La generación del milenio aterriza en Asturias
El Principado se afana por captar a turistas que son nativos digitales, universitarios y que no renuncian a viajar pese a las estrecheces // Especialistas radiografían este segmento de la población
Nacieron entre 1980 y 1995, son hijos de los criados en el baby-boom y de una era de prosperidad, titulados universitarios, nativos digitales; en cierta medida, malcriados, y amantes de los viajes, por lo que son los que menos dispuestos están a renunciar a unas vacaciones frente a la crisis o los desastres naturales. Son la generación del milenio, los millennials, según la denominación inglesa. Este término fue acuñado por primera vez por los ensayistas americanos Willian Strauss y Neil Howe, en un libro publicado en el año 2000. Buscaban a los herederos de la generación X. Hoy 15 años después, son un cliente codiciado por los fabricantes de tecnología y, sobre todo, por el sector turístico. La última campaña turística del Principado, lanzada en exclusiva en formato online, está dirigida a estos jóvenes. Pero, ¿quiénes son esos viajeros? ¿Están identificados en España y en Asturias? Estas son algunas claves.
Dos de cada diez viajes turísticos internacionales tienen como protagonistas a jóvenes con edades comprendidas entre los 16 y los 30 años, según las cifras de la Organización Mundial del Turismo (OMT). Es uno de los segmentos de viajeros que más crece a nivel global. Son los pioneros en el descubrimiento de nuevos destinos, que están a la vanguardia de las tecnologías, los primeros en probar nuevos sistemas de información o reservas y apasionados a la hora de compartir sus experiencias en redes sociales. Parece, por tanto, un caramelo para los empresarios turísticos. Su único problema es que es el segmento más castigado por la crisis y en España, por el paro.
Hijos de la Transición
Berta López, profesora titular de la Universidad de Oviedo, geógrafa especialista en fenómenos poblacionales, no es muy partidaria de las etiquetas, pero sienta unas bases para esos jóvenes que nacieron en la década de los 80. "Es la primera generación en la que los nacimientos son cada vez más escasos, en la que se hunde la natalidad, y se transforma la mentalidad. Es la irrupción de un tiempo nuevo, tras la desaparición de la dictadura. Son en cierta medida hijos de la Transición. Si haymillennials españoles y asturianos, son hijos de ese momento", precisa. La rápida evolución de los mapas que miden el índice sintético de natalidad y que maneja Berta López revela que las familias toman el control de sus vidas y que sus descendientes "son la avanzadilla de algo nuevo, que también están viviendo los que vinieron detrás". ¿Es suficiente para crear una identidad generacional? "No sé si estos elementos crean una identidad generacional pero sí una nuevas familias y esa nueva forma de ser puede tener una traducción sociológica", precisa.
Hay otros muchos factores a tener en cuenta. Para Berta López habría que poner a los jóvenes bajo el microscopio y analizar otros muchos factores que escapan a su disciplina. Pero matiza que ha sido determinante la generalización del acceso a los estudios superiores y el incremento de los años de escolarización, por el bagaje cultural que aporta. Han nacido en democracia y traspasan el milenio con el final de la era socialista, la llegada de la derecha al poder y con la necesidad de la alternancia de partidos. "Eso no lo ha vivido ningún español antes", concluye.
Una generación de turistas
El Principado les quiere como turistas y lanza una campaña en exclusiva para ellos. En principio, la Administración había pensado dirigirse a un público situado en la treintena pero, tras estudiar el mercado y consultar con especialistas, abrió el campo a los millennials. Cabe la posibilidad de preguntarse si es una decisión acertada focalizar la atención en el grupo de consumo que más está sufriendo la crisis y el paro en España. Manuel Sendín, profesor titular de la Universidad de Oviedo, experto en geografía del turismo, planificación y gestión de destinos y de recursos turístico del patrimonio natural, está convencido de que es una muy buena idea. "Es un colectivo importante, una generación todavía numerosa, que está en un proceso de asentamiento. Puede que ahora no tenga demasiados recursos, pero en 10 años, va a ocupar los puestos vitales en nuestra sociedad y por eso debemos darnos a conocer y tenerlos contentos", argumenta Sendín.
Este experto define a los jóvenes entre los 20 y los 35 años como viajeros: "Eligen destinos turísticos más libremente y usan las nuevas tecnologías para planificar sus viajes. Están condicionados por la situación económica y buscan lo económico. Funcionan por su cuenta y son muy poco dados a los paquetes. Buscan la cultura y la diversión a partes iguales. Si se cumplen sus expectativas son fieles y regresan". Con ese perfil en mente, también cabe preguntarse qué tiene Asturias que ofrecerles. Sendín no tiene dudas: "Asturias tiene a su favor, precisamente, que no es muy conocido en los cauces prestablecidos del turismo de masas y eso le gusta porque pueden descubrir un destino nuevo. También presenta una mezcla interesante de diversión, cultura y naturaleza que puede ser decisiva. Incluso el clima juega es favorable al destino". Todas estas características las aplica tanto al millennial español como al europeo, fundamentalmente, a los portugueses, franceses, ingleses y alemanes.
¿Qué ofrecer a un ‘millennial’?
Están hiperconectados y valoran la posibilidad de reservar online, así que se dispara el porcentaje de viajeros jóvenes que cierran sus vacaciones de un momento para otro, sin planificación. Hasta un informe de la OTA (Agencia de viajes online) refleja que un 69% de los miembros de la nueva generación no tiene problema en inventarse alguna excusa para faltar unos pocos días al trabajo y tomarse unas vacaciones y que el 70% consulta antes webs de críticas y comentarios.
Su perfil determina los servicios y las grandes cadenas hoteleras ya están sustituyendo en algunos establecimientos piloto forma tradicionales de organización por nuevos sistemas de gestión y distribución. Adiós al conserje hablador, a la fuente relajante en el hall o al restaurante. El mostrador de recepción se sustituye por una máquina para hacer el check-in y el check out. Los antiguos centros de trabajo se convierten en zonas amplias con mesas comunales, sofás y sillas cómodas que simulan los salones de viviendas particulares. La comida pasa a ser una selección de recetas saludables que puedes comer en los espacios comunes. Las habitaciones no tienen por qué ser muy amplias pero sí estar muy bien comunicadas, con internet y canales de televisión.
También a las agencias de viajes les urge adaptarse. Alfonso Hernán, portavoz en Asturias de la federación nacional de agencias Fetave, reconoce que en la actualidad se nutren de clientes nacidos en los años 60. Las empresas, además, no pueden competir con las grandes multinacionales ni en precios ni en volumen de oferta. Así que su única alternativa es la calidad de la atención personalizada. "Los jóvenes que nos vienen son los que reservan viajes de novios, algún viaje importante en el que se van a gastar mucho dinero o también los cruceros, porque las reservas online son complicada y hay muchos elementos que elegir, como la ubicación de los camarotes", explican Hernán. Pero son muy pocos los que contratan hoteles o billetes de avión. Ahora mismo, la única alternativa que ve para captar a esa generación nacida en los 80 es la calidad del servicio y la confianza que otorga un profesional sentado al otro lado de la mesa.
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