Desde que estalló la crisis financiera en 2008, la producción de
la mayoría de los países ricos se ha estancado. Al cierre del último trimestre
de 2011, el Producto Interior Bruto (PIB) de los 34 países que integran la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) era, de media,
un 6,8% menor de lo que hubiera sido si hubiese continuado la tendencia de
crecimiento registada entre 1995 y 2007, del 2,7% de media.Los llamados PIIGS (Portugal, Italia, Irlanda, Grecia y España) han quedado particularmente atrapados en el lodo, como se puede observar en el gráfico adjunto, que recoge The Economist.
Italia es el país más perjudicado. Las previsiones apuntan a que la economía transalpina tardará 15 años en volver al punto en el que estaría en 2011 si la crisis no le hubiese golpeado. En el caso de España el país tendrá que esperar más de diez años para registrar el mismo PIB que hubiera tenido en 2011 de no haber existido la crisis.
Irlanda, bajo un rescate internacional, ha perdido 11 años. Se estima que registrará tasas anuales de crecimiento del 2,6% de promedio, pero su tendencia de crecimiento precrisis fue tan elevada que tardará años en ponerse al dia. Incluso a Alemania, la primera economía de la Eurozona, se verá obligada a realizar un gran esfuerzo para recuperarse. Prácticamente un año.
Pero no todo el mundo ha perdido el tiempo. Hasta seis países de la OCDE que no recoge el gráfico, Chile, Israel, Polonia, Eslovaquia, Suiza y Turquía, ya han regresado a su tendencia de crecimiento precrisis.
Años que tardará un país en alcanzar el PIB previsto para 2011 si no hubiera habido crisis. Imagen: FMI, OCDE, The Economist.
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