¿De qué murió el Banco Popular? Si determinar quién fue el culpable del asesinato es complicado, también se cierne un halo de misterio sobre la causa del fallecimiento. Pero este halo empieza a despejarse por las incoherencias de la versión oficial que defienden como un solo hombre el Gobierno y el Banco de España: murió por una salida masiva y repentina de depósitos, lo que dejó al banco sin liquidez. Sin embargo, la propia AEB (Asociación Española de Banca) cuestiona esta tesis y algunos grandes expertos en el sector, como Aristóbulo de Juan, directamente la descartan: el Popular murió por insolvente, la huida de liquidez solo precipitó el final.
El ministro de Economía, Luis de Guindos, insistió el lunes en los cursos de la Universidad Menéndez Pelayo en Santander en que la caída del Popular se debió a su crisis de liquidez -consumió en dos días la inyección de emergencia del BCE y no podría haber abierto las oficinas al día siguiente- y no a problemas de solvencia, y aseguró que la clave para la resolución fue su desplome en bolsa: "La evolución de la acción, una caída muy intensa, generó una situación de alarma que llevó a una retirada muy fuerte de depósitos no sólo de institucionales". El gobernador del BdE, Luis María Linde, apoyó esa tesis el mismo dia en el Congreso al asegurar que el Popular era solvente hasta el 5 de junio.
Pero este jueves el presidente de la AEB, José María Roldan, se apartó de la línea oficial: "El BCE declaró que no era viable y ha destacado los problemas de liquidez, que no son súbitos, sino que vienen de períodos largos de tiempo y de una situación compleja, que se agravó al final". "No es una situación puntual, viene de largo; se ha convertido en más complicada al final", añadió. Dentro del sector son muy numerosas las voces que, desde el anonimato, coinciden con esta visión: un banco no se hunde de la noche a la mañana si no arrastra graves problemas de solvencia, lo que a su vez concuerda con la precipitada subasta del Popular por parte de Emilio Saracho (ahí no había problemas de liquidez) tras los preocupantes hallazgos de una inspección del BCE.
Alguien que sí da la cara para sostener esta tesis es Aristóbulo de Juan, exdirector general del Banco de España y anteriormente directivo del Popular durante 15 años, convertido en el Pepito Grillo de los supervisores financieros desde el estallido de la crisis. A su juicio, un banco solvente no tiene problemas de liquidez, por lo que la verdadera causa de la muerte es la insolvencia: "Todo el mundo habla de insolvencia, que es una descapitalización (incluyendo las provisiones que faltan) superior al patrimonio. Pero los bancos solo se intervienen, está estadísitcamente comprobado,. cuando se produce un problema de liquidez.; si no, no, porque en apariencia, por sus cuentas, el banco sigue sano. Y el problema de liquidez solo llega cuando el mercado percibe que pasa algo".
Problemas de solvencia desde 2008
De Juan arremetió contra los "malos banqueros" que se dedicaban a ocultar los problemas refinanciando los créditos incobrables o maquillando las cuentas mientras daban beneficios ficticios y cobraban bonus, contra los auditores que llevaban 20 ó 30 años trabajando en un banco sin poner salvedades (caso de PwC en el Popular) y, sobre todo, contra los supervisores por no abordar el problema de insolvencia hasta que el banco estuvo en los periódicos. Y aqui mete al Banco de España, porque, aunque ya no tenga responsabilidad de supervisar al Popular, sí la tenía hasta hace tres años.
Y es que la insovencia del Popular viene de mucho antes; concretamente, desde el 15 de julio del 2008 cuando se declara el concurso de acreedores de Martinsa-Fadesa. Fue entonces comenzó la descapitalización del banco, según este experto, "pero no se provisionaba. Desde el año 2008 al 2017 han pasado nueve años en los que no se ha actuado". Por eso, no le parece tan grave la torpeza del BCE al filtrar que el Popular podía acabar en resolución. "El mercado percibe los problemas, los inversores venden y los clientes huyen. Esa es la consecuencia".
Responsabilidad del Banco de España
Esta situación plantea posibles responsabilidades no sólo del BCE (que declaró la inviabilidad del Popular) o del Mecanismo Único de Resolución (que intervino el banco y lo vendió al Santander por un euro), contra los que apuntan las demandas de algunos inversores, sino también del Banco de España por esos fallos de supervisión durante tantos años. Un Banco de España que borró del mapa durante la comisión del crimen del Popular y cuyas funciones se las atribuyó el propio Luis de Guindos.
La elusión de posibles responsabilidades judiciales también ayuda a explicar el porqué de tanta insistencia en que la quiebra del Popular se debe a la liquidez y no a la solvencia. El Ejecutivo mantuvo hasta unos días antes de la resolución (que llevó a cero el valor de las acciones y de la deuda subordinada) que el Popular era solvente y lanzó mensajes de tranquilidad, si bien Guindos siempre se curaba en salud diciendo que eso era lo que le decía el BdE. Hay muchos inversores que plantean demandar a las autoridades porque compraron acciones en la caída confiados en esos mensajes y, por tanto, en que el Popular se acabaría vendiendo a un precio algo superior al que habían caído las acciones. Si el Gobierno hubiera estado callado, no habría caso para estas reclamaciones.
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