¿Qué pasa con la economía de Estados Unidos?
Bernard Lambert
La primera economía del mundo prácticamente se ha estancado en el primer trimestre del año. ¿Estamos ante problemas pasajeros o puede ser el inicio de un nuevo 'tsunami'? ¿Hay razones para ser optimistas?
La economía de EEUU ha creado 11,4 millones de empleos desde finales de 2009, pero las estadísticas han sido en general muy decepcionantes el primer trimestre. El PIB real, tras un crecimiento anualizado al 2,2% y 5% los dos últimos trimestres de 2014, casi se estancó el primero de este año en 0,2%, frente a estimaciones del consenso de 1%. Un invierno particularmente duro y perturbaciones en los principales puertos de la costa Oeste han afectado a la actividad, si bien ello es temporal. Además se ha observado caída de la actividad de perforación petrolera y, a pesar del bajo precio del petróleo, falta de reacción del consumo al aumento de ingresos reales. Por otra parte la fortaleza del dólar y mucha menor inversión del sector petrolero tuvieron impacto negativo y probablemente sean factores más duraderos.
La menor inversión del sector petrolero pudo representar una contribución del 0,9% al PIB del último trimestre de 2014 pero menos 0,6% el primero de este año. La inversión residencial aumentó modestamente 1,3% pero la no residencial se contrajo 3,4% con derrumbamiento de la inversión en infraestructuras del sector petrolero en 48,6% anualizado. Por su parte el crecimiento del consumo se desaceleró desde 4,4% anualizado a 1,9%, aunque los ingresos reales disponibles aumentaron. El ritmo de crecimiento de inventarios se aceleró de 0,5% a 0,7% del PIB, por encima de la media a largo plazo. Además cayeron las exportaciones, aunque -en parte sorprendente- las importaciones crecieron ligeramente. Por su parte el gasto gubernamental disminuyó 0,8%, si bien tienden a ser débil el primer trimestre.
Ahora los datos de marzo y estadísticas disponibles hasta el momento en abril son mixtos. En marzo las ventas minoristas fueron decepcionantes, los pedidos de bienes de capital siguieron cayendo, los índices Markit PMI y mayoría de encuestas de fabricación regionales han sido más suaves y, según la Conference Board, la confianza del consumidor caído abruptamente en abril. Pero otras medidas de confianza -como la de la Universidad de Michigan-son mucho más optimistas, con flujos netos de créditos bancarios creciendo, alentadora recuperación de ventas de automóviles en marzo (datos de abril este viernes) y peticiones de desempleo cerca de niveles en consonancia con robusto crecimiento. Aunque las viviendas iniciadas se hayan mantenido débiles la mayor parte de datos del sector son bastante optimistas (ventas, solicitud de créditos hipotecarios, precios y encuesta NAHB de constructores).
Crecimiento de 2,7% en 2015
La incertidumbre ha aumentado pero los datos todavía apuntan a recuperación este trimestre, con crecimiento 4% anualizado y un robusto 2,8% el segundo semestre. Hemos reducido la previsión de crecimiento anual para 2015 de 3% a 2,7% (2,4% en 2014), pero sigue siendo la mayor tasa en diez años. Además nuestro pronóstico para 2016 se mantiene en 2,5%.
De hecho, seguimos siendo razonablemente optimistas, especialmente si mejora la demanda extranjera. La razón principal de la falta de respuesta de los hogares al bajo precio de la gasolina es atribuible al mal tiempo y esperamos se recupere este trimestre,dada la menor tasa de ahorro y fundamentales -mejora del mercado laboral, aumento salarios en términos reales y riqueza de los hogares-. De hecho la recuperación del mercado de la vivienda se mantiene y construcción y ventas deben crecer los próximos trimestres, con probabilidades de que continúe la subida de precios. Por otra parte la fortaleza del dólar debe continuar pesando en el crecimiento y la inversión en el sector petrolero contrayéndose este segundo trimestre. Pero el dólar ha retrocedido considerablemente desde máximos de mediados de marzo y el reciente repunte del petróleo sugiere que la caída masiva del número de plataformas petroleras en funcionamiento puede terminar, de manera que el impacto negativo comience a desvanecerse los próximos meses.
Además, aunque la Reserva Federal haya suprimido el término «paciencia» y dejado la puerta abierta a aumento de tipos de interés a partir de junio, sus previsiones de crecimiento e inflación se han revisado a la baja, junto con las estimaciones de tasa de paro estructural y tipo de intervención hasta fin de año -alza del 0,5% frente a 1% previsto en diciembre-. En lugar de cuatro subidas prevé dos. El escenario más probable es que la Reserva Federal aumente tipos de interés en septiembre y no nos sorprendería que fuera seguido de una pausa hasta principios de 2006.
No hay comentarios:
Publicar un comentario