La música clásica a través de sus imprescindibles
El mundo de la música clásica es vasto y no es complicado perderse en él. Ahí radica gran parte de la emoción. ¿Qué mejor que avanzar a través del bosque de su historia e ir encontrando los tesoros ocultos? Para facilitar un poco la tarea a exploradores noveles y recordar grandes hallazgos a aventureros avezados, guiamos tus pasos por algunos de los autores y obras imprescindibles de la música clásica.
Bach (1685-1750)
Johann Sebastian Bach forma, junto a Haendel (1685-1759), la espina dorsal de la música barroca. Su obra sacra es impresionante, y no hay que dejar escapar la Pasión según San Juan, la Misa en si menor y el Oratorio de navidad. Sin embargo, si hay una que sobresale por encima de todas, ésa es su Pasión según San Mateo. Si te quedas con ganas de más música sacra barroca, la siguiente parada obligatoria es El Mesías, de Haendel.
Mozart (1756-1791)
Wolfgang Amadeus Mozart es, posiblemente, uno de los genios más influyentes de la historia de la música occidental. Su corta vida contrasta con la amplitud de su obra, formada por más de 600 piezas. El Réquiem fue una de sus últimas joyas, escrita el mismo año de su muerte, y es sin duda la misa más importante (y sobrecogedora) de la Historia de la Música.
Beethoven (1770-1827)
A caballo entre el clasicismo y el romanticismo, Ludwig van Beethoven es el último representante de la escuela vienesa clásica, a la que también habían pertenecido Mozart yHaydn (1732-1809). Sus nueve sinfonías deberían estar en la colección de cualquier aficionado a la música clásica y, por encima de todas, la nº9 en re menor.
Wagner (1813-1883)
Hablar de ópera es hablar de Richard Wagner, el genio que produjo un cambio de paradigma en la concepción de la música dramática. Aunque para disfrutar al 100% de su obra no solo es necesario escucharla, sino verla, solo poner el oído en Tristán e Isolda o en la segunda parte de la saga de El anillo del nibelungo (cuyo tercer acto se inicia con la célebreCabalgata de las valquirias) es suficiente para comprobar su grandeza.
Verdi (1813-1901)
En paralelo a Wagner, y con poco que envidiarle, hizo Giuseppe Verdi su carrera en Italia. Este otro de los grandes operistas de todos los tiempos, que destacó con sus libretos basados en obras literarias de autores como Shakespeare o Victor Hugo. Este año se conmemora el segundo centenario de su nacimiento y, para celebrarlo, Decca ha editado la primera edición completa de toda la obra compositiva del autor. Aparte de su obra canónica interpretada por algunos de los mejores registros (Montserrat Caballé, Plácido Domingo, Luciano Pavarotti...), incluye trabajos no tan conocidas como su música de cámara, temas sacros, canciones, piezas de piano y obras orquestales para coro y ballet. Para abrir boca, ¿por qué no empiezas por La Traviata?
Stravinsky (1882-1971)
Ígor Stravinsky es una de las piezas claves para entender el modernismo musical y parte de la Historia de la Música Clásica del siglo XX. Aunque su longevidad le permitió coexistir con diferentes movimientos artísticos y musicales, sus trabajos más célebres son los sobrecogedores ballets de su primera época: El pájaro de fuego, Petrushka y, tal vez por encima de todos, La consagración de la primavera.
Por Pablo Cantó
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