domingo, 17 de mayo de 2015

El BCE apura....

El BCE avisa: Grecia se está acercando al final


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La situación de Grecia "no es sostenible" y el país se está acercando al "juego final", sostiene el miembro del consejo de Gobierno del BCE, Yves Mersch, en una entrevista con una cadena de radio de Luxemburgo. 
"Estamos en un juego final dónde Grecia no es sostenible, su situación es grave", asegura el banquero mientras recuerda que el país no puede exigir dinero si no cumple los términos del acuerdo suscrito con sus socios comunitarios. "Mientras tanto, Grecia no ha sido capaz de poner sobre la mesa otras medias que podrían haber alcanzado los mismos objetivos del primer programa", asegura Mersch.
En este sentido, el banquero ha recordado que "Grecia no puede esperar más ayudas si no cumple sus promesas anteriores. Europa es una unión de países que están dispuestos a mostrar su solidaridad unos con otros siempre y cuando cumplan sus promesas", asegura Mersch. "Uno no puede simplemente pedir dinero sin cumplir lo prometido", apostilla. 
Sobre el estado de las negociaciones entre Grecia y los acreedores, Mersch ha dicho que hay una serie de cuestiones que se están debatiendo, como las modificaciones en el IVA que Grecia está dispuesta a hacer. No obstante, hay aspectos en los que no se ha logrado ningún avance, entre los que el miembro del BCE cita la reforma del sistema de pensiones, "que ya no es sostenible o la reforma del mercado laboral". 
En este contexto, Mersch se ha despachado a gusto: "Vemos que Grecia está contratando funcionarios que no puede pagar. Entonces significa que son los contribuyentes de otros países los que deberían pagarlos. ¿Puede imaginar otros países en Europa, más pobres, que piensen que recibieron un mando de sus electores para hacer lo mismo"?, reflexiona el banquero. 
Finalmente, Mersch lanza una carga de profundidad: "El hecho es que, desde que este Gobierno tomó posesión hace más de 100 días, la recuperación económica en Grecia se ha interrumpido y se ha convertido un superávit del sector público en un déficit". 
Grecia y sus acreedores llevan casi cuatro meses intentando negociar un acuerdo que libere los fondos necesarios para evitar la quiebra. Entre tanto, el país está financieramente en manos del BCE, que asiste a los bancos helenos con líneas de liquidez de emergencia. Y aunque inversores y analista confían en que se llegue a un acuerdo, lo cierto es que las posturas parecen a día de hoy muy encontradas. 
Ayer mismo, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, dejó claro que hay determinados aspectos en los que los griegos no cederán. "Aquellos que piensen que nuestras líneas rojas se desvanecen con el tiempo, harían bien en olvidarlo", dijo el propio Tsipras ayer en una conferencia pronunciada en Atenas. En concreto, estas son las cuatro líneas rojas de la discordia. 
1.- Los acreedores deben estar de acuerdo en rebajar el objetivo de superávit primario de modo que el exceso de fondos se puedan destinar a estimular la economía.
2.- Medidas para reestructurar la deuda griega.
3.- Diseño de un plan para estimular y promover la inversión y el crecimiento.
4.- No más recortes adicionales de salarios y de pensiones.

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