martes, 4 de marzo de 2025

Metiéndose el agua en casa...

Declaración de accesibilidad Saltar al contenido principal La democracia muere en la oscuridad Suscribir Iniciar sesión Opinión El desarme digital estadounidense da vía libre a Rusia en el ciberespacio. Mala idea. En el ciberespacio, como en otros ámbitos, la paz llega a través de la fuerza. 3 de marzo de 2025 a las 5:21 pm ESTAyer a las 5:21 pm EST 4 minutos 472 (Ilustración del Washington Post; iStock) Por Colin Aherny Marco Montgomery Colin Ahern es el director de ciberseguridad del estado de Nueva York. Mark Montgomery es un contralmirante retirado y director sénior del Centro de Innovación Cibernética y Tecnológica de la Fundación para la Defensa de las Democracias. Entérate de las últimas noticias y debates con nuestro boletín diario Inmediatamente después de la sorprendente reunión en la Oficina Oval entre el presidente Donald Trump y el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, llega la noticia de un sorprendente —y sorprendentemente equivocado— cambio de rumbo de la antigua política de seguridad nacional de Estados Unidos respecto de las operaciones cibernéticas rusas. En un supuesto intento por llevar al presidente ruso, Vladimir Putin, a la mesa de negociaciones, la administración Trump habría ordenado tanto al Comando Cibernético del Departamento de Defensa como a la Agencia de Seguridad de Infraestructura y Ciberseguridad del Departamento de Seguridad Nacional que dejen de monitorear y contrarrestar las ciberamenazas rusas. Después de haber pasado más de cinco décadas defendiendo el interés nacional y la infraestructura digital de Estados Unidos, sostenemos inequívocamente que este cambio de política es un error estratégico que hará que Estados Unidos sea menos seguro en el ciberespacio y hará poco para lograr la paz en Europa. 🎤 Sigue las opiniones sobre las noticias Seguir Aunque la administración afirma que la suspensión es sólo una pausa durante las negociaciones, es, sin embargo, una estrategia desaconsejada que viola dos principios fundamentales de las relaciones internacionales y la ciberseguridad. Anuncio Anuncio En primer lugar, las negociaciones con los adversarios se llevan a cabo mejor desde una posición de fuerza, no de debilidad. Al desarmarnos unilateralmente (aunque sea temporalmente) en el ámbito digital, sacrificamos nuestra influencia e invitamos a más agresiones, no a concesiones. La administración parece creer que al tender una rama de olivo a Moscú, seremos recompensados ​​con moderación recíproca. La historia sugiere lo contrario, y el primer memorando de seguridad nacional de Trump dice lo mismo. Putin respeta la fuerza y ​​explota la debilidad percibida, incluso con ejecuciones extrajudiciales en el extranjero. En segundo lugar, la administración no entiende en absoluto el panorama estratégico global. Aunque aparentemente espera separar a Rusia del “eje de agresores” (China, Irán y Corea del Norte), Moscú no ha mostrado interés en distanciarse de estos socios. Hace apenas unos días, Sergei Shoigu, secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, se reunió con el presidente chino Xi Jinping en Pekín para reafirmar su “profunda asociación”. Rusia gana mucho más alineándose con estas potencias que con cualquier concesión que Washington pueda ofrecer. Y la renuncia unilateral a capacidades ofensivas y defensivas clave de Estados Unidos significa que tenemos menos opciones para llevar a Putin a la mesa de negociaciones, no más. No se trata de una cuestión partidista: tanto los republicanos como los demócratas reconocen desde hace tiempo los peligros de la debilidad estadounidense frente a nuestros adversarios y las vulnerabilidades específicas que enfrenta Estados Unidos en la defensa de su ciberespacio. La desastrosa guerra elegida por Putin en Ucrania puede parecer lejana, pero las acciones de la administración Trump deben reevaluarse rápidamente. No hacerlo pondrá en grave riesgo la seguridad económica y nacional de Estados Unidos aquí en el país.

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