De la guerra que Apple perdió
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Es algo así como el rey midas de la tecnología, convirtiendo en oro todo lo que toca.
Apple quizá no inventa cosas nuevas, pero transforma productos existentes en gadgets atractivos y populares. Lleva a las masas dispositivos tecnológicos y los convierte en productos de consumo personal y en objetos de culto.
Pero no siempre ha sido así y quizá, como esta temporada de fiestas trae un poco de nostalgia, sea una buena hora para contar el cuento de Bandai Pippin o la guerra que Apple perdió.
Corría el año de 1995 cuando la empresa tecnológica ingresó en el campo de los videojuegos.
De la mano de la empresa japonesa Bandai, lanzó al mercado en territorio japonés y estadounidense, un dispositivo que aunque se anunció como computadora multimedia era en realidad una consola de videojuegos.
Armada con un lector de CD, memoria de 5 MB, módem y tarjeta de gráficos de 16 bits (apodada "tacos"), el aparato salió al mercado a un precio de casi US$600.
El dispositivo tenía el sistema operativo de las Macintosh y compatibilidad con programas de la misma empresa.
Pero Pippin nunca triunfó. Se calcula que de todas las consolas producidas, sólo se vendió un 42% del total en Japón, EE.UU. y Europa.
Su costo, en una época donde Nintendo 64 y Sega Genesis reinaban, fue visto como uno de los mayores obstáculos para su éxito.
A ello hay que sumar la falta de títulos para jugar ante el poco interés de programadores por participar en un nuevo producto que no amenazaba a los líderes.
Pippin sólo vivió dos años y después fue descontinuada. Apple no volvió a mencionar una posible incursión en el campo de los videojuegos.
Pero ello no ha impedido que existan rumores todos los años que apuntan a la "inminente" llegada de una nueva consola de videojuegos al mercado de la mano de la empresa de Tim Cook.
Los nuevos murmullos apuntan a que la nueva versión de Apple TV, que algunos llaman iTV, será en realidad una plataforma de entretenimiento digital centrada en los videojuegos.
Parece difícil que a estas alturas del juego y con jugadores tan establecidos, Apple decida apostar por un producto de videojuegos. Pero es probable que enfatice la descarga de aplicaciones de entretenimiento en su nuevo dispositivo de conexión a internet vía el televisor.
Por lo pronto a los fans de Steve Jobs les gustará saber que el fracaso de Pippin y su derrota en la guerra de las consolas ocurrió cuando el fallecido empresario se había alejado de Apple.
Lo que no les gustará saber es que cualquier nueva apuesta también ocurrirá sin él en los controles.
Así que lo más probable será que Pippin se convierta en una historia que Apple no intentará repetir.
De la mano de la empresa japonesa Bandai, lanzó al mercado en territorio japonés y estadounidense, un dispositivo que aunque se anunció como computadora multimedia era en realidad una consola de videojuegos.
Armada con un lector de CD, memoria de 5 MB, módem y tarjeta de gráficos de 16 bits (apodada "tacos"), el aparato salió al mercado a un precio de casi US$600.
El dispositivo tenía el sistema operativo de las Macintosh y compatibilidad con programas de la misma empresa.
Pero Pippin nunca triunfó. Se calcula que de todas las consolas producidas, sólo se vendió un 42% del total en Japón, EE.UU. y Europa.
Su costo, en una época donde Nintendo 64 y Sega Genesis reinaban, fue visto como uno de los mayores obstáculos para su éxito.
A ello hay que sumar la falta de títulos para jugar ante el poco interés de programadores por participar en un nuevo producto que no amenazaba a los líderes.
Pero ello no ha impedido que existan rumores todos los años que apuntan a la "inminente" llegada de una nueva consola de videojuegos al mercado de la mano de la empresa de Tim Cook.
Los nuevos murmullos apuntan a que la nueva versión de Apple TV, que algunos llaman iTV, será en realidad una plataforma de entretenimiento digital centrada en los videojuegos.
Parece difícil que a estas alturas del juego y con jugadores tan establecidos, Apple decida apostar por un producto de videojuegos. Pero es probable que enfatice la descarga de aplicaciones de entretenimiento en su nuevo dispositivo de conexión a internet vía el televisor.
Por lo pronto a los fans de Steve Jobs les gustará saber que el fracaso de Pippin y su derrota en la guerra de las consolas ocurrió cuando el fallecido empresario se había alejado de Apple.
Lo que no les gustará saber es que cualquier nueva apuesta también ocurrirá sin él en los controles.
Así que lo más probable será que Pippin se convierta en una historia que Apple no intentará repetir.
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