En la práctica hace ya casi cuatro décadas que el recinto está cerrado y no puede ser visitado. A todas estas circunstancias se añade el problema de la contaminación del suelo tras décadas de intensa actividad industrial. Toño Huerta frente a la fábrica de Gas de Oviedo. Foto: Alisa Guerrero Con la derrota de las izquierdas y la formación del nuevo gobierno del PP-Cs se volvió a especular con una compra del recinto por parte del Ayuntamiento, algo que incluso Canteli llegó a afirmar. Las palabras se las lleva el viento y finalmente ha sido un fondo de inversión, Ginkgo, el que ha comprado el recinto, para cuya remodelación quiere contar con los servicios del arquitecto navarro Patxi Mangado, crítico con las posiciones conservacionistas, y que defiende ajustarse a las directrices del Plan Portela que no prevén la conservación de la nave de la Popular Ovetense, sino únicamente su fachada, sobre la que se construirían pisos. Nave de la Popular Ovetense. Foto: Iván G. Fernández Desde el movimiento Fábrica de Gas e Ideas que integra a vecinos, ecologistas, arquitectos y expertos en patrimonio, se ha venido reclamando a los poderes públicos una protección integral de la nave. Finalmente la Consejería de Cultura ha pedido al Ayuntamiento que la incluya en el catálogo urbanístico de Oviedo y la salve así de la piqueta, una instrucción que el gobierno de Canteli no parece por ahora muy interesado en seguir. Desde el movimiento ciudadano se ha convocado una concentración este jueves a las 19h junto a la nave para presionar al gobierno local.

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