Así urdió el español Martín-Artajo el gran escándalo de Wall Street
Las autoridades de Estados Unidos ordenaron este miércoles el arresto del español Javier Martín-Artajo, al que acusan de falsear las cuentas de la entidad bancaria JP Morgan y alterar el valor de sus activos en sus comunicaciones con el regulador bursátil de Wall Street. Martín-Artajo ejercía desde hace años como responsable de inversiones de la oficina europea del banco y su gestión generó unas pérdidas de unos 6.200 millones de dólares: unos 4.600 millones de euros al cambio actual.
El escándalo estalló en la primavera del año pasado y enseguida se conoció como "la ballena de Londres"por el apodo del banquero francés Bruno Iksil, al que en un principio se atribuyó toda la responsabilidad. El relato que hizo público este miércoles el FBI traza un relato bien distinto y presenta al Iksil como un subordinado que siguió a regañadientes las instrucciones del español.
La orden de arresto contra Martín-Artajo la presentó la Fiscalía de Manhattan, que quiere llevarle a juicio por conspiración y por falsear las cuentas de JP Morgan, la información pública sobre sus activos y los informes periódicos que la entidad debe presentar al regulador.
El FBI recordaba este miércoles que Martín-Artajo podría ser condenado a cinco años de cárcel por conspiración y a 20 años por cada uno de los otros tres delitos que se le imputan además de afrontar una multa de cinco millones de dólares o del doble de las pérdidas que provocó.
Las autoridades han exonerado a Iksil por delatar la actuación de Martín-Artajo. Pero han imputado a su subordinado el francés Julien Grout, que le ayudó a falsear el valor de las inversiones de su departamento para encubrir unas pérdidas que preocupaban a sus superiores en Nueva York. Ambos se encontraban este miércoles en paradero desconocido aunque sus abogados afirmaban que no tenían previsto rehuir la extradición.
Ni Martín-Artajo ni su esposa Sara se han dejado ver desde el sábado por su vecindario de Chipping Norton: una localidad junto a la ciudad de Oxford donde residen famosos y millonarios de la City y donde tienen una mansión en propiedad. Los letrados del banquero aseguran que está de vacaciones y dicen que su cliente está convencido de que quedará libre de cualquier cargo cuando termine la investigación.
Graduado en ingeniería por ICAI y poseedor de un MBA de la Universidad de Columbia, Martín-Artajo trabajó en entidades como Lehman Brothers y Dresdner Kleinwort antes de recalar en JP Morgan de la mano de su superior Achilles Macris. Su salario anual rondaba los 10 millones de euros. Una cifra que no incluía las primas que recibía al inicio del año como cualquier empleado de un banco de inversión.
Martín-Artajo pertenecía al departamento de inversiones de JP Morgan, que gestiona activos por valor de unos 270.000 millones de euros y está formado por unos 100 empleados en las sedes de Londres y Nueva York. Entre las funciones del español se encontraba supervisar la estrategia de la entidad y sus posiciones en derivados sintéticos: productos financieros complejos que JP Morgan con los que ha logrado unos ingresos netos de unos 2.000 millones de dólares desde 2006.
Martín-Artajo debía velar por que sus subordinados controlaran diariamente el valor de mercado de sus inversiones. Pero en enero de 2012 sus superiores en Nueva York detectaron que la cartera de su oficina había registrado unas pérdidas de unos 100 millones de euros y le pidieron que revisara su estrategia cuanto antes. Una orden que el español ignoró en febrero y a la que respondió a principios de marzo ordenando a Iksil y Grout que falsearan el valor de sus activos para esconder las pérdidas a sus superiores de Nueva York.
Por indicación de Martín-Artajo, sus subordinados franceses empezaron a falsear el valor de las inversiones en sus informes oficiales y a reflejar su valor real en una hoja de cálculo que los tres mantenían a salvo de su superior en Nueva York.
"No sé dónde quiere ir a parar pero esto es absurdo", dijo Iksil el 16 de marzo de 2012 durante una conversación con Grout sobre las artimañas de su supervisor. Ese día él mismo había enviado un email a Martín-Artajo explicándole que las pérdidas no declaradas rozaban los 300 millones de dólares y que muy pronto que alcanzarían los 400. Unas cifras que les obligarían a valorar los activos no solo en un precio falso sino en uno tan exorbitante que ninguno de sus colegas podría creer.
La advertencia no arredró a Martín-Artajo, que ordenó a Iksil que siguiera falseando las cuentas del banco y le abroncó cuatro días después al darse cuenta de que por primera vez había abandonado su estrategia y le había dicho a Grout que mostrara unas pérdidas de 40 millones de dólares en el balance de la jornada. Iksil empezó entonces a preparar un informe en el que admitía un agujero de unos 800 millones en la cartera general y se ganó otra bronca del español. "Te has vuelto loco", le dijo ordenándole que no lo hiciera. "Lo has hecho porque crees que lo tienes que hacer. Lo que no entiendo es por qué lo explicas así en tu correo electrónico. Eso solo crea más tensión y subraya la impresión de que hay problemas en las cuentas".
Para entonces Martín-Artajo se había embarcado en una trama para esconder las pérdidas que terminarían precipitando el final de su carrera en JP Morgan y se esforzaba por apuntalar el engaño antes de que lo detectaran sus jefes de Nueva York. Así fue como el último día del trimestre esperó a que se fuera Iksil para seguir inflando los valores de sus inversiones y dejar el agujero en la mitad de lo que indicaban las cifras del mercado. Una treta que llevó a desconfiar a sus superiores neoyorquinos, que enviaron varios mensajes al ver que sus cifras no llegaban a la hora prevista.
El objetivo de Martín-Artajo era maquillar las pérdidas de su departamento en los resultados trimestrales de la entidad. Pero el engaño se empezó a resquebrajar a principios de abril cuando el 'Wall Steet Journal' y la agencia Bloomberg publicaron sendos artículos advirtiendo sobre los riesgos en los que había incurrido el departamento de inversiones de JP Morgan.
El auto de la fiscalía neoyorquina explica cómo Martín-Artajo se cameló al empleado cuya misión es precisamente velar por que los ejecutivos no inflen el valor de las inversiones de la entidad. JP Morgan despidió al banquero español en julio de 2012. Ahora deberá responde ante la Justicia de EEUU por su actuación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario