Debería de seguir apretándo las tuercas bancarias/cajeras.
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MAFO levanta el pie: no exige más provisiones a la banca a la espera del FROB
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El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez (i) (Efe)
@Eduardo Segovia - 15/09/2009 06:00h
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Dios y el Banco de España aprietan pero no ahogan. El supervisor bancario ha levantado el pie del acelerador en cuanto a exigencias de provisiones a las entidades a la espera de que el dinero del FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) empiece a llegar a las entidades con mayores problemas y éstas cuenten con recursos suficientes para hacer frente a sus necesidades. Así lo aseguran fuentes conocedoras de la situación, que añaden que, de mantener las exigencias actuales, unas cuantas entidades entrarían en pérdidas e incluso algunas verían comprometida su solvencia.
Esta relajación se refiere a las dotaciones extraordinarias que el gobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez había exigido a bancos y cajas desde principios de año y que implicaban la reducción al mínimo posible de los beneficios pero sin llegar a las pérdidas. Oficialmente, estas provisiones tenían como fin construir un colchón frente a la morosidad futura; pero en realidad pretendían hacer frente a los activos 'tóxicos' (créditos dudosos, activos inmobiliarios y participaciones empresariales, principalmente) que tendrán que aflorar tarde o temprano si la recuperación económica es tan lenta como pronostican los organismos internacionales.
"El Banco de España ha obligado a todas las entidades a cuantificar los préstamos dudosos, las coberturas necesarias, las pérdidas en el ladrillo, etc. Pero, con esa información en la mano, no puede pedirles que provisionen todo lo que deberían para no comprometer la viabilidad de ninguna. Va a esperar a contar con el dinero del FROB para inyectarlo a las que están en peor situación y que puedan aumentar sus provisiones sin tener que comerse todo el beneficio ni comprometer su solvencia", aseguran las fuentes citadas. Un portavoz del supervisor declinó hacer declaraciones al respecto.
El cambio de actitud en Cibeles responde a la magnitud del deterioro de los balances de muchas entidades, que además en este trimestre se enfrentarán a la llegada de la famosa segunda oleada de morosidad, algo que ha reconocido públicamente el propio Fernández Ordóñez. La primera oleada, que se sufrió entre septiembre de 2008 y marzo de 2009, afectaba a los créditos que nunca debieron darse: crédito promotor por suelos sin valor, inmigrantes, particulares con exceso de endeudamiento, hipotecas por el 120% del valor de tasación, etc. La segunda proviene de familias normales que no han hecho locuras y que eran solventes cuando se les concedió la hipoteca, pero se han quedado en el paro o han visto reducidos sus ingresos.
Más dotaciones y menos ingresos
Esto implica la necesidad de mayores provisiones específicas -las ligadas a los créditos dudosos- y, en un entorno de parón de la actividad crediticia, no habrá ingresos suficientes para seguir dotando provisiones extraordinarias al ritmo de los últimos trimestres. No obstante, bancos y cajas han obtenido un cierto alivio para sus ingresos mediante la inversión masiva en deuda pública de los recursos que obtienen en el BCE, actividad muy rentable dada la gran diferencia entre los tipos a corto plazo (los que les cobra el BCE) y a largo plazo (los que pagan los bonos), y mucho más segura que conceder nuevo crédito.
Además, el futuro pinta mucho peor, porque el próximo año se van a juntar tres problemas que pueden dejar en pañales la crisis vivida hasta ahora por la banca: por un lado, la necesidad de provisionar el grueso de la morosidad declarada en 2009, incluyendo el 75% del crédito promotor y de las hipotecas de mayor riesgo (lo cual va a acabar con todo el colchón de la provisión genérica, el colchón construido en los años de bonanza); por otro, el hundimiento de los márgenes por el traslado de las bajadas de tipos a las hipotecar (el repricing hipotecario); y finalmente, el límite de las prácticas actuales para contener el crecimiento de la mora: compra de inmuebles y de acciones de empresas en quiebra.
La lista de favores crece
El cambio de actitud de MAFO se suma a la lista de ayuditas que está dando en los últimos meses a la banca ante el deterioro de sus balances. Una lista que incluye el FROB, por supuesto, pero también medidas como la permisividad en las tasaciones para no obligar a bancos y cajas a provisionar la pérdida real de valor de sus activos inmobiliarios, algo favorecido por la especial normativa de tasaciones española, y cuyo impacto es enorme: permitió a Caja Castilla-La Mancha dar un beneficio de 30 millones de euros en 2008 cuando en realidad tenía pérdidas de 740 millones, según el propio Banco de España.
Pero la estrella de estas ayudas es el cambio de criterio de la normativa contable anunciado en julio, que permite que las entidades no tengan que provisionar las hipotecas morosas por el 100% del valor del inmueble como hasta ahora, sino sólo por el 30%, lo que implica que la vivienda mantiene por principio un 70% de su valor de compra. Además, al aplicarse sólo en los casos de vivienda terminada, este cambio contable hace que a las entidades les interese terminar las obras que están a medias aunque no se vendan los pisos. Algo a lo que algunos bancos y cajas se han lanzado con gran celeridad.
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