La prueba del nueve...El Verano.

El verano será clave para medir si la covid «se queda entre nosotros» Los especialistas ven clave cómo se comporte el virus en esa época para determinar el grado de inmunidad de las vacunas El verano será clave para medir si la covid «se queda entre nosotros» YAGO GONZÁLEZ Domingo, 7 marzo 2021, 01:39 La Primera Guerra Mundial no se llamó así hasta que sucedió la Segunda. Del mismo modo, el SARS-CoV-1, surgido en noviembre de 2002 en la provincia china de Cantón, no necesitaba ese dígito hasta la irrupción del SARS-CoV-2 en Wuhan. En aquella ocasión, el virus respiratorio desapareció a los nueve meses, dejando a su paso casi mil muertos. La pandemia de covid-19 ya se ha cobrado 2,5 millones de víctimas mortales y los países afectados han presentado batalla con la vacunación. ¿Morirá para siempre este virus como lo hizo el de hace veinte años? ¿Estamos asistiendo a la primera campaña vacunadora de otras que seguirán en el futuro? ¿Se convertirán en habituales las vacunas de la covid como lo son las de la gripe? «Todavía no tenemos datos suficientes para extraer conclusiones definitivas, pero probablemente el verano será el momento clave para saber si la covid se queda entre nosotros como un virus estacional», señala Adonina Tardón, catedrática de Medicina Preventiva de la Universidad de Oviedo. «En primer lugar, si todo resulta como está previsto, en verano alcanzaremos la inmunidad de grupo y habrá que observar entonces cómo se comportará el virus. Y además habrá que comprobar si sobrevive a las temperaturas más altas de esos meses. Hay que recordar que en los primeros meses de la pandemia se apuntó la posibilidad de que en verano su transmisión disminuyera y no fue así, continuó circulando», apunta Tardón. Venancio Martínez, pediatra y miembro del Comité Asesor de Vacunas del Principado, también se muestra prudente en los pronósticos: «La respuesta inmunológica protectora en los vacunados dura meses, pero no sabemos cuántos. Tampoco conocemos lo que va a ocurrir en quienes han padecido la enfermedad. Solo se sabrá según progrese la fase IV del ensayo clínico». Según el médico, «también son muy limitados los estudios sobra la mutabilidad y la relevancia de los cambios en su estructura, y eso tiene una gran importancia para el futuro de las vacunaciones». Atentos a las variaciones Justamente ese aspecto de la «mutabilidad» del SARS-CoV-2 es, según los especialistas, esencial para intuir si en el futuro harán falta despliegues de inmunización tan masivos como el presente. De momento, las autoridades sanitarias ya han detectado una decena de cepas, entre las que destaca la británica, que en el caso de Asturias ya representa el 80% de los casos. Virólogos y epidemiólogos coinciden en que esta variante se transmite con más facilidad que el patógeno original, pero aún no está claro si es más agresiva y provoca más mortalidad. Los datos de Asturias de la tercera ola sugieren que esta cepa ataca a gente más joven, pero no resulta tan letal. Pedro Arcos, director de la Unidad de Investigación en Emergencias de la Universidad de Oviedo, cree que «probablemente el virus se quede como algo endémico y estacional, con una prevalencia relativamente baja y que produzca brotes puntuales en algunos países». En ese caso, asegura Arcos, «si cada año se localiza a un determinado grupo de población contagiada, habrá que analizar en términos de coste-beneficio si es mejor tratar sólo a ese grupo específico o montar una vacunación a gran escala». El epidemiólogo estima que el virus «seguirá circulando pero seguramente sea más benigno». En una línea similar, Tardón remarca que «la gripe tiene grandes mutaciones, mientras que, de momento, las variantes que han aparecido del SARS-CoV-2 son menores, y ojalá se mantengan así». Venancio Martínez, por su parte, muestra reservas: «La experiencia de unos pocos meses solo permite afirmar que el SARS-cOV-2 no se ha comportado como un virus estacional típico y propio de los meses fríos. Esta es otra preocupación que plantea la epidemia. Muchas cosas están en un 'veremos', así que hay que dar margen a los investigadores para que vayan publicando sus resultados». Francisco Álvarez, también pediatra y también miembro del Comité Asesor de Vacunas, lo resume así: «De momento todo es pura especulación y futurología. Que el virus permanezca como algo estacional es una posible hipótesis, pero puede no cumplirse perfectamente. Aún no hay datos para respaldar ninguna conclusión».