miércoles, 6 de mayo de 2015

El Nuevo Barça encandiló en un partidazo...

Champions League - Barcelona-Bayern: Palabra de D10S (3-0)

El Barça logró una valiosísima victoria que encarrila la eliminatoria de semifinales ante el Bayern gracias a una sensacional actuación de Leo Messi, autor de dos goles -uno de ellos para la cuenta de los mejores de su carrera- y líder de un equipo que acabó ejecutando al Bayern y a Guardiola a la contra por medio de Neymar.

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Champions League - Barcelona-Bayern: Palabra de D10S (3-0)
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Lionel Messi y Pep Guardiola, al fondo, en el Barça-Bayern
LA FICHA: 
3 - Barcelona: Ter Stegen; Dani Alves, Piqué, Mascherano (Bartra, min. 89), Alba; Rakitic (Xavi, min. 82), Busquets, Iniesta (Rafinha, min. 87); Messi, Suárez y Neymar.
0 – Bayern de Múnich: Neuer; Rafinha, Benatia, Boateng, Bernat; Lahm, Alonso, Schweinsteiger; Thiago; Lewandowski y Müller (Götze, min. 79).
Goles: 1-0. M. 77: Messi; 2-0. M. 80: Messi; 3-0. M. 90’+3’: Neymar.
Árbitro: Nicola Rizzoli (Italia). Amonestó a Xabi Alonso (min. 35), Alves (min. 46), Benatia (min. 52), Bernat (min. 56), Piqué (min. 66), Neymar (min. 69)
Incidencias: partido de ida de semifinales de Champions League disputado en el Camp Nou ante 95.639 espectadores.
PERSONAJES:
Messi: Supremo. Imparable. Fue midiendo el partido poco a poco y se desató cuando mejor podía decidir el resultado. Su segundo gol es, sin duda, uno de los mejores de su carrera. Su actuación en el Camp Nou, para el eterno recuerdo.
Neuer: Principal responsable de que el resultado no fuera todavía mayor. Su actuación en la primera parte fue estratosférica, pero no aguantó el vendaval que se le vino encima después.
Neymar: De menos a más, sacó excelente provecho de sus características como jugador para marcar el gol que más daño hace al Bayern, el que sentencia prácticamente el pase a la final para el Barça.
Schweinsteiger: Efectivo en su labor anulando a Busquets, pero poco práctico a la hora de buscar a sus delanteros en un encuentro en el que el Bayern notó claramente bajas como las de Robben o Ribery.
NUDO:
Era un duelo fratricida, de ideas, de conceptos superlativos y personalidades marcadas entre dos equipos que ponían en valor la pasión por el balón, la obsesión por el ataque y las emociones que mueve a su alrededor un deporte en el que con el esférico en juego se olvida el pasado, los triunfos y las alegrías que trajo el que en este día se sentaba en el banquillo visitante de la que fue, es y será su casa. Donde, al margen de más o menos homenajes, la figura de Pep Guardiola evocará por siempre los mejores años, las mayores pasiones y las lágrimas de alegría que brotaron de un equipo para la historia.
Avisados de caer en los riesgos del excesivo sentimentalismo, el duelo a una altísima intensidad, con velocidad en las combinaciones de balón y con dos alineaciones en las que iba a destacar la capacidad de adaptación a las circunstancias del juego. Ambos buscaban la posesión, pero ninguno renegaba de otras alternativas que hacían que pasado el primer cuarto de hora de partido las oportunidades hubieran llegado ya en ambas porterías; por méritos propios y también por errores ajenos. Falló Luis Suárez como falló Lewandowski –en boca de gol-, ganó terreno el Barça como lo recuperó el Bayern en un baile en el que se alternaban los cambios de tercio hasta el descanso al que se llegó con mayores combinaciones y oportunidades culés mientras los de Guardiola trataban de anular a Messi –con relativo éxito- a la espera de rápidas salidas a la espalda de la zaga azulgrana.
Más que a Messi, a quien mejor había anulado por momentos el Bayern había sido a Busquets, esa pieza clave que construyó Pep directamente desde Tercera División. Guardiola sabe que buena parte del fútbol culé se sustenta en su hombre contención y creación, por lo que mejoró a su equipo tras el descanso anulando toda presencia del centrocampista. Ahí se crecía y adelantaba líneas el Bayern, el Barça se desconectaba y se obligaba a sí mismo a reaccionar tirando de una ocasión de Messi que recordaba a los bávaros los excesivos riesgos que estaban cometiendo. Recularon de nuevo los alemanes y el guion, pasada la hora del partido, volvió a ser el mismo que el de la primera mitad. Cualquier mínimo fallo podía decantar un juego cuadriculado, de manual de los dos equipos y de una dulce puesta en escena para el espectador.
El fallo cayó en el Bayern y desató la tempestad. La ira de un dios con el 10 a la espalda que anticipó la tormenta con un certero disparo desde la frontal y desató su sutil rabia con un recorte a Boateng –tumbado literalmente en el área- y un tiro de gracia que merece estar ya entre los mejores de los más de 400 goles que ha marcado este histórico jugador. Él solito tumbó al Bayern –al menos de momento-, encarriló el pase y dejó claro que la única religión que prevalece en el Camp Nou es y será, por muy grande que fuera la del profeta Guardiola, la suya. La voluntad de D10S completada en el último suspiro por su discípulo Neymar.
MOMENTOS:  
12’: Fallo imperdonable de Luis Suárez. El uruguayo se planta en el mano a mano con Neuer y el tiro raso lo acaba despejando el portero con el pie. No estuvo acertado Suárez en la definición.
15’: Luis Suárez gana área, recorta hacia línea de fondo y centra en horizontal. Remata Neymar y el balón, que iba directo a gol, lo corta in extremis Rafinha despejando a córner.
17’: Despiste en la defensa azulgrana que hace que Müller gane espacio y saque un pase en horizontal que Lewandowski no llega a conectar con acierto en el área pequeña. Ocasión manifiesta.
36’: Falta lejana que ejecuta Messi directa a las manos de Neuer.
39’: Iniesta saca un pase por encima de la defensa buscando a Alves, que aparece desdoblando como tercer hombre por sorpresa, y remate del brasileño que despeja Neuer con el pie, cual portero de balonmano. Paradón.
57’: Neymar la deja de cara a Messi, que saca un potente tiro en la frontal directo a las manos de Neuer, muy bien colocado.
77’: 1-0. Gol de Messi. Alves recupera en banda cuando salía rápido el Bayern y cede en zona de tres cuartos para Messi, que saca un certero disparo que se cuela en el palo corto sin que Neuer pueda esta vez evitar el gol.
80’: 2-0. Gol de Messi. Obra de arte. Internada en el área, recorte que tumba literalmente a Boateng y definición majestuosa por encima del portero. Golazo.
90’+3’: 3-0. Gol de Neymar. Contragolpe de libro que pelea Suárez para Neymar, que se planta ante Neuer, amaga y ejecuta al enemigo a sangre fría.
NUESTRA OPINIÓN:
Fue uno de esos partidos que, incluso por empate a cero, hacía querer que no acabara nunca. Pero acabó, y lo hizo justo cuando Messi se desató a tiempo para tumbar a un gran rival y decidir de forma mayúscula un encuentro mayúsculo.

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