domingo, 3 de enero de 2010

Ken Loach, todo un personaje.

El trotskista convencido

por JUAN SARDÁ FROUTCHMANN

Es fácil imaginar a Ken Loach (Warwickshire, 1936) como ese viejo comunista que se mantiene impertérrito en sus convicciones contra viento y marea. Pero lo que ha hecho de Loach un director popular, especialmente en España, uno de los países donde mejor acogida tienen sus películas, no es sus opiniones políticas sino su capacidad para realizar filmes que captan de forma intensa la realidad sin mayores adornos. Su legión de fans sabe que la entrega anual del activo maestro británico le deparará un retrato crudo y y conciso sobre la clase obrera, eternos protagonistas de unas películas que son herederas del tradicional realismo británico y que, eso sí, pueden ser comedias, como esta última 'Buscando a Eric', tragedias como 'Lloviendo piedras' (1991), desgarrados melodramas como 'Ladybird, Ladybird' (1994) o bélicas, como en el filme con el que ganó la Palma de Oro en Cannes, 'El viento que agita la cebada' (2006).


Loach nació en Nuneaton, un pequeño pueblo de las afueras de Birmingham hijo de una familia de clase media. Estudió Derecho en Oxford pero pronto sus pasos le llevaron al mundo del espectáculo. Tras una etapa como actor en un grupo de teatro universitario, consiguió una beca para trabajar en la BBC y allí comienza realmente su trayectoria como director de prestigio. Trotskista convencido, Loach comenzó a trabajar en un ambiente en el que el mundo del audiovisual británico estaba fuertemente dominado por la izquierda. Pronto comenzó a producir docudramas para la televisión pública, y la notoriedad le llegó cuando uno de ellos, 'Cathy Come Home', hizo que cambiaran las leyes inglesas relativas a los mendigos. El propio Loach aún dice que ha sido la mayor satisfacción que ha tenido en su carrera.


De la televisión Loach da el salto al cine con la extraordinaria 'Kes' (1970), aún hoy una de las mejores películas de su filmografía. Cuando el director comienza a rodar, el realismo social británico, también conocido como "free cinema" o "drama del grifo de cocina", alusión irónica a su tendencia a retratar los interiores de casas de familias humildes, ya lleva una década de rodaje. Así, Loach se instauró junto a otro ilustre, Mike Leigh, como el digno heredero de Tony Richardson y Lindsay Anderson con esta exitosa 'Kes', la conmovedora historia de la relación entre un niño de familia paupérrima y un halcón al que cuida. Con este filme Loach fue nominado a los BAFTA y obtuvo un gran reconocimiento internacional.


Después de este espectacular debut, Loach vivió su particular travesía en el desierto que se prolongó durante dos décadas. Durante este tiempo, el cineasta trabaja sobre todo para la televisión en películas con gran carga social que le conllevaron numerosos problemas. Su película para la organización de caridad Save the Children jamás fue estrenado y fue un escándalo nacional cuando, en pleno thatcherismo, su documental sobre los movimientos sindicales y su oposición al Gobierno, 'A Question of Leadership', jamás vio la luz. Loach denunció entonces que estaba siendo sometido a un boicot político y la realidad es que su serie de reportajes sobre las huelgas mineras, 'Which Side Are You On' (1984) tampoco fue emitido.


Pero Loach remontó el vuelo de forma espectacular en 1990 en con 'Agenda oculta', sobre los tejemanejes del Gobierno británico en Irlanda del Norte, y desde entonces la suerte y el reconocimiento internacional no le han abandonado. A partir de aquí, encadena tres grandes éxitos seguidos: 'Riff Raff '(1991), 'Lloviendo piedras' (1993) y 'Ladybird, Ladybird' (1994), las tres son contundentes melodramas (trufados de ese humor socarrón en el que el director es un experto) que dan cuenta de las duras condiciones en que siguen viviendo muchas personas en Occidente en general y Gran Bretaña en particular. Su siguiente filme, 'Tierra y libertad', sobre la Guerra Civil, fue un gran éxito en España y marcaría el inicio de una serie de coproducciones con nuestro país que se mantiene hasta nuestros días a través de la productora de Gerardo Herrero, Tesela, y de su coguionista habitual, Paul Laberty, residente en Madrid y marido de Icíar Bollaín.


La década que pronto termina también ha sido pródiga en éxitos para el director. 'Sweet Sixteen', que ganó la Seminci, es una brutal y conmovedora historia sobre los desvelos delictivos de un adolescente; 'Sólo un beso' (2004) es una peculiar comedia romántica sobre la relación entre un indio y una británica; y 'El viento que agita la cebada', por la que ganó en Cannes, hace justicia a las víctimas irlandesas de la dominación británica hasta llegar a esta reciente 'Buscando a Eric', lo más cerca que ha estado de la comedia pura y dura. Ken Loach está casado y ha tenido cinco hijos. Uno de ellos, Nicholas, falleció a los seis años en 1971 en un accidente de coche.
Fotos: ALTA FILMS

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