domingo, 1 de enero de 2012

En todas partes cuecen.....


Crísis .

Wall Street se prepara para un año tan duro como 2011

Una Europa tambaleante, paralización política y volatilidad en los mercados. Temas familiares para los inversores que sobrevivieron a 2011, y que deberán volver a lidiar con ellos el año que viene. En esta imagen de archivo, el cartel de la calle de Wall Street frente a las decoraciones navideñas en el primer día de mercados de 2009 frente a la Bolsa de Nueva York, el 2 de enero de 2009. REUTERS/Lucas Jackson

NUEVA YORK (Reuters) - Una Europa tambaleante, paralización política y volatilidad en los mercados. Temas familiares para los inversores que sobrevivieron a 2011, y que deberán volver a lidiar con ellos el año que viene.
Ante la escalada de la crisis de deuda, las revueltas políticas en el mundo, y el desmoronamiento de la credibilidad crediticia en las principales naciones industriales, 2011 fue un año difícil para saber dónde invertir. Es difícil que 2012 ofrezca un respiro.
El índice S&P 500, un indicador del valor de mercado de las compañías estadounidenses más grandes, pasó la mayor parte del año oscilando entre subidas y caídas, desconcertando las posiciones cortas y largas, y alejando a muchos inversores minoristas de las acciones. Al final, terminó donde empezó.
Pero la tibia evolución del S&P 500 fue alentadora, comparada con otros mercados bursátiles del mundo. Estados Unidos aún podría considerarse como un refugio seguro, aunque incluso eso parece incierto.
En cada repunte provocado este año por una mejora en las cifras de la economía, las olas vendedoras nunca estuvieron muy lejos por los temores a que la crisis de deuda europea pueda arrastrar al continente a una recesión, y con él a Estados Unidos. Eso podría continuar en 2012.
China y otros mercados emergentes de rápido crecimiento ya no pueden ser soporte del crecimiento global porque esas economías se están desacelerando. En el último semestre de 2011, más allá del sector bancario, los de peor rendimiento estaban en su mayoría relacionados con el crecimiento global: materiales, energía y compañías industriales.
"Hay una creciente comprensión de que la economía global está en peligro", dijo Bruce Bittle, estratega principal de inversión en Robert W Baird & Co en Nashville. "Hay incertidumbre en cada rincón del mundo", agregó.
Esa incertidumbre alimentó una considerable volatilidad en 2011.
A pesar del rendimiento plano del S&P este año, hubo 66 días de operaciones en que las acciones se movieron en un rango de un 2 por ciento. En 2008, cuando colapsó Lehman Brothers durante la crisis financiera global, hubo más de 130 días de operaciones en que las acciones oscilaron en ese margen.
Pero eso llevó a que los inversores minoristas se alejaran de las acciones, buscando refugios seguros para su dinero.
SUPERANDO A LOS RIVALES GLOBALES
El S&P 500 terminó el viernes con un descenso del 0,01 por ciento anual. En contraste, el índice MSCI de las acciones mundiales cayó un 9 por ciento y el FTSEurofirst 300 cedió casi un 11 por ciento.
A las estrellas de los mercados emergentes les fue peor. El índice Shanghái Composite de China perdió un 22 por ciento, el BSE de India se hundió un 25 por ciento, y el Bovespa de Brasil perdió un 18 por ciento.
Los estrategas dicen que el mercado bursátil de Estados Unidos podría verse beneficiado por un razonable crecimiento económico y por atractivas valoraciones de mercado. El S&P 500 estaría subiendo un 6 por ciento para fines de 2012, según sondeos recientes realizados por los estrategas de Wall Street.
Es probable que la volatilidad persista a principios de 2012 debido a la incertidumbre en Europa y a la creciente preocupación que despierta una desaceleración de las ganancias causada por las recientes revisiones de las estimaciones.
Las compañías estadounidenses que recortaron sus perspectivas de ganancias superaron recientemente a aquellas que elevaron sus perspectivas, con la relación entre ambas partes más alta en 10 años.
La semana pasada, las deprimidas ganancias de Oracle sacudieron la confianza sobre la salud del sector tecnológico antes de la temporada de ganancias de enero. Oracle se unió a una creciente lista de compañías, entre ellas algunas de las grandes tecnológicas, cuyos resultados y perspectivas han disparado señales de alarma.
TEMORES A UNA RECESIÓN
Muchos economistas consideran que la zona euro ya está en recesión. Pronostican que las economías de las 17 naciones del bloque se estancarán en 2012, tras contraerse en el cuarto trimestre de este año y en el primero del próximo.
Los inversores temen que Italia y España tengan que seguir refinanciando los préstamos a niveles insostenibles a principios del próximo año, lo que podría agravar la crisis.
La correlación entre el mercado bursátil de Estados Unidos y el euro se disparó en 2011 mientras los inversores ligaban sus apuestas a los activos de riesgo a las oscilaciones del euro. Esa tendencia cedió cuando las acciones se recuperaron cerca de fin de año, pero es probable que vuelva a avivarse.
Hasta el momento, la economía de Estados Unidos ha mantenido un ritmo de crecimiento moderado. Los economistas esperan que se expanda alrededor de un 2,1 por ciento el año próximo, pero no está claro cómo afectaría una desaceleración en el resto del mundo a la economía en Estados Unidos.
La clave podría ser China, en lugar de Europa.
"China es el gorila de 800 kilos en una habitación, y probablemente es el país más importante a observar en términos de su contribución al crecimiento global", dijo Michael Sheldon, estratega principal de mercado en RDM Financial en Westport, Connecticut.
La confianza empresarial china se está debilitando. Un sondeo demostró que los pedidos de exportación cayeron por primera vez en casi tres años.
La caída de las acciones del sector de materiales en el segundo semestre del 2011 refleja la preocupación respecto al declive de la actividad en el exterior. El índice de materiales del S&P perdió casi un 14 por ciento en los últimos seis meses.
PARÁLISIS
Uno de los eventos cruciales de 2011 fue el recorte a la perfecta calificación crediticia AAA de Estados Unidos. Standard & Poor's aludió a las divisiones del Congreso como razón para el recorte.
El estancamiento en Washington de las negociaciones para elevar el techo de endeudamiento disparó una ola de ventas que se aceleró tras el recorte de la calificación.
Los inversores prevén que la paralización en el Congreso empeorare a medida que se acerquen las elecciones presidenciales de noviembre. Es probable que los comicios sean reñidos, lo que no facilitará para nada los esfuerzos legislativos por disminuir los altos niveles de deuda.
Goldman Sachs prevé un crecimiento en 2012 altamente susceptible incluso a los sobresaltos más mínimos, y esos sobresaltos podrían ser políticos.
"La desaceleración del crecimiento (y en algunos lugares una contracción absoluta), recortes al sector público, y una renegociación del pacto social entre el Estado y la sociedad en diferentes partes del mundo forman un entorno propicio para la agitación política", dijo Goldman en una nota a sus clientes.
/Por Edward Krudy/


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